Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
SUPERVIVIENTES 2022: Un
Kiko Matamoros se erige en dinamizador y recibe la visita de su amor,
se monta tremendo pollo por un pollo y un niñato Alejandro le grita
a Tania mientras Marta Peñate casi se traga en el agua una cagarrina
Antes
que nada hay que decir que en el momento de escribir esta crónica se
anuncias nuevos cambios en la emisión de galas, ahora se anuncia que
las nominaciones, el tramo de las mismas, se desplaza al viernes y se
acorta en una hora la gala de los jueves. Se agradecería que se
volviera al formato de jueves-domingo-martes, más cómodo a la hora
de escribir la crónica y porque cada día de la semana tiene su
aliciente televisivo y la noche del viernes no pega con un tramo
final que debería haberse visto el jueves. Destacar del concurso que
Kiko Matamoros se ha convertido en el dinamizador de la edición,
perro viejo televisivo sabe qué tecla tocar en cada momento. Se
formó un tremendo pollo a cuentas de un pollo con patatas que Aunar
se dejó birlar como el capullo televisivo que es...
La
cosa era un premio que se había ganado el grupo de los pordioseros,
un hermoso pollo asado que sabe a gloria tras jornadas de hambre no
saciada. El grupo de los privilegiados tenía concedida la merced de
robar a los pordioseros. Fue Aunar a ver la recompensa en forma de
pollo y mientras comenzaba a gritar, decir cagamentos y presumir de
pollo con patatas, la modelo venezolana Mariana Rodríguez, más
lista que el hambre y nunca mejor dicho, le birló limpiamente la
recompensa a Aunar que aún miraba con cara de sorprendido gilipollas
la saquita que la modelo le dejó a cambio del pollo. Aquí se desato
la tormenta y mientras unas y unos procedían a relamerse y trinchar
el pollo, el Aunar se acordaba de los muertos de la modelo y su grupo
miraba a Aunar preguntándose que clase de gilipollez había hecho.
La cosa siguió en la palapa y el espadachín Yulen entró en brote
de llorera y aspavientos, la verdad es que para ser campeón perdió
los papeles de forma espectacular. Otra niñería más de Aunar que
está demostrando que es un impresentable como personaje televisivo,
metepatas y siempre fuera de lugar en sus modos y maneras.
Kiko
Matamoros casi logra que Marta peñazo Peñate se tragara con
el oleaje una cagarrina que evacuó en la mar y que la corriente
llevó hasta Marta. Otra Marta, su pareja sentimental, le rindió
visita, corta a priori y con la incógnita de si iba a decirle que
estaba embarazada, la cosa fue corta y es de suponer que les dejarán
verse de nuevo antes del regreso de Marta y de paso rellenar
contenido. Kiko gana enteros a cada día en la isla y sus privaciones
y suple con su intelecto y su zuna en la convivencia su nulidad para
las distintas pruebas de recompensa. En el juego de cantar bajo el
agua logró los mejores momentos hasta ahora de la edición ante la
inutilidad de Ana Luque para adivinar la canción. Kiko sacó su vena
histriónica y logró la carcajada unánime de Lara, el Sobera, el
plató y la audiencia, lo cual se agradece entre trifulcas, tramas y
dinámicas que con variantes se repiten en cada edición...
El
que se merece abandonar el concurso es el Alejandro, tipo hecho y
derecho físicamente pero con cierto raquitismo de personalidad que
se debate entre el machista que es celoso hasta las trancas de su
pareja de vida y de concurso, una Tania que arrastra el sambenito de
casquivana y ligera de cascos de una anterior participación en La
isla de las tentaciones. La cosa
estalló porque la Peñate contó una historia de baños de discoteca
sobre que una noche de farra con amigas terminó en tonteo y vacile
versallesco con invitación a yacusi entre ella y un joven actor.
Alejandro estalló en celos y le gritó de formas y maneras
patriarcales a Tania quedando en evidencia una vez más. Tiene la fea
costumbre de ser acusica de sus compañeros y tiene unos toboganes
anímicos y de personalidad que empiezan a ser preocupantes desde un
punto de vista televisivo. Lo mejor de su concurso es Tania y cuanto
antes sea expulsado antes Tania podrá jugar y vivir el concurso
plenamente, ya que si fuera por Alejandro no podría hablar ni con
una palmera o un coco...
Quien
con infante pernocta, excrementado alborea.
El
expulsado definitivamente del concurso por la audiencia ha sido
Rubén. Tipo extraño de cuerpo musculado que se desinfló a los
pocos días, comportamiento desconcertante con maltrato y agresividad
verbal al equipo de cámaras, comportamiento extravagante a la hora
de relacionarse y puntazos desconcertantes que hacen pensar que o es
muy inteligente y se ha quedado con el personal de forma magistral o
tiene una severa tara cognitiva que condiciona su comportamiento.
Incluso con todo y eso, posiblemente ha sido la defensa de su pareja,
el inefable Enrique del Pozo, en plató lo que más ha perjudicado y
lastrado su destino como concursante. Al final una mezcla de
concursante desagradable y una desagradable defensa donde se apeló
a su orientación sexual sin venir a cuento, de maltratos por ser no
hetero sin venir a cuento y unas historias sin cuento ni final que
hacen pensar cosas extrañas de estos dos elementos donde uno parece
llevar la voz cantante mientras el otro le canta lo mucho que le
ama...
La
cosa promete seguir en plató.
La
terna de nominados la encabeza Juan Muñoz que sigue calamitoso en
todos los aspectos como superviviente y que vive su particular
calvario tratando, meritoriamente, de adaptarse y aguantar al niñato
impertinente y maleducado de Aunar que le llama fracasado ignorando
el glorioso pasado de humorista. Le sigue Kiko Matamoros que no
merece salir por el dinamismo que da al concurso y la convivencia;
Ignacio que le cuelga la vitola de Borbón y le ven como un niño
pijo y ausente mientras Jorge Javier le tira alguna puyita por su
borbónico apellido en ese pasatiempo de moda que es presumir de
republicanismo sin venir a cuento y a la mínima ocasión, y
apellidarse Borbón le convierte en una piñata para ignorancias
supinas como la de Marta Peñate y el
republicanismo ilustrado de
Jorge Javier; queda
por último, aunque merece ser el primero en la expulsión, Alejandro que se merece la expulsión disciplinaria de la audiencia
más que ninguno de los otros tres. Apostamos que se vaya y sea
Ainhoa quien siga en el palafito, a ver si demuestra sus virtudes en
solitario tras la convivencia con Rubén que vuelve loco al más
pintado...
Pero
Alejandro ya sobra en la edición aunque sólo sea por ver a Tania
vivir el concurso tranquila.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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