Una sección del
padre I. N. Mundicia en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
Medidas parroquiales
para con las suegras
Como
bien sabréis, queridos feligreses, Francisco ha dado directrices
específicas sobre el colectivo de las suegras dentro de la Iglesia,
cosa que os incumbe si estáis casados como Dios manda y que os
incumbirá cuando dejéis la soltería para casaros como Dios manda.
Antes que nada quiero aclarar que las parejas en pecado entre hombres
y entre mujeres no tienen suegras. Dicho esto, y siguiendo el mandato
papal, se hace necesario y aclarar en qué afecta a suegras, yernos y
nueras de la parroquia. Una vez quede aclarado, queda el padre Genaro
como párroco auxiliar encargado de instruir todos los viernes en
horario de tarde, la primera semana impartirá a las suegras, la
segunda a los yernos y la tercera a las nueras, siendo la cuarta semana un
encuentro de fraternidad con ágape en el salón de actos parroquial,
confiando que Salustiano no cuche el prado aledaño y que los
efluvios hagan imposible permanecer en el salón de actos
parroquial...
Sabemos
que la mujer es culpable del pecado original, que supo con su labia y
dar a la lengua engatusar al inocente Adán de que mordiera la
manzana. Las suegras no dejan de ser féminas aunque tengan bigote,
casi mostachos en alguna que otra, y como tales tienen una lengua
viperina. Pero la labor de hijos e hijas políticas es amar a las
suegras como una segunda madre, a veces insidiosas, metomentodas,
metiéndose donde no las llaman en asuntos de alcoba, acaparadoras de
nietos y nietas, rácanas en la ración de sopa boba y siempre con el
reproche a punto en el momento menos oportuno. Como buenos
cristianos, ha de verse a la suegra como una aliada, una amiga
siempre con consejos acordes a las circunstancias, una segunda madre
en suma y vosotros unos segundos hijos e hijas. Hay que tratarlas
mejor aunque algunas veces sean merecedoras de un auto de fe con
martirio de confesión y hoguera final incluida, y aún así llevados
por la misericordiosa paciencia hemos de perdonar como sólo se
perdona a una madre.
Y las
suegras deben de ser más comprensivas, el amor es ciego a nivel
humano y puede que vuestra hija se case con un gandul haragán,
vicioso hasta límites inimaginables y completamente inútil a la
hora de reparar un enchufe, cambiar la bombona de gas o freír un
simple huevo. Las nueras no son mancas como futuras suegras que son,
siempre insidiosas en la oreja del marido hablando de la maldad de la
suegra, malmetiendo a nietos y nietas contra la abuela, echando sal
en la comida a sabiendas de que la suegra es diabética, regalarle
cosas inútiles para hacer deporte cuando tiene que usar andador y
resto de maldades que, por ser mujeres, son más malvadas que los
hombres, rudos cierto, pero inocentes del pecado original y que sin
duda luego tratan mal a la suegra sin sentirse inducidos a ello
cuando lo son. Así que sigamos los sabios consejos de Francisco que
provienen de las más altas esferas del Altísimo y han de ser de
voluntario pero obligatorio cumplimiento.
AMEN
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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