Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
CORAZONES DE ACERO
(2014)
(Fury)
Los amantes del género de hazañas bélicas siempre han
tenido una cuenta pendiente con el subgénero de tanques con acción
ambientada en la II Guerra Mundial. Es cierto que se han hecho
buenas, entretenidas y curiosas películas en los escenarios
desérticos y frentes de batalla europeos, aunque siempre adolecían
de un aspecto que no dejaba cuajar una sensación plena: que los
tanques alemanes y aliados siempre eran contemporáneos, no había
Panzer y no había Sherman, sí proliferaban vehículos
de campaña nazis y semiorugas que entre un poco de follaje, un par
de esvásticas y una MG montada daban el pego pero no era el realismo
que impregnaba el metraje. Así que cuando vimos la oportunidad de
visionar esta producción de 2014 que trata sobre las tribulaciones
de una tripulación de Sherman con reparto solvente en
cartelera y en taquilla, no lo pensamos casi nada antes de aparcar
trastos de faena y surtirnos de birras frías y pistachos para
disfrutar de la presencia de Brad Pitt y compañía dirigidos con
pulso firme por David Ayer. La crítica en su estreno se quedaron a
medio camino de tildarla de cosa ya vista o película con
trascendencia...
Brad Pitt es un aguerrido y curtido tanquista al mando
de la dotación del tanque `Fury´, veteranos de otros frentes
y del desembarco de Normandía en las postrimerías de la guerra
avanzando ya por territorio alemán encontrando enconada resistencia
por parte de las SS. Al fallecer un miembro de la tripulación en la
última refriega con el enemigo, llega el novato interpretado por
Logan Lerman como sustituto pese a que fue adiestrado para ser
chupatintas mecanógrafo en la retaguardia. El sargento al mando
tratará de hacerle ver que los ideales son pacifistas y la Historia
es bélica, aprender a disparar al enemigo no viendo un semejante
sino alguien dispuesto a matarle si no lo mata él primero. El resto
de la tripulación la forman un Shía Labeout en un personaje
complejo que sufre la psicosis de combate al igual que el resto de la
tripulación, un cristiano de los que votan a Donald Trump y que
confía en su sargento para salir vivo una batalla más, combates
casi escaramuzas donde los alemanes hacen pupa antes de ser
pulverizados por el disparo de los tanques. De conductor nuestro
querido Michael Peña en otro personaje de pachuco donde logra una
vez más que este pachuco no es el mismo de anteriores papeles de
pachuco, un buen actor quizás algo constreñido a papeles de pachuco
tan estadounidense como el que más. Finaliza la dotación un Jon
Berthal en un personaje complejo que lidia entre la psicosis por
fatiga de combate y no perder su alma humana embrutecida por la
guerra. Todos ellos han visto amigos pulverizados en sus tanques y
saben que cada escaramuza y cada combate puede ser el último.
La historia bebe de títulos anteriores y hay homenajes,
al final tenemos una especie de aventura tipo Sven Hassel que atrapa
al público veterano, está bien ambientada como gusta a los
sibaritas y se ve material de la época y no modernos vehículos
militares disfrazados de vehículos nazis. La batalla contra el
Panzer está lograda y satisface a los críticos que miran con
lupa los pequeños detalles. Pero en ocasiones la película quiere,
pretende, tener una filosofía ya algo trillada en otros títulos
precedentes de la década pasada y hay incongruencias como tener
diálogos filosóficos con el batallón SS asediando a base de
Panzerfaust y MG. El recorrido iniciático del guripa
novato chirría con el rollo de tener fornicio con la chica alemana,
los rusos violaban pero los yanquis seducían. Que la chica fallezca
no despierta el sentimentalismo que busca el director y desentona un
poco. En realidad desentona todo, dando la impresión a veces de ver
tramas de serie televisiva. Se esboza la psicosis de guerra y la
fatiga de combate pero no se entiende que los SS siempre ataquen por
delante al tanque y no por atrás. Es el típico rollo ñoño
filosófico de las tribulaciones de la soldadesca ante el combate y
la muerte como una constante compañera de viaje...La película nos ha gustado, aunque a veces el interior
del tanque es como el de aquellos submarinos de Objetivo Tokio
que eran espaciosos y cómodos para la tripulación. Le sobran
ñoñeces y le falta un poco de salvajismo aunque aparece a
pinceladas y siempre como prueba de la filosofía de la película.
Hasta un SS demuestra humanidad cuando descubre al guripa novato
escondido bajo el tanque y decide dejarle vivir. Sobra el fornicio
con la alemana y todo el rollo de la cena y el enojo de la
tripulación. Brad Pitt está muy bien dotando a su personaje de
matices y el resto está a la altura de la estrella aunque el rostro
juvenil de Shía LaBeouf con bigotito nos recuerde más a Alfredo
Landa que un mojigato y meapilas de cristiano fundamentalista. Eso
sí, la alemana Rita von Rittberg está buena que flipas y fue objeto de acalorado
debate tras el visionado...
Película con sitio propio dentro del subgénero de
tanques y hazañas bélicas.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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