Una sección de
El Bis en exclusiva para
The Adversiter Chronicle
SOMEBODY´S WATCHING ME
(1984)
Si se
preguntara por esta canción a un desconocido simpatizante del pop
que no vivió la fecha del lanzamiento, seguramente la gran mayoría
afirmaría rotundamente que esta canción es de Michael Jackson.
Porque hoy quiero rendir homenaje a un tipo con una historia personal
fascinante y bien emparentado en la industria musical, su padre era
alto directivo del mítico sello musical estadounidense Motown.
La canción fue un éxito y narran las crónicas que se alzó en los
primeros puestos de las listas musicales desde EEUU a Turquía
pasando por Australia, la vieja R.F.A., Reino unido, Canadá o
Suecia. En el orbe hispano conquisto las mieles de la popularidad en
México y España que le sería fiel pese a la decadencia de la
carrera de Rockwell, nunca superando el éxito de este su primer
sencillo de su primer LP...
Pues
resulta que el Rockwell era amigo de la infancia de Michael Jackson y
éste colaboró gustoso en los coros así como su hermana Jermaine
Jackson. Por otra parte, el sonido es confundible con los trabajos de
Michael Jackson y para profanos que la escuchan por primera vez les
induce al engaño. La canción es una paranoia total con el
protagonista sospechando que le observan hasta en el fondo de la taza
del retrete, el ritmo es contagioso y te acaba enganchando porque
pese al tiempo transcurrido suena más fresca que la mayoría de los
temas de Michael Jackson, yo recomiendo que os lancéis a descubrir
los trabajos de Michael Jackson con sus hermanos en los `Jackson´s
Five¨ con auténticas joyitas musicales que quedaron relegadas al
olvido musical cuando un Michael Jackson adulto y emancipado degeneró
a extravagante rey del pop...
El
videoclip no tiene desperdicio porque su tecnología analógica a
base de guantes con ojos pintados le convierte en actual, hoy se
haría por efectos digitales, pero siguen sorprendiendo los guantes
de marras como el primer día. Rockwell vive el personaje y rinde
homenaje a su amigo en los coros demostrando que nadie le igualaba,
pero Rockwell no se ríe cuando baila torpemente, despierta la
empatía porque baila igual de patoso al estilo Michael Jackson como
el común de los mortales que alguna en la vida hemos tratado de
hacer el baile del Michael Jackson en la intimidad. La verdad es que
Rockwell transmite y contagia su delirio musical y cuando termina te
acabas preguntando como logra engancharnos a la paranoica historia
que canta. La canción se conserva muy bien, alegra cualquier sarao
casero y quienes vivieron el lanzamiento de la canción aún la
recuerdan. Por supuesto que debe figurar en toda fonoteca de los 80´s
que se precie de ser tal.
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