Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
EL TIEMPO CON ROBERTO
BRASERO
Desde
los albores de las emisiones televisivas el apartado del pronóstico
del tiempo ha congregado a fieles ante la pequeña pantalla. De los
mapas en cartón y las fotos de satélite hemos pasado a las
infografías digitales con detalles de distintas regiones y comarcas.
La sección ha ganado espacio propio en los informativos y, sobre
todo, en las noticias de los telediarios, que se decía antaño. Es
además una sección con fieles incombustibles que logran el milagro
de que se sigue con devoción el telediario de tal o cual cadena y
siempre hay alguien que cambia la misma para ver la previsión del
tiempo. Puede ser por la presentadora, de carácter localista en
cadenas autonómicas y locales, pero todos y todas tenemos una
sección favorita del tiempo. Y desde el año 2005, un dicharachero
presentador de pronóstico del tiempo se ha labrado un espacio propio con
personalidad y con fieles y nuevos adeptos: Roberto Brasero y su
sección de previsión del tiempo en las Noticias de Antena 3.
A
nivel técnico no ofrece nada que no se ofrezca en otras cadenas con
mapas detallados, infografías, la participación de la audiencia con
fotos enviadas por la misma y en ocasiones hasta coinciden los
pronósticos de cadenas distintas. La diferencia está en la
presentación y en ese sentido el Brasero es el hombre espectáculo
de la previsión meteorológica. Estilo costumbrista de hombre
campechano, sensible a la belleza de la naturaleza, que se alegra con
nosotros cuando anuncia previsión de buen tiempo en época de
descanso, que torcemos el gesto con él cuando hay inestabilidad en
lontananza que nos obliga a sacar paraguas, bufandas y abrigos.
Saltarín ora como odalisca ora como espadachín, sin esquivar el
buen humor y siempre dispuesto a una chanza, una breve chirigota o
simplemente extasiarse con el paisaje de las nubes, un amanecer o un
atardecer plasmado en una foto por un televidente...
Brasero
es brasas con legión de fieles telespectadores que acuden puntuales
a su cita sin importar visitas, convidados, ligues, amistades o
parientes presentes, siempre terminas viendo al Brasero incombustible
y cual martillo pilón soltando su letanía de previsión del tiempo.
Al final o te enganchas o te suicidas televisivamente porque sus
fieles telespectadores son intransigentes en lo que respecta a ver al
Brasero sí o sí, quieras o no quieras. Al final se convierte en uno
más de la velada televisiva, te acostumbras a sus cabriolas de un
lado a otro de la pantalla, doblando el espinazo en combinación con
sus gestos y palabras que dotan de personalidad propia cada zona
geográfica, siempre con palabras de ánimo si se prevé mal tiempo y
siempre optimista en cuanto se prevé un rayo de sol. El caso es que
no queda otro remedio que ver y disfrutar de la brasa del Brasero y
te hace olvidar presentadoras del tiempo de estimulantes estilismos,
piernas eternas en tacones imposibles y ceceos de acentos regionales.
Y por alguna extraña razón, llega un momento de tu vida televisiva
donde a pesar de saber el pronóstico en tiempo real y cuando nos
apetece en nuestros cachivaches digitales, pues a pesar de la
inmediatez siempre acabamos viendo el pronóstico del Brasero en las
Noticias de Antena 3 aunque el resto de la jornada televisiva no veas
la programación de la cadena...
Y es que Brasero marca la diferencia en previsiones del tiempo televisivas.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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