Suplemento
viajero cutre de The Adversiter Chronicle
Viaje por las noticias
de la guerra de Putin en Ucrania
El
viajero ha terminado de recoger los platos y se dispone a ver las
noticias sobre la invasión a gran escala de Ucrania por parte del
régimen de Putin en Rusia siguiendo la mejor tradición soviética,
retrocediendo el reloj de la Historia en una mezcla de nacionalismo y
expansión territorial imperial...
Gusta
el viajero de viajar a las noticias de la guerra por la radio, más
inmediata y veraz en ocasiones la palabra que la imagen, que
como todas las imágenes de todas las guerras desde el siglo pasado
están contaminadas de propaganda de ambos bandos. Sin embargo, el
viajero gusta desde hace mucho tiempo de las crónicas de los
corresponsales de guerra, algo que echaba en falta en esas guerras
lejanas hasta desconocidas que siempre tienen lugar, de crónicas
parcas en imágenes. Pero esta vez es en Europa, enfrascada en otra
guerra civil que puede degenerar en mundial como las dos últimas
grandes guerras civiles europeas. La guerra en la antigua Yugoslavia
quedaba en cierta forma lejana y casi hasta ajena, una rémora y
canto del cisne del fin de la Guerra Fría...
Esta
vez es distinto y el viajero no ha visitado las noticias con calma
desde que Putin y su régimen decidieron que Ucrania era objetivo
militar de conquista a sangre, fuego y destrucción. El viajero ve
los puntos fronterizos con el trajín de refugiados y personal de
acogida dividido en policía, voluntarios de ONG´s, periodistas y
filas de personas que el viajero se encuentra en su día a día, no
son gentes de tez extraña y lenguas incomprensibles en algún lugar
del globo terráqueo...
La
destrucción es la misma de los viejos noticiarios que alimentan los
documentales, es en color y textura de vídeo mas las ruinas
humeantes, restos retorcidos de lo que el bombardeo ruso
destruyó y que ahora son amasijos que permiten reconocer coches,
autobuses y camiones. También amasijos de carne ensangrentada que
eran personas como el viajero y que ahora son víctimas sin nombre,
sólo una cifra al final de la crónica. Cifras que en ocasiones
parecen demasiadas y otras demasiadas pocas...
Tampoco
el enemigo agresor tiene pintas de jóvenes fanatizados desde la
infancia que ven en la guerra la meta de sus vidas para mayor gloria
de la nación. Son jóvenes y se ve el miedo en sus rostros, hay
otros rostros en las noticias de soldados mayores, fanfarrones en
sus uniformes de combate y que una vez muertos no se diferencian de
los ucranianos y del resto de muertos en las guerras...
El
viajero escucha testimonios, a políticos mundiales, el rostro de
Putin negando las atrocidades de sus tropas echando la culpa a
Ucrania y su gobierno nazi. El presidente ucraniano está lejos de la
grandeza imperial de la que gusta envolverse el dictador ruso. Es un
hombre sencillo, tan vulnerable como el viajero, barrunta éste para
sus adentros, de voz grave y lengua desconocida que transmite
seriedad y determinación. La misma que sus compatriotas en la
frontera donde otros europeos acuden en vehículos fletados de manera
particular evacuando refugiados. El viajero tiene sentimientos
encontrados porque tiene la desasosegante sensación de que Ucrania
está perdida y es cuestión de tiempo que capitule agotadas sus
defensas, aterrorizada su población y liquidado el Gobierno...
El
viajero termina su viaje, la congoja tiene un acre sabor a tormenta
que se avecina, imparable salvo que alguien pare en Rusia los pies a
Putin. Se acerca el viajero a la ventana donde la vida transcurre con
las miserias y grandezas de tiempos de paz, acosados por la pandemia
del coronavirus que ya no protagoniza el primer lugar en las noticias
tras dos años de protagonismo. No es el final de la misma lo que
ocupa y abre los noticiarios, es la guerra, esa bestia despiadada que
hacía tanto tiempo que no hacía acto de presencia en la paz que nos
hemos olvidado de cómo es, acostumbrados a la memoria selectiva de
las anteriores, resucitando rencillas y odios antagonistas en nombre
de ideales y liderazgos hace ya tiempo polvo de estrellas...
El
viajero se aparta de la ventana y siente la necesidad de salir a
tomar el cafelito de la tarde y que...
Pero
ése, ya es otro viaje.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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