Suplemento
viajero cutre de The Adversiter Chronicle
Viaje al supermercado
con huelga del transporte
El
viajero observa, mientras toma el cafelito mañanero, que ya no se
percibe calima en el ambiente, a diferencia del día anterior donde
se instaló en eterno atardecer de tonos anaranjados y lluvia de
gotas de barro. Mira el televisor sin sonido, emite sobre el
bombardeo de un teatro en Ucrania, repleto de refugiados en sus
entrañas. El viajero apuesta consigo mismo a que el régimen de
Putin acusa a los ucranianos de ser los culpables de pulverizar un
teatro repleto de refugiados en sus entrañas...
El
viajero camina hacia el supermercado, hay huelga en el sector del
transporte y las noticias hablan de desabastecimiento en las
ciudades. La gente se ha lanzado a comprar aceite de girasol,
restringida su venta a cierta cantidad por persona, pero el pánico
ha cundido y el sábado ya notó el viajero que el aceite de girasol
volaba de las estanterías. Recuerda el viajero mientras camina
cuando estalló la pandemia y la gente acaparaba arroz por el
confinamiento que se avecinaba. Sólo hace dos años que se vive con
miedo, no importa el tipo ya sea pandémico, de crisis económica, de
guerra y hasta laboral, siempre miedo y la incertidumbre, lejos ya
los tiempos de vacas gordas...
El
viajero entra al supermercado, extrañamente tranquilo para ser
mediodía y cuando coge un carrito y se encamina a la sección de
frutas y hortalizas la visión de los estantes vacíos que permiten
apreciar la amplitud de la superficie a diferencia de cuando hay
cajas repletas de productos de todo el mundo, pero no hay nada, tan
sólo algún producto en solitario. El viajero recuerda imágenes de
Cuba o Venezuela donde hay colas y estantes vacíos en las
superficies comerciales, breves instantes que escupen los noticiarios
y no puede el viajero evitar pensar en vivir a diario la búsqueda de
comestibles y que estén los estantes vacíos...
La
huelga del transporte se nota en frutas, hortalizas y productos
lácteos. No hay problema en coger productos de limpieza y aseo,
embutidos y quesos, en general hay de todo pero falta lo principal y
que llaman básico. La fruta aún puede conseguirse enlatada, al
menos la piña y el melocotón, pero el viajero ya extraña la
presencia de sus yogures en la nevera...
No
hay cola en la caja y se ven señoras con el carrito, ya entradas en
años, que deambulan como desorientadas por las estanterías vacías
mientras comentan en voz alta para quien las escuche que no puede
ser. Pero sí lo es...
El
viajero mira el supermercado antes de salir y mira el recibo de la
compra que es casi un 90% más barata de lo habitual en cada compra
semanal. El carrito va con algo por no decir casi vacío. Coge aire y
piensa que, ya que ha sido una compra tan económica, tomarse un
vermut, comer un pincho y ver si sigue aquella camarera tan mona de
la última vez. Se encamina decidido en dirección a...
Pero
ése, ya es otro viaje.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
No hay comentarios:
Publicar un comentario