Ha llegado la primavera,
salvo para Ucrania cuyas ciudades se marchitan, sus ciudadanos caen
sobre los escombros y el asfalto como hojas muertas de un otoño de
guerra, pero por aquí es primavera...
He conocido de primera
mano las medidas de las entidades bancarias para un mejor trato de
usuarios y usuarias de la tercera edad que decían antes, ahora somos
más viejos de forma universal gracias a la pandemia y con los hijos
de Putin llevándonos camino de la senilidad a ritmo de redobles de
tambores de guerra...
El tipo era el tipo
vejete con bastón, de esos que salen de casa sólo para ir al
banco, al médico cuando toca y entierros que no son el suyo propio.
La cajera era joven sin sobrepasar la juventud, decidida de gestos y
palabras, conocedora de su oficio cara al público tras el mostrador.
El vejete se quejaba de que le cobraban un montón de comisiones,
pero la cajera alzó la mano cual saludo hitleriano...
-¡No Ramón, no! ¡El
banco sólo te cobra esta transferencia y si la gestionas por
Internet no se te cobra nada!
Siguió un auténtico
diálogo para besugos con la cajera soltando el rollo de las
ventajas, posibilidades y única vía de gestionar telemáticamente.
El vejete por su parte, y a la vez, trataba de hacer entender a la
cajera que de Internet no tenía ni puta idea, que le miraron la
cartilla en casa y que le cobraban comisiones de seis aurelios cada
dos por tres...
La cosa siguió durante
unos siete o diez apasionantes minutos, era testigo privilegiado de
la brecha digital, palpable como la falla de San Andrés, el volcán
de la Palma o un misilazo ruso en un hospital infantil. Estaba ante
mis ojos un auténtico analfabeto digital que no era capaz de hacerse
entender y comprender por una nativa digital...
Así que es cierto, ya hay
atención en la ventanilla del banco para usuarios y usuarias de
avanzada edad, jubiletas y vejetes varios donde una eficaz cajera
atiende pacientemente las dudas, miedos y tribulaciones de los
anteriores...
El final de la historia es
que la cajera, sibilinamente por cierto y ante la incapacidad del
pobre vejete para que la entendiera, consiguió hacerse con el número
del hijo del vejete, que se encontraba en su lugar de trabajo; tras
ponerse en contacto le dice al hijo del vejete que le anotó las
claves y demás zarandajas que se lo haga por el ordenador a más
tardar en 24 horas o el proceso debe reiniciarse de nuevo...
Así que parece que los
viejos pero no tontos han logrado que se atienda en caja al
colectivo, pero quien se jode es el vejete porque no entiende ni
pajolera de Internet y la banca telemática, su hijo que le
interrumpen la faena y la productividad produciendo pérdidas a la
empresa; cierto que por uno no pasa nada pero si tienen que llamar a
cada hijo u hija para que su padre o su madre se aclaren tan en la
oscuridad como antes. La jodienda al final es hasta para el país,
qué digo país, hasta la propia Unión Europea si lo hacen en cada
Estado miembro, con perdón...
Salí de la sucursal y
observé este lunes primaveral, no se oyen bombas ni disparos, la
gente pasea y anda a sus quehaceres, sin embargo en Ucrania no es
primavera...
Por algún extraño
arcano, he disfrutado este primer día de primavera como si fuera el
último.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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