Si
hay un personaje entrañable en la vida laboral y social es sin duda
el enchufado. Denostado y vilipendiado por la sociedad y a la altura
del machismo que sufren las mujeres en el ámbito laboral donde el
enchufado es señalado por el resto de plantilla. En estos tiempos de
zozobra pandémica, bélica y económica queremos saber si el
enchufado sigue medrando como antaño y si por el contrario sufre
como el común de los mortales las vicisitudes que nos ocupan y nos
preocupan. Mateo Brasas, representante del colectivo de enchufados
nos aclarará nuestras dudas...
-No
soy yo sólo, hay infinidad de enchufados en todos los ámbitos. Yo
vi la necesidad de que el colectivo se articulara en una plataforma
reivindicativa de nuestra figura y nuestros derechos. No es lo mismo
reconvertir una industria y despachar a la plantilla que despachar al
enchufado. Luego está el tema del vituperio y la chanza. Sufrimos
una incomprensión y una discriminación social que ni se imagina
usted, ni se imagina. El enchufado es el gran olvidado en las
negociaciones del convenio laboral, el enchufado es siempre el
culpable de todas las desgracias y librando el resto de la plantilla
que son unos vagos de tres pares de cojones. Y somos un colectivo
generoso pese a todo, no crea, podríamos ir a nuestro enchufe y
largar todas las miserias y mierdas del personal en quien tanto
confía.
-¿Categorías?
¡Lo que hay son auténticos depredadores de los puestos de enchufe,
depredadores! La gente piensa que al enchufado le dan todo hecho y
los compañeros de plantilla sencillamente creen que tenemos una
vidorra fetén. Mire, mi primer día laboral como enchufado me tocó
un encargado que parecía que la empresa fuera suya y no un
asalariado más. Pues resulta que el muy cabrito era un jodido
enchufado como yo, pero claro, para darse aires se dedicó a tocarme
los cojones toda la jornada por el simple hecho de que su enchufe era
Fulanito Detal nada menos y el mío Don Mindundi. ¡No existía la
solidaridad en el enchufismo, era una auténtica jungla!
-Nada
en especial, sólo encontrar un buen enchufe y si subvención de
fondos europeos por aquí, una ayudita estatal por allá, unas ayudas
municipales y autonómicas junto a participaciones con recargo de
lotería navideña y las cuotas de los afiliados, pues ir tirando que
son tiempos jodidos y un buen enchufe siempre ayuda. Lo importante es
que la sociedad sepa que somos de carne y hueso, que nos gusta estar
de farra como al común de los mortales, llegar tarde y salir antes,
los mejores festivos y fechas vacacionales y un buen jornal que nos
dé para un buen jamón de Jabugo que regalar a nuestro enchufe. Sólo
aspiramos al sueño consumista de la clase laboral europea.
-Yo
me preparé para sexador de pollos, pero logré un pequeño enchufe y
pasé al sector del metal y cuando logré un enchufe más grande me
pase a la industria del trabajo en el alambre. Mi puesto es
supervisor de automatismos que es pasearse por el taller observando
que los obreros hagan de forma automática y eficiente su labor.
Llevo ya más de tres lustros en el sector del trabajo en el alambre
y si consigo un buen enchufe puede que me jubile anticipadamente. He
de decir que hay todo un intercambio de enchufes entre el enchufismo,
una vez estable laboralmente pues das enchufe dentro de tu categoría
en el enchufismo. Es peor dorar la píldora a un representante
sindical o lamer el culo al patrón. El enchufismo se rige por unos
criterios de igualdad ante el enchufe.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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