The Adversiter Chronicle

jueves, 10 de marzo de 2022

ENTREVISTA AL ENCHUFADO

Si hay un personaje entrañable en la vida laboral y social es sin duda el enchufado. Denostado y vilipendiado por la sociedad y a la altura del machismo que sufren las mujeres en el ámbito laboral donde el enchufado es señalado por el resto de plantilla. En estos tiempos de zozobra pandémica, bélica y económica queremos saber si el enchufado sigue medrando como antaño y si por el contrario sufre como el común de los mortales las vicisitudes que nos ocupan y nos preocupan. Mateo Brasas, representante del colectivo de enchufados nos aclarará nuestras dudas...

-Es usted enchufado y orgulloso de serlo...

-No soy yo sólo, hay infinidad de enchufados en todos los ámbitos. Yo vi la necesidad de que el colectivo se articulara en una plataforma reivindicativa de nuestra figura y nuestros derechos. No es lo mismo reconvertir una industria y despachar a la plantilla que despachar al enchufado. Luego está el tema del vituperio y la chanza. Sufrimos una incomprensión y una discriminación social que ni se imagina usted, ni se imagina. El enchufado es el gran olvidado en las negociaciones del convenio laboral, el enchufado es siempre el culpable de todas las desgracias y librando el resto de la plantilla que son unos vagos de tres pares de cojones. Y somos un colectivo generoso pese a todo, no crea, podríamos ir a nuestro enchufe y largar todas las miserias y mierdas del personal en quien tanto confía.

-¿Hay categorías dentro del enchufismo?

-¿Categorías? ¡Lo que hay son auténticos depredadores de los puestos de enchufe, depredadores! La gente piensa que al enchufado le dan todo hecho y los compañeros de plantilla sencillamente creen que tenemos una vidorra fetén. Mire, mi primer día laboral como enchufado me tocó un encargado que parecía que la empresa fuera suya y no un asalariado más. Pues resulta que el muy cabrito era un jodido enchufado como yo, pero claro, para darse aires se dedicó a tocarme los cojones toda la jornada por el simple hecho de que su enchufe era Fulanito Detal nada menos y el mío Don Mindundi. ¡No existía la solidaridad en el enchufismo, era una auténtica jungla!

-¿Qué busca con su sindicato del enchufismo?

-Nada en especial, sólo encontrar un buen enchufe y si subvención de fondos europeos por aquí, una ayudita estatal por allá, unas ayudas municipales y autonómicas junto a participaciones con recargo de lotería navideña y las cuotas de los afiliados, pues ir tirando que son tiempos jodidos y un buen enchufe siempre ayuda. Lo importante es que la sociedad sepa que somos de carne y hueso, que nos gusta estar de farra como al común de los mortales, llegar tarde y salir antes, los mejores festivos y fechas vacacionales y un buen jornal que nos dé para un buen jamón de Jabugo que regalar a nuestro enchufe. Sólo aspiramos al sueño consumista de la clase laboral europea.

-Para terminar, Brasas que es usted un auténtico brasas, ¿en que demonios trabaja usted, ein?

-Yo me preparé para sexador de pollos, pero logré un pequeño enchufe y pasé al sector del metal y cuando logré un enchufe más grande me pase a la industria del trabajo en el alambre. Mi puesto es supervisor de automatismos que es pasearse por el taller observando que los obreros hagan de forma automática y eficiente su labor. Llevo ya más de tres lustros en el sector del trabajo en el alambre y si consigo un buen enchufe puede que me jubile anticipadamente. He de decir que hay todo un intercambio de enchufes entre el enchufismo, una vez estable laboralmente pues das enchufe dentro de tu categoría en el enchufismo. Es peor dorar la píldora a un representante sindical o lamer el culo al patrón. El enchufismo se rige por unos criterios de igualdad ante el enchufe.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido

Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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