Hoy
entrevistamos a otro de esos aparatos que han pasado a formar parte
de la familia, con sitio propio en las estancias y que actualmente
viven un auge ya que todos los cachivaches suelen tener mando a
distancia, a veces engorrosos, a veces incompatibles pero siempre a
mano. Y aunque la actualidad es la huelga en el transporte, hay una
convocatoria de AMAD (Asociación de Mandos a Distancia) para una
huelga de los mandos a distancia de los televisores, pantallas y
similares, donde llama la atención que el resto de mandos a
distancia no forma parte de AMAD...
-Surge
como consecuencia del intrusismo, el maltrato y la discriminación
laboral con el auge de los mandos a distancia para todo tipo de
aparatos. El mando a distancia surge con la televisión y en AMAD
somos de la firme convicción de que debe irse por parte de la
industria de mandos a distancia a la creación de un mando universal
de la televisión que sirva para el resto de aparatos con mando a
distancia del salón o de las estancias donde hay un televisor que es
en casi toda estancia de la casa. No consideramos del gremio a mandos
de electrodomésticos, automóviles o mandos de las puertas y
ventanas domóticas. El mando de televisión está capacitado para,
con unas pequeñas modificaciones de fábrica sin costes que
repercutan en el consumidor, servir de mando universal para la
televisión, el equipo de sonido y todo aquello vinculado al mando a
distancia del televisor. No podemos admitir que sólo se nos utilice
para apagar y encender el televisor y luego se nos relegue el resto
del tiempo a esperar mientras el mando de la tele por cable, el del
DVD, el vídeo que aún quedan o hasta el de la persiana domótica,
la caldera de la calefacción y hasta el del robot aspirador se
encargan de tareas que podemos asumir perfectamente los mandos del
televisor.
-Los
mandos universales. En cuanto el mando a distancia sufre un ligero
deterioro por la torpeza de que quien nos maneja, se va a comprar uno
que sea universal y sirva para el televisor. Deje que le diga algo,
aunque suelen emparejarnos a mando y televisor como un todo, somos
entes distintos, colaboradores y compañeros de faena, siempre; pero
mansedumbre y relación basada en el dominio, jamás de los jamases.
Cuando se compra un mando universal que sustituya al legítimo, es
como adquirir clones, es una puñalada trapera al televisor que ve
cómo un intruso clonado, barato y de poca calidad de repente se
encuentra al mando, nunca mejor dicho. Dejando aparte que se relegue,
tire y se olvide al mando original, estos mandos intrusistas causan
serios cuadros depresivos en televisores sin importar que sea de tubo
catódico, plasma, plana o panorámica. Mire que sólo sucede con los
mandos a distancia de televisión, nadie compra un clon de otros
mandos a distancia que son tratados con mimo, respeto y cuidado, pero
claro, el mando a distancia de la tele es prescindible, es un cero en
la ecuación. AMAD exige comprensión y reconocimiento de los
servicios prestados. Hay estudios que avalan que cambiar de mando a
distancia de la televisión provoca estrés en la misma y acorta su
vida útil. Elegir un mando a distancia universal en lugar del
original mata al mando y mata al televisor.
-Es
algo atroz, pero atroz. Empieza con el desembalaje donde se nos abren
las entrañas sin respeto ni consideración, en una mezcla de
ansiedad y apetito consumista se coge el mando y se le abren las
entrañas para instalar las pilas sin anestesia, con torpeza virginal
colocando las pilas al revés, se nos cierra la tapa de forma tan
brutal como en la apertura y, como el mando a distancia no funciona
al estar las pilas mal puestas, pues ya empezamos con las hostias y
golpecitos hasta que el torpe de turno se da cuenta de que instaló
mal las pilas del demonio. El calvario no termina ahí. Se nos
aprietan los botones con furia, sin delicadeza alguna. Si es época
de nueces ya nos están utilizando de mazo, AMAD tiene una de sus
exigencias más firmes en que el suelo esté enmoquetado, o con un
cojín y que nos instalen un paracaídas porque no sabe usted la
cantidad de caídas que soportamos en nuestra vida útil. Ellas, se
quedan dormidas en el sofá y noche tras noche nos precipitamos al
vacío; ellos se duermen en el sillón, con reposabrazos más altos,
y la caída es algo brutal. Luego están los que nos rompen la pestaña
del compartimento de las pilas y primero tratan de arreglarlo con
pegamento altamente corrosivo que además no pega para finalmente
ponernos un montón de celo pegamentoso que nos da una estética
horrible ante visitas. Lo de lanzarnos a la cabeza de la parienta,
marido, yerno e infancia nos provoca daños que pueden ser
irreversibles. Y luego los bebés, cosa horrible que nos muerden,
mascan, arrojan, destripan y finalmente nos tiran a la taza del
inodoro. Y claro, consecuencia del maltrato pues nos cambian por un
clon universal que provoca a su vez el intrusismo. Es la pescadilla
que se muerde la cola.
-Los
mandos de los televisores inteligentes. Resulta que su pantalla
vinculada al mando a distancia funciona como una tableta pero a lo
ganso. Se llega a los menús de forma intuitiva, tienen botones de
acceso directo a las aplicaciones. Aunque compartimos la problemática
del intrusismo de los mandos a distancia de la televisión por cable
que nos relega a funciones de encendido y apagado, son mandos a
distancia que discriminan al del televisor y en honor a la verdad, un
televisor inteligente sólo tiene de tal el nombre puesto que son
aparatos informáticos. AMAD no quiere ir contra el progreso, pero
deben utilizarse mandos a distancia de televisor cuando la pantalla
haga de tal. Es una medida controvertida porque las asociaciones de
consumidores han puesto el grito en el cielo ya que implica su
implementación que se provea de dos mandos, uno de televisor y otro
para funciones informáticas con costes añadidos al precio final. La
justicia es cara en ocasiones y es una cuestión de dignidad que
consideramos irrenunciable.
-Horrible,
horrible. En AMAD llegan quejas todos los días de mandos a distancia
afiliados que sufren un desgaste en los botones de hasta un 500%
superior a antes de la invasión de Ucrania. El usuario quiere
contrastar informaciones y cambia constantemente de canales. Si se
tiene por cable la cosa es una vorágine de pulsar botones del mando
a distancia que nos lleva de nuevo a cambiar el mando por desgaste,
tanto estético como funcional. Al menos en Rusia sólo pueden ver
canales gubernamentales, pero en el resto de Europa y del mundo la
pluralidad lleva al desgaste prematuro y de nuevo al intrusismo de
los mandos clonados. Somos un colectivo laboral muy castigado en
nuestros derechos básicos y fundamentales de miembros de los
electrodomésticos como son los televisores. En ese sentido, el
régimen de Putin en Rusia y su política de cerrar canales
antigubernamentales, sí cuida los mandos a distancia al igual que en
Cuba, Venezuela y Corea del Norte, país éste donde el mando a
distancia vive una segunda edad de oro por la existencia de un solo
canal de televisión.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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