Con la
colaboración de Mars El Grouchu en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
VEN A CENAR CONMIGO
(O
EL ARTE DE LA VANIDAD Y LA HIPOCRESÍA EN LA MESA)
Me tocaba recomendar un programa y por la hora de
emisión, esa hora absurda antes de cenar o de cambiar de planes, y
una vez más he topado con uno de esos programillas que nacen sin
pretensiones de audiencia, casi de relleno dando una vuelta de tuerca
a la moda televisiva actual por la gastronomía plebeya, cocinada por
la plebe, donde se ajusta el ajustado presupuesto, ni siquiera hay
presentador o presentadora y sólo una voz en off o de fondo en
cristiano...
El planteamiento es sencillo y a la vez complicado. La
sencillez reside en cinco desconocidos y desconocidas que se reúnen
a cenar durante cinco noches y cada noche uno de los participantes
hace de anfitrión; posteriormente puntúan la cena y gana el que más
puntos sume al final de la ronda gastronómica. Lo complicado reside
en acertar en el casting y aquí hay que felicitar al equipo de
producción, una acertada realización complementada con la locución
logrando todo ello un tiempo narrativo dinámico y variado a medida
que vamos conociendo los comensales.
Vanidad porque todos ellos y ellas son frikis de los
fogones caseros donde la estrella suele ser un robot de cocina,
laterío, hojaldres comprados y hasta piruletas. Todos y todas tienen
la vanidad de creer que cocinan muy bien siendo un placer fisgar cómo
lo preparan y ponerles a caldo con la parienta o el pariente, cómo
esperan ansiosos el veredicto del paladar y la cara de haba que les
queda cuando les critican negativamente el plato de turno. Hipocresía
porque nos identificamos con ellos y ellas cuando alaban el buen
hacer a los fogones del anfitrión o anfitriona para luego ante la
cámara y a solas crucificarles gastronómicamente.
Programa que engancha porque los protagonistas son
personas corrientes, ciudadanos con vanidad como nosotros e
hipócritas con escarnio si se tercia por detrás. Al final se nos
pasa el tiempo entretenido y se asimila esperar 24 horas para ver la
siguiente cena, un programa que no molesta a nadie y que es una
alternativa recomendable entre noticieros, programas para cerebrines
de diccionario, anuncios varios o simplemente echar unas risas ante
el televisor. Felicitar a la cadena y se agradece uno de esos
programas a los que no eres fiel a diario pero que sabes que está
ahí para terminar siendo entremés entre anuncio y anuncio de otras
cadenas.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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