Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
INTERSTELLAR
(2014)
Fue
percatarnos de la posibilidad de visionar una película de ciencia
ficción y además de reciente hornada, bajo los parámetros de
nuestro bajo poder adquisitivo como empleados del turno de noche,
para tirar mochos, linterna y caja de herramientas, calentar unas
palomitas y enfriar unas birras sentando nuestras posaderas con ansia
cinematográfica ante un argumento interesante como es el futuro
inmediato en términos históricos y una vuelta de tuerca más al
tema de las vicisitudes cuando entras en un agujero de gusano y se
distorsiona el tiempo.
La
cosa empezó bien en esta producción estadounidense de 2014 dirigida
por Christopher Nolan y reparto casi de lujo y de solvencia en
taquilla encabezados por un Matthew Mc Conaughey que logra una
interpretación creíble de su personaje, atrapado en un planeta que
se abrasa a fuego lento donde viejos pilotos como él se han
reconvertido como el resto de habitantes en cultivadores de maíz
porque ya no se necesitan ingenieros sino granjeros pese a que el
polvo es omnipresente y las tormentas de ídem no dan tregua a
cosechas y cosechadores.
En
ese mundo polvoriento ha sobrevivido la NASA que ha estado trabajando
en una alteración gravitacional que trata de comunicarse con la
tierra, a través de la misma por alguien, y ha preparado una misión
que compruebe si las sondas y tripulaciones del proyecto Lázaro han
encontrado un planeta habitable donde evacuar a la población pero si
fallara el plan hay un plan B que consiste en establecer colonias
merced a los óvulos que llevan en su nave, todo ello bajo la
dirección del típico profesor Bacterio interpretado en esta ocasión
por un venerable Michael Caine que devora el plano compartido con esa
mirada marca de la casa y que sabe interpretar el morirse de manera
magistral como siempre porque al Caine se le aplaude todo sea bueno o
menos bueno y superviviente de una época de actores de cine tan
taquilleros y populares como las estrellas de cine.
En la
parte femenina el protagonismo recae en una Anne Hathaway con su
personaje atormentado donde su rostro demacrado en comparación con
antaño da grima, al menos para quienes fuimos devotos de su belleza.
Lo cierto es que su personaje sólo tiene sentido en el momento en
que la tripulación debe decidir si ir al planeta explorado por su
pareja sentimental o al de el científico más preparado que ha
enviado un mensaje de que el planeta es habitable ya que el tercero
en discordia es un planeta aguado con profundidad de diez centímetros
y olas de diez kilómetros de altura. Pero la Hathaway está de
florero y su cara marchita prematuramente aparta cualquier intención
de pensamiento pecaminoso...
El
mejor del elenco de todas formas es el personaje de Matt Damon, un
explorador cagón que al percatarse de que el mundo helado hasta las
nubes a donde ha ido a parar será además la tumba más fría donde
descanse un ser humano, así que el muy ladino envía informes
favorables a la colonización para así asegurarse de volver al
planeta materno por muy achicharrado que se esté achicharrando no
dudando en matar a quien se interponga en su camino si hace falta y
su muerte provocó unas risas entre el equipo de cata
cinematográfica.
La
película nos enganchó porque uno de los aciertos reside en que las
naves son creíbles, salvo el detalle de que los motores se inundan
de salobre y corrosiva agua marina y no sólo funcionan sino que
purgan. Por fin una película se atreve a mostrarnos miradas
realistas de lo que sería navegar por el espacio sin que salgan
puntitos luminosos de fondo; el acierto de que el sonido que se
produciría es realista ya que no se oye y finalmente está bien
resuelto el tema de la ingravidez. Fallo en el tema del pelo de la
fémina que aunque lo lleva corto tiene mechón y éste no es
ingrávido, pero en líneas generales los efectos enganchan a quienes
gustan de texturas realistas de metal y sin incongruencias de física
en temas de sonido y gravedad.
La
historia son varias en una que se complementan aunque el tema ya
dicho del planeta con el enamorado en su superficie y el dilema moral
que plantea ante los criterios para seleccionar dónde colonizar se
resuelve en tres minutos, el rollo de la misión se resuelve en cinco
minutos y lo de la comunicación gravitatoria, el espacio tiempo y
sus paradojas en quienes lo atraviesan más el rollo de la quinta
dimensión final, coincidiendo en que cortaron para anuncios, hizo
que antes de que terminase diéramos por finalizado el visionado ya
que es una película de la que quieres tener buen recuerdo y aún
recordamos la, para alguno del gremio, supuesta bella epifanía final
de Inteligencia Artificial y
el rollo del espacio tiempo ya nos taladraba las neuronas, las birras
calenturientas y la faena esperando que nos pusiéramos a ella. Una
de esas películas agradables por partes de la misma pero que quizás
es mejor no verla acabar para tener la excusa de verla finalizar en
otra ocasión pese a que no tengas verdadera intención y que su
recuerdo se vuelva olvidable...
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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