Una sección de
Palomino Gargajo Bilioso
en exclusiva para The Adversiter
Chronicle
La virtual levedad del
ser del prófugo Puigdemont
Han
hablado las urnas en Cataluña y el resultado es fruto de la siembra
de la disputa social en base a la supremacía patriótica y un
discurso de enfrentamiento, semillas que sembró una clase política
secesionista que ha preferido seguir con el insulto a la inteligencia
de sus votantes y el engaño provocativo al resto de ciudadanía
española. En la otra parte, unos partidos que apoyan la constitución
y el orden legal vigente que lejos de convencer a casi todos han
provocado un trasvase de votos sin apenas ganar nuevos adeptos.
La
brecha social tuvo reflejo en el recuento donde hay que sacar pese a
todo buenas lecturas de los resultados obviando la diferencia clara
entre votantes a favor de las tesis secesionistas, aunque el discurso
se ha vuelto más dialogante aunque atrapado en sus propias falacias
pregonadas por los políticos artífices del intento de secesión
ilegal y quienes prefieren mantenerse dentro de España. La buena
noticia es el descenso de la CUP y de la franquicia catalana de
PODEMOS resaltando el pobre resultado del PP, lastrado entre el
discurso oficial del gobierno estatal y el poco margen de maniobra
que éste otorgaba al candidato popular que se ha confundido con
tibieza y el castigo en las urnas hacia un partido que trascendió el
tema catalán para castigar los niveles de corrupción en que se ha
movido el partido.
Lo
normal en el país de Jauja sería que ERC llegara a un acuerdo de
gobierno con el PSC y el partido de la señora Colau, pero los de
Esquerra están atrapados entre la venganza del prófugo Puigdemont
hacia el señor Junqueras que seguirá en prisión hasta que el
prófugo sea llevado ante el juez; puede estar el prófugo tranquilo
porque al final será por prevaricador que cumpla sentencia siguiendo
la senda marcada por el que iba de padre de la patria y quedó en
chorizo catalanista, el nunca más honorable señor Pujol. Pero
mientras dura el dinero, posiblemente de fondos públicos y en un
alto porcentaje estatales desviados para la secesión ilegal, para
mantener la pantomima del exilio político, el prófugo Puigdemont
hace pagar al señor Junqueras el golpe de mano la mañana de la
proclamación de la fantasmagórica secesión en forma de aborto de
república donde el prófugo quería moderar y se impuso la tesis de
todo para adelante, ande o no ande.
El
prófugo Puigdemont es ya un cadáver político aunque la ciudadanía
deba seguir soportando insultos a la inteligencia y atentados a la
democracia pero la clase política lo sabe y ya se maniobra de cara a
la siguiente meta volante camino de la independencia, ya es algo que
se omite la palabra república. Pero hay que seguir engañando en una
realidad paralela a la masa votante independentista que en el segundo
trimestre de 2018 notarán el coste económico a nivel de bolsillo
contribuyente al atentado secesionista que calculó mal las
circunstancias y ha logrado unir la idea de España como no se veía
desde la noche de verano en que La Roja logró el titulo mundial de
fútbol, cosas que sorprenden desde antiguo a nuestros vecinos
europeos desde los tiempos de Roma...
Todo
indica que hay un cambio de formas y maneras que deberán
corroborarse con hechos inmediatos, al menos el nuevo presidente de
la cámara autonómica, limitado por el discurso secesionista, ofrece
algo que no quiso hacer su antecesora de firmes convicciones pero
poco amiga de calabozos y celdas por las mismas: un respeto a la
legalidad y un cauce de diálogo de las fuerzas políticas salidas de
las urnas. Resulta triste y lamentable que para volver a donde nunca
debió de salirse tenga un coste tan alto que durará décadas pagar
con intereses. Posiblemente se le conceda al prófugo Puigdemont un
último acto teatral que él querrá prolongar porque una vez haya un
gobierno autonómico y avance la investigación por prevaricación el
prófugo Puigdemont deberá elegir entre ser una efímera estrella
gracias a sus memorias, un par de documentales y alguna entrevista
porque el tiempo pone a cada uno en su sitio y el del prófugo
Puigdemont es de ser una estrella virtual en todos los aspectos y no
sólo el tecnológico donde no se sabe si es secesionista o hincha de
Las Palmas en partido europeo, un ser grotesco como una chirigota de
carnaval.
Que
nadie se engañe, seguirán las provocaciones a la legalidad ante los
micrófonos, los insultos a la inteligencia en las declaraciones y
desafío a la democracia bajo el manto de una proclamación que sólo
ha sido una deslealtad intolerable al conjunto del Estado por parte
de una clase política cuyo único logro ha sido desviar dinero
público para crear una forma de vivir política validada en las
urnas gracias a un control de la propaganda informativa, escolar y
social. Ahora se les acaba el chollo de los fondos públicos
desviados a supuestas asociaciones y entidades siguiendo el modelo
etarra de influir en las instancias políticas bajo supuestos
movimientos sociales. El electorado independentista es víctima de
una estafa donde la coherencia permanece en prisión porque se ha
impuesto la charlatanería del vendedor de crecepelo que ya no va en
carreta por el lejano oeste y vive de gorra en Bruselas mientras
vende su producto de forma virtual gracias a las nuevas
tecnologías...
Así
de simple y así de complicado.The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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