The Adversiter Chronicle

lunes, 27 de octubre de 2025

"Deporte sin porte", por F. O. Roffön

Una sección de F. O. Roffön en exclusiva para The Adversiter Chronicle

Cara y sufrida victoria frente a un Real Zaragoza que no pudo remontar pese a con un jugador más contar

Semana previa al encuentro frente al Real Zaragoza de emociones encontradas. Por una parte la alegría y alivio tras las victoria en Valladolid que permitía preparar el siguiente partido con calma, declaraciones a la prensa de jugadores que vuelven a recobrar confianza y optimismo tras la racha negativa de resultados y juego que le costaron el puesto a Garitano y un Borja Jiménez que entró con buen pie a dirigir el equipo manifestando dosis de realismo reconociendo que el objetivo ahora debe ser alcanzar los míticos cincuenta puntos y si se consigue tratar de llegar al tramo final en condiciones de disputar el ascenso. Por otra parte, el fallecimiento de un jugador mítico para la memoria sportinguista como fue Espinosa, aguerrido defensa que llegó al Real Sporting en 1982 procedente de la cantera del Real Madrid, jugando seis temporadas como rojiblanco, uno de los pilares del Real Sporting de la época dorada y que contribuyó a clasificarnos en dos ocasiones para la copa de la UEFA y seleccionado en la también mítica selección española que jugó la Eurocopa en 1984 siendo titular en cuartos de final frente a la entonces RFA. Y es que Espinosa no era protagonista de los grandes titulares, era un defensa contundente y parte de la espina dorsal del equipo, se ganó el cariño de la afición por ser un jugador sin estridencias en el vestuario, todo lo contrario, y baluarte como parte de la defensa que hizo brillar, junto con el resto de compañeros, al Real Sporting logrando ser competitivos y un rival a respetar por los contrarios...

Buen ambiente en El Molinón para recibir a un Real Zaragoza querido por la afición sportinguista y cuya afición es comparable a la afición sportinguista en lo que se refiere a dar apoyo y que atraviesa horas bajas que se presentaba como colista y nuevo entrenador y con aficionados desplazados al Molinón para dar apoyo. El partido tuvo, literalmente, dos partes bien distintas. Antes del partido se guardó un solemne minuto de silencio en memoria de Espinosa. Ambos equipos comenzaron el encuentro dispuestos a tratar de dominar el juego controlando el balón, sin un dominio claro de ninguno. Tal era la intensidad que el colombiano Otero vio una tarjeta amarilla a los cinco minutos del pitido inicial. El Zaragoza montó su sistema defensivo sin renunciar al ataque cuando tenía ocasión, jugando el balón con ideas claras que lograban llevar el peligro al área rojiblanca, lejos de ser un equipo colista, mientras los jóvenes y no tan jóvenes atletas del once sportinguista trataban de perforar el sistema defensivo visitante que hacía que Gelabert no recibiera balones, un forcejeo que en el minuto veinticuatro, a saque de esquina, el incombustible Otero remató espléndidamente de cabeza marcando el que sería el único tanto del encuentro. Todo indicaba que el Zaragoza acusaría el golpe y sería la ocasión de rematar porque no les quedaba más remedio que buscar el empate propiciando ocasiones para pillarle a la contra. Pero el partido comenzó a transformarse para el Real Sporting cuando diez minutos después de marcar Otero tuvo que retirarse por lesión el audaz Gaspar Campos que sería sustituido por Nacho Martín. El equipo visitante no se achantó por el gol en contra y lograba inquietar a la grada con sus ataques contundentes y antes del descanso tuvo el Bravo Yáñez que lucirse una vez más con un paradón, en unos minutos finales de pájara en la defensa sportinguista que metió el miedo en el cuerpo a las gradas. Ya en tiempo añadido, nueva desgracia en forma de lesión de Otero que se retiro del césped renqueante y fastidiado porque parecía que la lesión podría serlo, saltando al césped Pablo García para sustituirle. Miraba el respetable la hora, dadas las interrupciones el árbitro añadió minutos al tiempo añadido, cuando de súbito el intrépido Dubasin vio tarjeta roja por un manotazo tras consulta en el VAR, no se vio en el BAR la misma apreciación y comenzaron a llover corchos de botella y cacahuetes al televisor que hizo al chigrero poner orden amenazando con desenchufar la tele y no fiar en una semana. Para rematar la guinda del mal fario que se cernía sobre El Molinón, marcó el Zaragoza en tiempo añadido del tiempo añadido, esta vez el VAR y el BAR coincidieron en que no era tal, llegando con alivio al descanso y con la sensación de que iba a tocar sufrir jugando con uno menos y un rival que seguramente saldría decidido a remontar aprovechando la circunstancia porque el Zaragoza en el primer tiempo nunca dio la sensación de equipo colista. Dio comienzo, pues, un partido completamente distinto. Para empezar, Borja Jiménez sacó del campo a Gelabert sustituido por Amadou y el Zaragoza saltó de nuevo al césped con la firme ambición de tener el control del partido y de la pelota frente a un Real Sporting que montó el dispositivo defensivo decididos a defender el marcador a favor, contando con la presión ambiental de una afición sportinguista que no dejó de silbar y abuchear cuando el rival tenía el balón y que daba coraje a los rojiblancos. Y es que el segundo tiempo fue un monólogo del Zaragoza encorajinado en busca del gol. En el minuto setenta nuevo contratiempo en forma de tarjeta amarilla para el incombustible Corredera que se perderá el próximo encuentro por acumulación de tarjetas. Seguía el Zaragoza su ofensiva sin descanso, salvo unos minutos en que el juego se volvió bronco, lo cual favoreció a los rojiblancos que se mostraban firmes en defensa pese a los ataques maños. En el minuto ochenta el míster metió piernas frescas dando entrada a Loum y Kevin Vázquez por Guille Rosas, renqueante, y Corredera respectivamente. Los minutos finales se sufrieron debido a una batería casi constante de saques de esquina a favor del Real Zaragoza que creaban incertidumbre y un pitido final que parecía que no iba a llegar nunca. Victoria trabajada, cara y sufrida del Real Sporting y nueva dolorosa derrota para el Real Zaragoza y su afición, que pese a ser un equipo alejado de la imagen de un colista, plantó cara desde el minuto uno aunque incapaz de sacar provecho de su ventaja, una de esas derrotas que contribuyen al mal fario del ser colista donde parece que nunca se ve recompensa al trabajo realizado en el césped y que hunde la moral de jugadores y afición.

Cara la factura de la victoria con el resultado de dos lesionados y dos jugadores pilares del equipo que están sancionados para la próxima jornada como son Dubasin y Corredera, jornada con visita al feudo de Las Palmas que necesita una victoria para afianzarse en puestos nobles, duerme segundo en la tabla clasificatoria esta semana, y entre medias partido copero contra el Caudal Deportivo de Mieres, circunstancias todas ellas que propiciarán que los suplentes demuestren que son válidos y callar voces que aseguran que actualmente no hay banquillo solvente. Y mencionar que los carbayones empataron en el feudo del Girona tras gozar de ventaja en el marcador y que les mantiene en puestos de descenso así como la derrota del Real Avilés Industrial que rompe la buena racha de resultados de los avilesinos. Toca esperar acontecimientos y semana de trabajo intensa para Borja Jiménez y sus pupilos tras uno de esos partidos que forjan realmente a un equipo y afición, logrando un cambio en los jugadores al aumentar la confianza en sí mismos y a la afición a tener fe en el entrenador y su sistema, claro que una derrota hubiera sido todo lo contrario pese a los atenuantes de jugar con uno menos y la lesión de Otero...
F. O. R.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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