Suplemento
viajero cutre de The Adversiter Chronicle
Viaje a la tienda de
viejos vinilos
El
viajero se detiene en el escaparate, el local está en su ruta
habitual en el coche de San Fernando y lo conoce desde que era
estudiante. Recuerda el viajero cuando abrió el primer negocio, una
tienda de aparatos electrónicos, televisores, torres de música y
demás, que aguantó como tal hasta la pandemia y cuando ésta acabó
el negocio cerró. En el tiempo transcurrido desde entonces el local
se mantuvo cerrado, con los cristales sucios y donde antes había dos
escaparates repletos de atrayentes productos a la venta ya sólo
quedaba el espacio vacío y mugriento. Hasta que hace unas semanas el
viajero pudo observar que revivía, los papeles tapando los cristales
auguraban una nueva vida para el local y resulta que se ha
transformado en una tienda de viejos vinilos, CD´s, y mercadotecnia
musical con camisetas, utensilios y adornos con motivos musicales que
el viajero contempla extasiado, mirando portadas de viejos vinilos
de los 70´s y 80´s...
El
viajero se detiene en la entrada, con forma de U. Hay a la venta por
un euro láminas para colgar en la pared, los motivos tienen que ver
con personajes de videojuegos y dibujos animados, hay incluso uno de
Mazinger Z en la Gran Vía
de Madrid que hace viajar en el tiempo al viajero echando en falta su
compañera Afrodita A.
El viajero va pasando las láminas que van desde personajes de
Pokemon a paisajes
londinenses que llaman la atención del viajero que pasa al interior.
Han desaparecido el mostrador y las estanterías que conoció el
viajero y queda un espacio diáfano repleto de largueros en
caballetes que sostienen cajones, cada uno dedicado a un estilo, a
una década musical o artistas. Lo que llama la curiosidad del
viajero son los viejos vinilos, las portadas, algunas descoloridas
por el paso del tiempo y que permiten saber su época por el estilo
de las letras y las fotos de portada. Hay vinilos clásicos de todo
tipo de estilos y artistas, local de reposada visita si se quiere
apreciar en su magnitud el género expuesto a la venta...
El
viajero pasa rápido entre los pasillos que forman los largueros,
anda escaso de tiempo, sólo ha entrado por curiosidad y barrunta
para sus adentros que el sitio merece la pena volver a visitarlo de
manera más reposada y los precios son asequibles e incluso son
baratos algunos discos de larga duración, no se detiene el viajero
tanto en los CD´s, camisetas y objetos a la venta relacionados todos
con el mundo de la música y destacan los productos rockeros que
nunca mueren como camisetas negras con el grupo de turno estampado,
botellas, pequeñas guitarras con todo lujo de detalles para colocar
en un mueble del salón, un sin fin de cosas que llaman la
atención...
El
viajero mira la hora y siente tener que dejar el establecimiento y se
promete a sí mismo que pasará otro día con más tiempo. Ha sido un
bonito viaje tanto físico como de recuerdos despertados por algunos
productos, algunos presentes en su más temprana memoria, esos
recuerdos que afloran al pensamiento inducidos ante la visión de
algo que el viajero nunca pensó volver a ver...
El
viajero sale al soportal en forma de U, mira alguna cosa fugazmente
que había escapado en una primera observación y pisa la acera, debe
acudir raudo a...
Pero
ése, ya es otro viaje.
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