Una sección de F. O. Roffön en exclusiva para The Adversiter Chronicle
Victoria trabajada
frente a un Real Valladolid C. F. al que le faltó pegada
Había
impaciencia en la parroquia sportinguista tras la balsámica victoria
la pasada jornada frente al Racing tocando visitar el feudo de un
Real Valladolid que también necesitaba la victoria ante su gente.
Unos días que, gracias a la victoria frente al Racing, dieron al
nuevo míster tranquilidad de cara a la afición y de margen a los
tribuletes deportivos locales que manifestaban dudas pese a la
victoria. Resulta tranquilizador el talante de Borja Jiménez en sus
declaraciones donde, lejos de quejas y empezar a curarse en salud,
manifestó que veía una plantilla compensada y que sigue conociendo
a la misma. Parece un entrenador con ideas claras, tiene muy buenas
referencias y según éstas es un entrenador capaz de motivar a sus
pupilos y aprovechar lo mejor de cada individualidad en aras del bien
del conjunto. Pero esperanzas e interrogantes aparte, el encuentro en
Pucela se intuía por todas las partes que sería la confirmación de
haber pasado un punto de inflexión o bien volver a las dudas, los
miedos y la incertidumbre, siendo la solución en estos casos una
victoria reconstituyente y frente a un rival de enjundia que no lo
pondría fácil...
Gran
ambiente en las gradas con hinchada rojiblanca que hizo recordar en
el BAR épocas más gloriosas de otros derbis en Primera. Ambos
equipos salieron enrabietados con alta presión, interceptación de
pases y ataques rápidos durante los primeros seis minutos que se
cortaron en seco cuando el árbitro detuvo el juego para que le
arreglaran el intercomunicador. Se reanudó el juego una vez
subsanada la avería y ambos equipos porfiaban en dar un zarpazo al
contrario, y sería el Real Sporting el más afortunado cuando el
colombiano Otero culmina en el minuto doce una brillante jugada a la
contra y pase al colombiano para rematar. Alegría desbordada en la
grada rojiblanca y cara de circunstancias de la afición local. Se
llegaba al primer cuarto de hora con un Valladolid que se desperezó
tras el gol en contra tomando el control del balón mientras los
jóvenes y no tan jóvenes atletas del once sportinguista se
replegaban defendiendo en las inmediaciones del área sportinguista
donde los rojiblancos achicaban agua con algún que otro apuro debido
a la presión sin balón de los pucelanos pasando factura a la defensa
con una tarjeta amarilla en el minuto dieciocho a Corredera. Tanto
iba el cántaro a la fuente que cinco minutos antes de la media hora
de juego verían los locales el fruto a sus esfuerzos y dominio del
juego en las botas de Peter que marcaría tras coger un balón
rechazado por el bravo Yáñez que despejó el esférico en un
peligroso disparo previo y sin opciones de evitar el gol de Peter. El
gol del empate calmó los animos en el Valladolid que bajó el pistón
y un Real Sporting que lograba jugar más cómodo y lejos del área,
llegando al descanso con las espadas en alto, si bien con sensible
superioridad de los locales. La segunda parte tuvo protagonismo
sportinguista con intención de sacudirse la superioridad del rival
con presiones altas, interceptando pases y finalmente logrando
culminar en el penalti por falta a Dubasin que el colombiano Otero
materializó desde la pena máxima logrando su segundo gol de la
tarde y de la temporada, que fue celebrado con gran algarabía en la
hinchada sportinguista. Tras el gol, pudo verse un cambio en el Real
Sporting cuando, lejos de encerrarse atrás como tras el gol en la
primera parte dejando la iniciativa al contrario, éste estuvo lejos
de achicopalarse y trataba de sacudirse la presión defensiva del
Real Sporting creando peligro ambos equipos, si bien con el coste de
otra tarjeta amarilla, esta vez a Gaspar Campos y en el minuto
sesenta y cuatro sería el bravo Yáñez con uno de sus paradones
marca de la casa quien evitaría el tanto del empate pucelano. Gaspar
Campos sería sustituido por Pablo García y se llegaba a la media
hora del segundo tiempo con un buen Real Sporting en defensa y un
Valladolid que lo intentaba sin demasiado efecto, ambos equipos
perdiendo balones y la sensación de ligera superioridad local sobre
el equipo visitante y ambos con seriedad defensiva. Corría el minuto
setenta y ocho con la sensación de que el Valadolid estaba cerca de
lograr la segunda remontada con el marcador en contra cuando un
contraataque lo culmina Dubasin a pase certero de Gelabert que
aumentaba la ventaja en el marcador y auténtico baño de agua helada
para los locales, tanto en la grada como en el césped. Dubasin
recibiría los aplausos de la hinchada sportinguista al ser susituido
en el minuto ochenta y tres por Nacho Martín. Se respiraba en el BAR
y se bebía con tranquilidad de tener una diferencia de dos goles y
no acabar pidiendo la hora como en partidos precedentes, pero nada
más lejos de la realidad porque pese a que el Valladolid estaba
desfondado y entumecido por el tercer gol en contra, lograría ya en
tiempo de añadido marcar el segundo tanto llevando esperanza a su
afición y metiendo el miedo en el cuerpo de los sportinguistas a que
se repitiera ver escabullirse la victoria en el minuto final sin que
un empate sirviera de consuelo. Pero ya no se movería el marcador
con unos felices y contentos de confirmar la recuperación tras la
mala racha de resultados en contra con los otros cariacontecidos
porque se jugó bien y se crearon ocasiones pero faltó pegada y
contundencia en defensa. Felicitar pese a la derrota al Real
Valladolid y su afición que nunca dejaron de luchar por la remontada
el equipo y de animar su hinchada.
Toca
disfrutar la afición del triunfo y a Borja Jiménez le espera
trabajo con sus pupilos porque ya se rumorea por el BAR que hizo
pocos cambios porque no hay banquillo según los tribuletes
deportivos locales. En todo caso es lo que hay con un nuevo míster
capacitado para hacer florecer las virtudes de los jugadores a sus
órdenes. No hacía falta cambiar mucho si todo estaba funcionando y
sólo se acallarán los rumores de no tener banquillo si acompañan
los resultados y conlleva que haya paciencia y cuchillos envainados.
La próxima jornada toca recibir en El Molinón nada menos que a un
Zaragoza que va colista con seis puntitos, partido trampa porque es a
priori un rival propicio para sumar los tres puntos, pero no hay que
olvidar que el Zaragoza siempre es competitivo ante un rival
histórico del futbol español al igual que el Real Sporting pese a
que ambos viven tiempos alejados de aquellos derbis en El Molinón
contra los maños. Los carbayones palmaron de nuevo en el
`Tartierón´, esta vez frente al Espanyol, y duermen con seis
puntitos en puestos de descenso aumentando la presión sobre la
plantilla y con un entrenador cuestionado por parte de la afición
carbayona. Así que a disfrutar de la competitividad recuperada y
esperar al Real Zaragoza confiando en el trabajo de Borja Jiménez y
de la plantilla, que mejor o peor, es lo que hay con el objetivo de
sumar los cincuenta puntos de las narices...
F.
O. R.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
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