Si hay algo maravilloso en
estos apasionantes tiempos de zozobra a caballo del populismo y la
demagogia total con aspiraciones de totalitaria es, en mi demente
opinión, la posibilidad de asomarse a otros mundos que son éste
merced a poder sintonizar canales de televisión de otros países y
culturas...
Parece una pijada, a mí
mismo mismamente me lo parecía cuando empecé a barruntar para mis
adentros zapeando un poco antes de que Morfeo me acogiera en sus
oníricos brazos. En el acantilado puedo sintonizar las nacionales y
los nacionalismos de algunas, cosa curiosa porque la televisión
pública es cualquier cosa menos nacionalista en el sentido de ser la
televisión de toda la nación y parece que emite a minorías de todo
tipo y pelaje. Las internacionales hay de todo, algunas en cristiano
y otras en lenguas extranjeras, muy útiles activar los subtítulos y
aprender inglés pese a que el retardo entre la imagen y la
traducción haga que no coincida 100% el sonido con la letra, pero
puede superarse. Tras tropecientasmil noches de experiencia, puedo
apreciar los matices de los distintos canales nacionales y conocer
otras realidades pese a que las imágenes suelen ser las mismas en
casi todas cambiando el tono de la presentación...
Ya no tengo duda de que
todo el planeta televisado tiene problemas, si quitas el sonido ves
las mismas protestas y choques entre manifestantes y fuerzas del
orden público. Es verdad que cambian los uniformes, los rasgos de
los rostros y las vestimentas, incluso cambia el paisaje según el
continente o latitud, pero sin sonido todo parece lo mismo...
Desde luego es una
sensación otoñal, con cierto resto a desasosiego en el paladar,
metálico y ajeno a la memoria de restos en el paladar...
La televisión es
nutritiva, que dijo alguien una vez.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org




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