Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
SUPERVIVIENTES 2021:
Olga roba a su muy mejor amiga en la isla, Lara Sajen se va por fin y
Alejandro Albalá presenta su candidatura a finalista con opciones
mientras Gianmarco llora que llora por los rincones
Se
acerca la final y quien más y quien menos tira de lloreras y
lagrimones aunque por distintas razones. Olga, protagonista de esta
edición con protagonismo del exterior, ha sucumbido a la tentación
y ha quedado como ladrona con nocturnidad y alevosía con nada menos
que su muy mejor amiga en el concurso, que es Melisa. Tom también
tira de lagrimón con la excusa de que Sandra le ha dejado, noticia
rancia que ya suelta tufo de arenques pudriéndose al sol, que sirve
de argumento para la presencia en platós y programas de la moza y
para dar pena el mozo, que aliado con Gianmarco trata de hacer el
concurso imposible al Albalá, un tipo que es el integrado en la
naturaleza de esta edición...
Alejandro
Albalá ha sufrido la transformación física que sufre un o una
concursante en cada edición. Delgado como un palo en vertical,
barbas a medio camino de santón anacoreta y de conquistador del
Nuevo Mundo naufragado en una isla desierta. Recibe puyas, insultos y
menosprecio, pero al igual que en las pruebas, su caminar gracioso
para el espectador, grotesco su andar para el presentador y esa calma
chicha que impregna todo lo que hace, le convierten en un auténtico
isleño. El caso es que entre tanta inquina hacia él, cometen el
error de siempre que es hacer la vida imposible a alguien sin
muchas opciones de llegar a la final y al que la audiencia salva
hasta llevarlo en volandas a la misma. Esta semana se enfrenta en las
nominaciones a Tom, cansino y repulsivo ya con su rollo con Sandra
que ya no es tal, la Olga que tiene en contra las intervenciones de
Rocío Flores y de su marido el inefable Antonio David por vía
epistolar y que es, ha sido, ladrona de su muy mejor amiga. Si Albalá
sigue gozando del favor de la audiencia en las votaciones, se
convertirá en el candidato masculino a finalista con opciones de
llevarse el premio.
Y
esta semana ha sido expulsada Lara Sajen. En estos tiempos de censura
moral para cambiar la misma, es más lo que no puede decirse de su
concurso que sus méritos. Sus méritos, que es una concursante
temible, sagaz para captar situaciones, saber jugar con la cámara,
consciente de que tiene la simpatía de un sector de la sociedad,
perspicaz para arrimarse a alguien y luego sacrificar y despellejar a
quien sea en el momento oportuno. Lo que no se puede decir es que,
desde un punto de vista estético es algo masculino con prótesis,
que en las pruebas de las chicas sale con ventaja de su cuerpo y que
lo que dejó claro desde que entró, es que meterse con ella por su
aspecto, por sus maneras y por ser mujer es ir contra ella y todo el
colectivo, así cualquiera se complica la convivencia y mejor
morderse la lengua. No la conocíamos el equipo de cata televisiva y
su concurso nos ha resultado áspero y sus maneras lengüateras, insoportables cuando no producían vergüenza ajena. Es una gran
superviviente pero una mala concursante pese a su Divina
Providencia...
Y
terminamos con nuestra querida Lola, cuya alegría ha sido mancillada
y apagada tras aguantar de nuevo las turras de convivencia y
batallitas de la misma de sus compis de concurso reunificados, que
añora a Palito y que la han dejado pesimista y llorosa. Porque este
tramo final va de lloreras, una que no es ladrona aunque roba, el
otro que le deja la novia, el de más allá llorando por las
esquinas, Lola triste y sola como una ola en el fregadero. Sólo
Albalá mantiene el tipo, estoico, altivo y gallardo, barbudo como un
revolucionario...
Es lo
que hay esta edición.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
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