The Adversiter Chronicle

martes, 13 de julio de 2021

"Ni a pata ni alpargata y menos a La Alcarria", suplemento viajero cutre

Suplemento viajero cutre de The Adversiter Chronicle

Viaje a por chuches

El viajero sale contento del portal en dirección al kiosco de la mano de su sobrinito, en una de sus visitas esporádicas al viajero. Está contento de la compañía y de acudir tras décadas a comprar chuches...
El sobrinito da la turra al viajero, acerca del curso recién finalizado, del verano por finalizar y sobre videojuegos de extraños nombres para el viajero. También del mundo del manga, universo remoto para el viajero de extraños tebeos, de extraños comic en las antípodas de lo que el viajero leía a la edad de su sobrinito. Son libros que se leen al revés, cosas del Japón le aclara el sobrinito, y cuyas viñetas parecen cualquier cosa menos una lectura para la tierna infancia...
El kiosco es viejo en el bajo de un viejo edificio. Hace esquina y sus escaparates muestran diversos productos para el consumo infantil y juvenil. El interior tiene forma de L siendo la línea vertical un mosaico de revistas y publicaciones en estantes. Al otro lado consumibles comestibles de todo tipo y condición. La línea horizontal está dedicada enteramente a los chuches y el sobrinito del viajero le pide que le dé tiempo a elegir porque nunca había visto tantos chuches juntos y le solicita que le saque de la máquina unas pastillas redondas de colores con chocolate en su interior...
El viajero afronta, no sin temor, enfrentarse al raro dispensador, una especie de cilindro donde a un tercio de altura está el mecanismo dispensador así como espacio para colocar debajo un cartucho en el que caen las coloridas micro chocolatinas. El viajero busca dónde está la ranura para la moneda y ya el kiosquero le mira con recelo detrás de un mostrador más propio de una caja bancaria...
El viajero se percata al fin de que sólo hay que girar una manivela. Coloca unos de los cartuchos disponibles sobre el dispensador debajo del surtidor y gira el manubrio. Las micro chocolatinas del tamaño de un guisante aplastado de lata, se esparcen por el suelo con un ruido considerable y descubre el viajero con pavor que resulta que hay dos dispensadores y que situó el cartucho receptor en el dispensador que no era. El Kiosquero sale raudo y con mala cara del mostrador, pero debe salir por el otro extremo del mismo y le da tiempo al viajero de vociferar a su sobrino que piense lo que hace, que menudo lío ha montado, y acude al mostrador donde el kiosquero coge el cartucho y lo pesa mientras el vijero se queja de su sobrinito y pide disculpas en su nombre...
Antes de salir el sobrinito del viajero le da las gracias al kiosquero porque, según dijo, llevaba dos años buscando unos chuches que por fin había encontrado, pero el kiosquero ni le mira mientras da el cambio al viajero que mueve la cabeza ante el desaguisado que armó su sobrino...
El viajero sale a la calle con su sobrinito mientras el kiosquero se afana en barrer y recoger la sección del dispensador. El viajero pregunta a su sobrino si paran a tomar un café y hacen el número del hijo de soltero ante la camarera, que siempre provoca charla animada y generosas raciones de pincho al viajero. Dice que sí el sobrinito y emprende el camino al abrevadero vespertino del viajero mientras piensa que...
Pero, ése, ya es otro viaje.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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