Con la
colaboración de Mars El Grouchu en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
El crepúsculo de los
dioses del clan de las Campos
Cuando
recibí el encargo de realizar un artículo sobre la periodista y
comunicadora Mª Teresa Campos y me entregan el material para el
mismo, esperaba encontrar un resumen de su periplo profesional en el
medio televisivo que abarca la historia reciente de la televisión en
España y el mundo hispano. Siempre se hace el símil de que si
fuera, por ejemplo de EEUU, un presentador, presentadora en este
caso, sería una estrella rutilante. Para muchos hombres y mujeres,
la cita con Mª Teresa en la pequeña pantalla supuso una bocanada de
aire fresco en quienes sufrían soledad, enfermedad hospitalaria, amas
de casa, pero también el gremio que veían imposible superar su
estilo y la impronta de sus programas. La entrega de la medalla por
los méritos en el trabajo era el broche de oro de una profesional
que forma parte de la historia de la televisión...
Pero
al visionar el material no podía creer lo que mostraba la pantalla:
una señora acompañada de sus hijas por la ciudad de New York en un
ejercicio de consumismo chabacano, de nuevos ricos y en cierta forma
papanatas a la hora del trato con indígenas y personal de hotel.
Luego una ostentación de casoplón que más parece un museo y
exclusivas de sus hijas donde oir hablar de problemas económicos con
hipoteca de seis cifras y viviendas de tres plantas, suena obsceno a
más no poder. Llegados a este punto tuve que parar hasta el día
siguiente para digerir las impresiones de haber visto la venta del
alma al diablo de lo que ha degenerado al clan de las Campos. Ver a
una leyenda viva convertida en personaje y carne de prensa rosa de
trazos gruesos da mucho que pensar para no dejar ni permitir que los
actos empañen los recuerdos de tristeza.
Podría
meditar sobre Terelu, esa hija de que en lugar de cambiarse el
apellido televisivo y buscar su futuro en otra cadena, siempre ha
dado la impresión de estar a la sombra y al amparo profesional de su
madre. Terelu no ha llegado a seguir la estela de su progenitora
porque Terelu, tal vez de forma inconsciente pero no del todo en la
última década, se dejó llevar por ser hija de, logrando minutaje y
presencia que por sus méritos nunca logró, recordemos que presentó
el Delux y decepcionó a sus mentores en la cadena. Lo de Carmen
Borrego es hacer honor a su apellido. Se sumó a la ola de ser
protagonistas de telerrealidad y ha terminado por sepultar su imagen
profesional. En ambos casos, ambas en cierta forma no quisieron parar
y ahora, sencillamente no saben.
Deberán
disculparme, pero yo admiro a Mª Teresa Campos y también soy
consciente de que su estilo y público ya no eran lo que son. Pero
visto el material de documentación y tener los santos cojones de
tragarme una semana de programación, llego a la conclusión de que
en algún momento la periodista dijo algo que ofendió al delegado
mandamás de la cadena porque la misma es como si hubiera recibido
orden de fuego a discreción y acoso y derribo a la imagen, la
credibilidad y hasta la salud mental de las Campos. Lo dejo ahí, una
guerra en la que su imagen es la de un personaje más y carne de
exclusivas donde a mí me importa un rábano el tema del Bigote o si
han metido la pata, que lo han hecho pero es habitual en los últimos
meses, con el tema del comunicado de ruptura donde Terelu ora parecía
la presentadora norcoreana para anuncios de fallecimiento del amado
líder ora el Arias Navarro anunciando la muerte del dictador...
A mí
lo que me asombra y me causa cierto repelús en la forma en que una
cadena trata de aniquilar a quien fue uno de los mascarones de proa
de su programación, eso sí que debería de interesarnos.The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
No hay comentarios:
Publicar un comentario