Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
La isla de las
tentaciones
Se
esperaba con cierta ansiedad el nuevo programa de Tele5, anunciado a
bombo y platillo con profusión de promocionales en otros
contenedores de la cadena. La cosa se vendió como un entorno
paradisíaco donde parejas más o menos estables y establecidas verán
puesta a prueba su fidelidad, confianza y casta sexualidad. De
sacerdotisa de Lesbos está la Mónica Naranjo, que ya suponía un
alto porcentaje para predisponerse a catar la primera entrega. Dicho
ésto, hay momentos en la vida y en la existencia existencial de la
masa televidente en que coger una silla, un paquete de pistachos y
programar un programa largo en la lavadora para disfrutar de cómo
gira el bombo de la misma, es mejor que ver la televisión...
De
factura técnica no hay nada que señalar salvo solvencia, buen hacer
y buen ritmo de realización. El entorno es ese sitio exótico con
casoplón donde todas y todos quisiéramos ir de vacaciones sabiendo
que nos empufamos y somos fichados por la ASNEF durante unos años.
La temática es sencilla: coger personal de viceversas y viceversos,
una pareja conocida de GH en una edición de hace pocas temporadas y
desemparejan y emparejan en lo que deberían ser intrigantes tramas,
cornamentas veladas, juegos de seducción, cotilleos varios en estos
casos erótico-festivos y minutos de enfados y engarres entre unos y
otras con unas y otros. Un programa en suma donde hay que ser devoto
del mundo de las viceversas y viceversos, entretenido cuando no hay
nada más a mano e ideal para tener de fondo, en un volumen que no
moleste pero que tampoco impida escuchar si se requiere, en una cena
entre amigos, familiares y conocidas donde siempre surge algún
momento de detenerse en la pantalla y comentar en amena tertulia
improvisada tal o cual cosa.
Pero
el programa es una castaña y una auténtica mierda desde un punto de
vista televisivo. Han cogido un poco de allá, un poco de aquí, otro
de más allá y una pizca de algo de aquí para dar a luz un programa
de hechuras anglosajonas de farras de juventud a gastos pagos y con
cámaras y taquígrafos sin escenas subidas de tono y volumen. El
elenco concursante suena a falsete con tomas en que todos
entrelazados con ellas, cogiditos de la mano y tal, todo coro
coreografiado que aumenta la sensación de programa enlatado y donde
vemos y sentimos lo que la realización, impecable, nos impone. Pero
carece de la emoción de la telerrealidad en vivo y en directo, ellas
y ellos van a lo suyo que es ganar un dinero de holganza y juerga a
gastos pagos y ver si suena la flauta y vuelven a tener su remunerado
momento televisivo.
Sólo
se le puede recomendar a la suegra si se le tiene ganas por alguna
pendencia pendiente y si eres habitante del mundo de gominolas de la
juventud televisiva amante de las vicisitudes de viceversas y
viceversos. Los comportamientos van desde el infantilismo pijoteril
al perfil tardo adolescente en cuerpos musculados y torneados donde
la estética se viene abajo al escuchar sus conversaciones con
profusión de ceceos, seseos y ordinarios gallos de sonoros acentos
regionales. El programa es una mierda y sigue esa regla no escrita
que siembra el pánico de los directivos y creadores de las cadenas
donde el gasto en promoción a bombos, platillos, cornamusas y
trompetistas es directamente proporcional a su fracaso en audiencia.
Ignoramos los episodios que faltan y la pretensión, utópica tras
ver el primer episodio, de la cadena es que dure hasta febrero que
empiece Supervivientes...
¡Si
dura otras dos semanas en horario estelar, que den gracias!The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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