Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
Polígrafo de Rafa Mora
en Sálvame Deluxe
A
veces las mejores mierdas televisivas, esas que enganchan al tele
espectador y que cada vez son menos frecuentes para los yonkis finos
de la telemierda, surgen cuando menos te lo esperas y con quien
menos esperabas aunque el resultado no pille por sorpresa. Así
ocurrió el pasado sábado cuando el Deluxe
presentaba a priori otro anodino programa donde los famosos y famosas
han sido sustituidos por personal en nómina: enésima aparición de
Carlos Lozano para enterrar de una vez por todas sus rollos con
Mónica Hoyos y Mirian logrando embarrar todavía más su lodazal
sentimental con estas dos doncellas, de primer plato; unos postres
con el inefable Alejandro Albalá poniendo a parir a Chabelita
Pantoja y entre medias el maduro como un melón de Rafa Mora para
someterse al polígrafo de la inquietante Conchita...
Lo
de Rafa Mora ya venía de una polémica en la versión diaria del
programa donde se sometió a veredicto de la audiencia si el Rafa
debía de seguir siendo colaborador de Sálvame.
Este recurso de poner en duda la continuidad de un colaborador u
colaboradora, cuando no ambos tres, es uno de los favoritos de los
mandamases del programa que rellenan horas y horas con polémicos
comentarios entre compañeros y compañeras con el consiguiente vía
crucis para quien ve peligrar su silla, todo pantomima que sirve para
que la audiencia disfrutemos de forma sádica cómo se juega al
veredicto de la plebe el jugar con el puesto de trabajo. El
afortunado en tal supuesta lotería laboral fue Rafa Mora,
representante de la generación digital de primera hornada que ahora
están en la treintena y provenientes de la cantera televisiva de
Hombres, mujeres y viceversa
que por distintos motivos y razones siguieron participando en otros
formatos de tele realidad de la cadena y han logrado tener pequeñas
legiones de seguidores en las redes sociales y, como en el caso de
Rafa Mora, referencia estética, de comportamiento y de bien vivir de
la tele sin dar golpe pero luciendo bíceps de golpeador.
El
caso es que la audiencia votó de forma masiva que debía dejar de
ser colaborador y, como siempre hacen en estos casos, se pasa la
papeleta de la decisión al plantel de colaboradoras y colaboradores
que siempre depara algo de polémica, estirar el chicle hasta que se
agota y en definitiva rellenar minutaje como se indicó
anteriormente. Llegados a este punto de la crónica hay que decir que
Rafa Mora llegó de colaborador con las ideas claras pese a su mente
confusa: repartir hostias a diestro y siniestro, mostrar una
personalidad propia que sólo esconde complejos de inferioridad
debido a su origen de chico musculado cual chica que logra fama
enseñando los pechos y tratar de hacerse un hueco que haga olvidar
sus méritos para estar en la tele: quitarse la camiseta o quedarse
en calzoncillos para mostrar su musculatura. Pero ha visto la
oportunidad y si le mandan comer mierda en medio del plató, pues se
la come.
Así
de sencillo.
Hubo
colaboradores que manifestaron su voto a favor de despedirlo, todo
dentro del juego de show televisivo habitual que ya conocemos de
sobra salvo el Rafa Mora que se lo tomó como algo personal que
justifica venganza. El programa, viendo el filón, decide estirar la
cosa sometiendo al musculado colaborador en la picota al polígrafo
el pasado sábado con preguntas formuladas por sus compañeros de
programa. El resultado es que miente más que muscula su cuerpo pero,
eso sí, aclarando el notas, cada vez que salía que miente, que
tenía que matizar. El polígrafo fue tan mierdas como no se
recordaba desde hace al menos dos temporadas y dejando por mierdas al
protagonista de turno. Y se podría escribir y escribir sobre las
preguntas, sus mentiras, las reacciones de sus compañeros y
compañeras, pero preferimos apuntar un detalle que muestra
gráficamente las carencias de toda una generación que salta antes
al mercado laboral, dentro de las nuevas labores de la era digital,
como es ser personaje de influencia, culto al hedonismo de la
juventud y una preocupante falta de visión de futuro, tal es así
que todos estos Rafa Mora digitales no se dan cuenta de que si la
cadena cambia de filosofía en su programación, sencillamente se
acabó el trabajo...
Así
que con un sólo botón de muestra vale para demostrar la memez
televisiva de Rafa Mora, maduro como un melón. Se le formulaba una
pregunta clara y sencilla: ¿Piensas que eres el heredero legítimo
de Kiko Matamoros como colaborador?; la respuesta fue que no y el
polígrafo dijo que mentira como una catedral. Se puso, como hizo
durante todo el polígrafo, a matizar la respuesta. Aquí es cuando
Rafa Mora demostró en su totalidad sus carencias actuales como
colaborador derivados de su intelecto porque el memo de Rafa no
entendió la pregunta ya que él relaciona heredar con una muerte
previa...
Al
principio parecía que era todo una quedada más del musculado
colaborador pero vaya sorpresa descubrir en su matización que no, que
en realidad su mente no distinguía la metáfora, el doble
significado, esa virtud del idioma español que se ve que o bien
estaba con fiebre y se perdió la clase o bien que sencillamente no
da más de sí su capacidad de comprensión lo cual muestra las
carencias del sistema educativo por no motivar a los escolares para
aumentar sus conocimientos. Rafa Mora reacciona como un gañán que
ni olvida ni perdona y, como todos los dictadores, o se está con él
o contra él. Además se cree con la razón y si alguien le indica
que además de parecer memo actúa como tal al querer hacer de
colaborador, resulta que el equivocado es el otro, él es joven y los
demás son poco menos que momias, hedonismo que se acabará cuando
note que tiene calvas, patas de gallo y vengan empujando de otra
generación...
Rafa
Mora se quiere hacer un hueco televisivo, quiere coger tablas y para
ello hará todo lo que sus jefes le digan que haga. Ha logrado
exasperar a propios y extraños, se arrima a buena sombra de árboles
de peso pero no dudará en ir contra ellos si se tercia. El chico,
guste o no, se está haciendo hueco y la prueba es que le dediquemos
un artículo a su polígrafo, pero en nuestro caso no cabe duda
porque nos gusta la buena mierda y el Rafa Mora proporciona momentos
auténticamente mierdosos desde un punto de vista televisivo.
Además
nos gusta ver como ascienden tipos así porque a más altura que
cojan mayor será la hostia y el ruido al caer porque, sin darse
cuenta, Rafa no es más que un bufón en la corte de Sálvame
que trata de demostrar que también puede ejercer periodismo de
telemierda para desespero de unos compañeros y compañeras que no
comprenden a la generación digital de primera hornada y su hedonismo
a la estética y la imagen, mucho menos sus códigos de conducta...
¡Pero mierda televisiva de primera que promete seguir en las tardes, oiga!
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
theadversiterchronicle@hotmail.es
¡Pero mierda televisiva de primera que promete seguir en las tardes, oiga!
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
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http://theadversiterchronicle.org/
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