Una sección de
Palomino Gargajo Bilioso
en exclusiva para The Adversiter
Chronicle
Homenaje a las víctimas
del terrorismo islámico en Cataluña hace un año
El
tiempo pasa inexorable y se ha cumplido un año desde los atentados
yihadistas en Cataluña y el homenaje a las víctimas se ha
convertido en una nueva puesta en escena del secesionismo ilegal
catalán con el fascista camuflado de patriota catalán del
presidente de Cataluña de mascarón de proa de una mascarada que
aprovecha cualquier oportunidad para hacer campaña electoral entre
sus votantes antes de que acaben de caerse de la burra y descubran
que todo fue una falacia donde los votos eran la excusa para aprobar
de forma ilegal una secesión que sólo es una deslealtad intolerable
y un auténtico golpe de estado civil a la democracia española y
europea.
En
estos casos hay que hablar claro y claro es que Felipe VI no acudió
al homenaje como parte de una maniobra política para que el
secesionismo vuelva al redil, es la excusa que alegan pero Felipe VI
representó al conjunto de la ciudadanía del Estado que se sintió
herida en el alma hace un año y que hoy al cumplirse el primer
aniversario siente como propio el dolor de la muerte súbita por
medio del terror y la violencia indiscriminada. El discurso de
exclusión con veladas amenazas a la presencia de Felipe VI a la vez
que se ofrecía Cataluña como tierra de acogida para refugiados sólo
ha mostrado a ojos independientes y libres de contaminación política
las falacias del fascismo llevado al discurso donde los españoles
son declarados non gratos, y ser español incluye ser catalán, y se
juega con una crisis humanitaria sin precedentes en la frontera
mediterránea de la Unión Europea cuando los correligionarios
europeos del presidente de Cataluña, ideológicos y sin la pantomima
de patriotismo catalán, están propugnando volver a una época que
creíamos desterrada desde 1945.
Ha
sido un homenaje a las víctimas empañado por la política, siempre
corta de miras y buscando el efectismo, de la propaganda y la
demagogia donde se ha puesto de relieve una vez más el legado del
prófugo Puigdemont para sus conciudadanos de Cataluña a los que
nunca quiso presidir en su totalidad. Hace un año España vivió un
golpe más de un viejo conocido como es el terrorismo por la sociedad
española. Si el secesionismo catalán en boca de sus más altos
representantes sólo tiene palabras de exclusión para quienes no
comulgan con su bien orquestada, aunque mal interpretada, visión de
un destino en lo universal que pasa por romper la unidad de España,
les espera el mismo fin que aguarda al terrorismo: pasar a la
historia como ejemplo de lo que nunca debió de ser.
El
daño ya está hecho porque una vez que se inocula el discurso
excluyente en la masa ciudadana, éste debe proseguir por medio de la
propaganda disfrazada de libertad y el adoctrinamiento enmascarado
como educación. Las pancartas, las manifestaciones ante los
micrófonos jornadas antes y en la jornada del homenaje ha
engrandecido la unión de la sociedad española representada en la
persona del Rey de España y empequeñecido un poco más el discurso
secesionista que nunca duda en lanzar a la masa al enfrentamiento
mientras su clase política vive del cuento todo lo que pueda. Ha
sido un homenaje triste por la pena del recuerdo del dolor y triste
porque se demuestra una vez más que los nacionalismos, todos, sólo
son un peligro para la democracia que debe ser erradicado porque se
despiertan entre sí y quien pierde cuando chocan los extremos suele
ser la ciudadanía sometida a una presión económica, social,
cultural y de libertad por la violencia y sus consecuencias del
nacionalismo convertido en dogma de fe: la guerra.
Así
de simple y así de complicado.The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
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