Supongo que si te llamas
Wagner entran ganas de invadir Ucrania de la misma forma que si
escuchas a Wagner te dan ganas de invadir Polonia...
No es la primera vez que
un caudillo ve que sus cañones cambian de dirección y apuntan a su
cabeza. Es lo malo de invadir y sacrificar juventud cuando la
invasión sale mal y las bajas superan el nivel de tolerancia social
para que sus hijos sean sacrificados para nada...
Yo prefiero escuchar a
Johann Strauss, calma los ardores guerreros y añoras un talle al que
abrazar y deslizarse al son de la música, dejándose llevar por las
sensaciones...
Lástima que los muertos
para nada ya no puedan escuchar música.
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