Una sección de
Palomino Gargajo Bilioso
en exclusiva para The Adversiter
Chronicle
Haber gobernado con los
unos otorga validez a gobernar con los otros
La entrada de la formación política VOX en tareas de
gobierno como resultado de las pasadas elecciones municipales, y si
no en tareas de gobierno sí como apoyo puntual, provoca sesudos
análisis de contertulios televisivos y radiofónicos así como
cantinelas de la izquierda derrotada en ayuntamientos y comunidades
autónomas de que viene la ultraderecha. Es cierto que la genética
de VOX es la misma que sus formaciones hermanas del resto de la Unión
Europea. VOX es al fascismo lo que PODEMOS, ahora fragmentado en
varias formaciones pero son los mismos y las mismas, es al comunismo.
La diferencia es que la ultraizquierda ha logrado dotarse de
legitimidad, puede ser histórica o histérica, cuando buscan lo
mismo que la ultraderecha que no es otra cosa que acabar con la
democracia y sus instituciones tal como las conocemos para dar paso a
una dictadura, ya no hay proletariado ni señoritos, son más bien
urbanitas alejados de talleres y linotipias los unos y los otros una
mezcla de nostalgia y nacionalismo, ambos sistemas de ordeno y
mando...
Lo interesante es cómo el Partido Popular sortea los
reproches hipócritas del PSOE y el chantaje permanente de VOX
gracias a los votos conseguidos. Si apartamos gerifaltes de VOX y
PODEMOS y descartamos sus minoritarios apoyos de base que seguirán
hasta el hundimiento del populismo, vemos que la ilusión de reformas
que representaba PODEMOS se ha desvanecido a la par que se
materializaba una nueva casta política que, se puede ver estos días,
cuesta sacarles de la poltrona. VOX y antes PODEMOS lograron
canalizar votos de la masa silenciosa, esa que da y quita mayorías
parlamentarias, y seguro que ni son fascistas ni son comunistas como
los gerifaltes de ambas formaciones. Ha demostrado la ultraizquierda
que son harto cretinos gobernando y convertir legislación necesaria
con el consenso de todos en imposición de las cosas. Sin capacidad
de autocrítica, cercenando los círculos de base y purgas internas a
quien no comulgara con el oficialismo de PODEMOS, han dinamitado
cinco millones de votos. Deberían hacer autocrítica, esa de cantar
en voz alta los pecados del desviacionismo en la mejor tradición estalinista, y dejar de hablar al electorado indeciso, que sabe a
quien no votar y al que lo decide a última hora como si fueran
párvulos repetidores. No tienen nada de progresistas y sí de
regresistas. Pactar con Bildu sin exigir que los etarras con delitos
de sangre salieran de la vida pública, pactar con la casta
independentista catalana sin exigir lealtad institucional a todos los
niveles, ha logrado únicamente que pactar o llegar a acuerdos de
gobierno con VOX sea perfectamente válido.
Vista la campaña que PSOE y la ultraizquierda están
llevando a cabo, con todo lujo de mercadotecnia importada de las
repúblicas hermanas al otro lado del charco de tendencia comunista y
apoyadas por los medios rusos de comunicación global, sólo
demuestra que manejan encuestas que les dan un sonoro fracaso
electoral. No hay que engañarse, si hubo que aguantar a PODEMOS
tocaría aguantar a VOX si formara gobierno de coalición con el
Partido Popular. La sociedad española no se ha rasgó las vestiduras
con ETA y no las ha rasgado, pese a los intentos, desde el acoso a la
Constitución y deslealtad intolerable con el Jefe del Estado que
lleva soportando desde 2012. La ciudadanía habla en las urnas pero
no han escuchado y si SUMAR termina restando veremos una guerra de
pirañas devorando el cadáver político de la señora Yolanda Díaz.
Es curioso que quisieron con su regresismo volver al clima de 1931 y
1936 y han logrado volver a 1939 cuando la República no soportó la
guerra civil de la ultraizquierda dentro de la Guerra Civil y que
terminó con las esperanzas de aguantar hasta el inicio de
hostilidades en Europa. Hablan de hermosos ideales y bellos
principios y andan a zurriagazos como siempre acaba el comunismo con
los disidentes internos.
Decir que VOX no puede ni debe entrar en el juego de
poder democrático es de cretinos y embaucadores de masas. PODEMOS lo
ha legitimado y, al igual que sucede con PODEMOS, el populismo de las
políticas de VOX en su programa electoral terminará desengañando al
personal. Elecciones apasionantes donde todo apunta a que sigue el
cambio de tendencia del electorado, habrá que ver si la derecha
puede gobernar en solitario o con apoyos de la ultraderecha y si el
señor Pedro Sánchez asumiría una derrota electoral y dejaría paso
a sangre nueva o decide ser jefe de la oposición. La ultraizquierda
ya no ilusiona a nadie, han gastado su crédito como gobernantes y
tender la mano y consentir a quienes son minoría y además
golpistas, cuando no asesinos y asesinas sólo ha logrado llevar
votantes a VOX por increíble que parezca. España no tiene petróleo
que sufrague aventuras de ultraizquierda populista, la Unión Europea
es algo más que un cebado club y la guerra en Ucrania condiciona las
políticas de los paises. Porque lo cierto es que el PSOE perderá
las elecciones generales porque el señor Pedro Sánchez ha mentido y
cuando lo ha hecho en la práctica no ha explicado los motivos...
Así de simple y así de complicado.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
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theadversiterchronicle@hotmail.es
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