ATRAPADOS EN MEDIO DE
UNA DISCUSIÓN SOBRE POLÍTICA
Hoy
abordaré una compostura del postureo que está de plena actualidad
como es que nos quedemos atrapados en medio de dos personas que
discuten sobre política. Suele ocurrir en establecimientos
hosteleros, espacios comunes de asueto en ambientes fabriles y en
menor medida en cenas y cuchipandas de convite. Por lo general el
escenario es estar tranquilamente a nuestra bola en alguno de los
escenarios citados donde aparentemente todos se desarrolla con
normalidad. Si coincide que en la televisión hablan analizando la
actualidad política es un alto factor de riesgo al igual que el
típico usuario de prensa gratuita en establecimientos hosteleros que
tiene la fea costumbre de cantar los titulares en voz alta y además
soltar comentarios con el riesgo de que alguien le dé una réplica.
En ambientes fabriles puede la cosa degenerar a discusiones
sindicalistas y en ambientes de familia en una fanfarria de
reproches, insultos y hasta empellones si se tercia.
Veamos
la compostura del postureo cuando estamos tan panchos en la barra del
bar, o en la mesa de boda, bautizos, cumpleaños y aniversarios
cuando de súbito comienzan una charla, en apariencia inofensiva para
nuestra persona, los vecinos a ambos lados de nuestro taburete o
mesa. La mejor compostura del postureo es aparentar estar en la
inopia y en las musarañas aunque la progresiva elevación del tono
de los vecinos deriva a toda una discusión quedando atrapados en
medio de argumentos y cagamentos. A estas alturas los parroquianos
comienzan a desentenderse de la discusión y nosotros en medio, no se
puede salir pitando y menos meter baza en contra, a favor o neutral.
En cualquiera que sea la compostura que adoptemos de postureo
neutral, la cosa degenera hasta que nos meten en la discusión y
exigiendo que tomemos partido por una de las dos posturas. No hay
muchos recursos de escabullirse, con suerte una llamada al móvil que
nos permita alejarnos de los dos energúmenos discutidores, una amistad que nos saluda y nos permite salir del apuro. Si tenemos la
mala fortuna de no poder salir, lo mejor es una compostura del
postureo comprensiva, hacer como que nos interesa la cosa y que ambos
argumentos de ambas partes son coherentes, entendible y razonables; adornar nuestra labia con datos históricos, estadísticos o
inventados de forma que demostremos que el término medio suele ser
la mejor opción. Hay que tener en cuenta que si los argumentos son
antagonistas, cerriles, dogmáticos e ideológicos, la mejor
compostura del postureo es hacerse el indignado, no dejar títere con
cabeza a diestra y siniestra, ofenderse ante argumentos
programáticos, apurar la consumición y comenzar a enfilar la salida
sin dejar tiempo a réplicas y gritar a ambos contendientes que esto
con Fulanito no pasaba, ya sea monarca, presidencia y hasta
dictadura, cortinas de humo con argumentos inesperados y que
desconciertan puesto que afirmamos que ambos contendientes están
equivocados y errados. Dispondremos de unos segundos para salir del
medio antes de que empiecen ambos a despotricar y unidos olvidando
diferencias políticas para concentrarse en atacarnos. Si andamos
vivos no les queda tiempo de reacción y ya habremos tomado las de
Villadiego cuando abran la boca para replicar.
Por
supuesto que si ya conocemos al personal y de qué pie cojean es
fácil evitar tener que adoptar compostura del postureo específica,
el problema surge en sitios desconocidos o desconocidos a secas que
abundan en época veraniega y vacacional. Lo importante es que
tenemos recursos de compostura del postureo y una vez se pierde la
virginidad de quedar atrapados en medio de una discusión sobre
política una vez, ya no quedan ganas de una segunda y se agudizan
los reflejos para adoptar una compostura del postureo apropiada
porque a todas y todos nos pasa al menos una vez en la vida adulta,
es algo inevitable sin importar el régimen político.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
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theadversiterchronicle@hotmail.es
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