Suplemento
viajero cutre de The Adversiter Chronicle
Viaje a la
pastelería
El
viajero nota el olor a pastelería metros antes de llegar al
escaparate de la misma. Es un olor confortable, reconfortante, un
olor desde que era niño, un aroma familiar en suma que le hace mirar
feliz el escaparate. Bollería, apetitosos pasteles...
Lástima,
piensa el viajero mientras entra al local, que los pasteles no serán
para él, son un presente de visita. Tiene en mente coger sólo dos
pasteles, uno por los precios y otro porque quien recibirá el
pastelero presente no le conviene comer muchos dulces. Pero el viajero
conoce de su gusto por las bombas de crema y el viajero vio a Dios
por una pata en la ocasión de sorprender con las deliciosas bombas
de crema pastelera, desconocidas para la visita pero familiares al
viajero de tiempo atrás, recuerdos que vuelven frescos como si
estuvieran sucediendo en ese momento...
La
pastelería es un local de entrada rectangular con el viajero entre
el mostrador y la pared, luego sigue al fondo donde se abre de manera
cuadrangular y hay mesas con sillas para tomar un café. La
decoración conserva la esencia de principio de los 80´s con toques
de final de los 70´s. No se ve desvencijado y, observa el viajero,
el tiempo le ha dado un toque clásico, de cuando era niño y veía a
señoras tomando café con pastas a media tarde...
El
viajero aprovecha que hay una clienta que está siendo atendida para
mirar el mostrador. Hay triángulos de chocolate con interior de
hileras de bizcocho alternadas con hileras de chocolate, piononos
apetecibles, ricos carbayones sin olvidar lenguas de crema y de
merengue. Bombas las hay de tamaño normal y mini, auténticas
tentaciones al paladar las mini pese a que su precio puede
calificarse de máximo para los presupuestos para visitas y pasteles
que maneja el viajero...
Le
atiende una joven dependienta, algo entrada en carnes, que coloca las
dos bombas en una bandeja dorada de cartón. Surge de las
profundidades del local otra dependienta, no mucho mayor que la
primera, que se hace cargo del envoltorio como si hacerlo fuera el
distintivo de categoría profesional...
El
viajero da las gracias a la dependienta algo entrada en carnes que
parece devolver la sonrisa al viajero que sopesa las ventajas e
inconvenientes de enrollarse con una dependienta de pastelería algo
entrada en carnes, llegando a la conclusión de que sería
contraproducente para su colesterol semejantes tratos sentimentales
que ocultarían, por parte del viajero, meros intereses de
tragaldabas de pasteles y bollería, sin romanticismo y sólo gula...
Parece
estar nublándose la soleada mañana cuando el viajero sale de la confitería
para encaminarse al domicilio de la visita cuando...
Pero
ése, ya es otro viaje.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario