Aunque
se anuncia el fin de las salas de cine cada vez que surge una nueva
forma de entretenimiento, cambios en la forma de consumir cine y el
auge de las plataformas de pago, la sala de cine siempre se reinventa
para no perder el favor del público. Sonido e imagen de alta
calidad, butacas más confortables que la butaca de casa y la
posibilidad de masticar y mascar chuches, palomitas, comida basura
bien regada con refrescos y desde un tiempo acá la posibilidad de
llevar mascotas al cine. Es sin duda un concepto innovador aunque
tenemos el privilegio de visitar las instalaciones que ha montado un
empresario cinematográfico en Rebollar de Guarrate que ha abierto lo
que él denomina CineKuadra,
un concepto vanguardista de sala de cine en el medio rural donde es
posible llevarse la vaca al cine, en un modelo de negocio que se
anuncia de economía transversal. Estamos en la sala con su artífice,
el empresario cinematográfico Mauricio Faba, para que nos cuente
sobre este concepto de cine en el medio rural...
-Buscaba
invertir en un modelo de negocio que se desarrollara en el medio
rural. Hay jugosas subvenciones de la Unión Europea, estatales,
autonómicas y municipales, siempre y cuando sea un modelo de negocio
sostenible y ecológico. Le suma el desarrollo cultural de hacer
llegar a los lugareños la misma oferta de ocio y cultural que se
disfruta en cualquier urbe de tres al cuarto. El medio rural tiene la
televisión, tiene la radio y hasta algunos sitios privilegiados
tienen conexión a Internet digna de llamarse tal, pero el séptimo
arte no estaba disponible. Entonces surge la gran pregunta: ¿qué se
puede hacer para llevar el cine al medio rural? Pues me inspiré en
otros modelos de negocio como salas de cine que permiten llevar la
mascota. Está claro que no puedo planear una sala de cine con
huertos, pero sí con las condiciones necesarias para estabular el
ganado y disfrutar a la vez de cine. Como puede observar, esta
antigua nave de piensos se ha acondicionado para el ganado el sector
de butaca de patio y los palcos y butaca de entresuelo para los
ganaderos, pastores y hasta un palco para la autoridad veterinaria.
-Habrá
notado un ligero aroma a estiércol. No es una fuga en los baños, es
el estiércol de las vacas de butaca de patio. Esto se recoge tras
cada jornada y velada cinematográfica para venderlo como abono
natural, auténtica mano de santo oiga, que se exporta al extranjero.
Esto aporta fondos europeos de la política ecológica. En este caso,
el metano del estiércol de las vacas no sale a la atmósfera
disminuyendo la huella energética. Aquí no andamos con ñoñeces
urbanitas de recoger la mierda, aquí se aprovecha y se logra la
transversalidad entre el negocio cinematográfico-cultural-ecologista.
Es un concepto innovador, vanguardista, nunca visto en estos lares
dejados de la mano de Dios. ¿Sabe usted el aliciente que es para
muchas parejas que ansían una vida sana, saludable y sostenible en
el medio rural saber que hay una sala de cine en el pueblo que
meditan habitar? ¡Esto puede ser un modelo a seguir en la políticas
para combatir la despoblación del medio rural!
-Esto
es como estar a dieta: igual que el estómago y el aparato digestivo
se adapta a comer bazofia, la pituitaria y el sentido del olfato se
acostumbran, se aclimatan podría decirse, al ambiente aromatizado
por el estiércol. Sus ideales ecologistas tienen un precio a la hora
de llevarlo a la práctica, yo creo sinceramente que un ideal bien
vale un poco de aroma a estiércol que de todas formas es sólo
mientras dura el metraje. Si piensan en la baja huella energética,
lo ecologista que es el abono natural de estiércol de ganado vacuno,
llevar la cultura cinematográfica a lugares donde no saben que ni
existe el cine y la riqueza que genera, pues es una oferta que no se
puede rechazar a la hora de elegir un medio rural para vivir proveniente de la ciudad.
-Depende
fundamentalmente de la época del pastoreo. Cuando al finalizar el
verano bajanlos pastores con sus vacas de la montaña donde pastaron
en verano, esto es como Hollywood en la entrega de los Óscar, menudo
ambientazo, un pestazo a estiércol que hasta refresca. En verano vienen los turistas, unos ignorantes y otros conocedores de la sala, incluso
hay siempre alguien que alquila una vaca para sentir en plenitud la
sensación. El boca a boca funciona y cada verano vienen más
turistas, que si no, no vendrían al pueblo porque el GPS les lleva
directamente al pantano. El tipo de películas depende de la
temporada, `Sonrisas y Lágrimas´ cuando hay fiestas patronales, el
cura se pirra y siempre trae más colegas, por lo de la misa y tal.
Las de Terence Hill y Bud Spencer les encantan a los pastores. Verá,
hace un tiempo adquirí un lote de películas de un videoclub que
salió a subasta, así que les pongo cada vez una y cuando se acaban
vuelvo a empezar. El medio rural no tiene ni pajolera idea de cine,
les dices que es de tal o cual cosa y se lo tragan. Es como las
butacas, un lote de sillas de plástico de otro embargo, esta vez a
un chiringuito de playa, y ni una jodida queja, ni una. Monte usted
este modelo de negocio en la ciudad y sería un incomprendido amén
de un fracaso como modelo de negocio. ¡Es que por fin se respira el
cine en Rebollar de Guarrate!
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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