"El sermón de la pradera", por el padre I.N.Mundicia

Una sección del padre I. N. Mundicia en exclusiva para The Adversiter Chronicle

VIVIR LA SEMANA SANTA COMO MANDAN LOS CÁNONES

Una vez más, queridos feligreses, nos disponemos a celebrar la Semana Santa donde recordamos y vivimos el sufrimiento y la pasión de Cristo. Días de recogimiento interno y de estar a solas con Dios pero rodeados del calor de nuestros semejantes pero hermanos en la fe y de familia en la palabra de Jesús que con sus hechos nos redimió del pecado del que somos portadores desde que nacemos y que alguno y algunas ignoran perpetuando el mismo siendo sordos y ciegos a los evangelios, a su parroquia y al mismísimo Papa...

Ya os he comentado en alguna ocasión que Jesús era hijo putativo de carpintero al igual que antes lo fue su abuelo, carpintero me refiero. A medida que se acercaban los días para sufrir en la cruz, Jesús y sus apóstoles se prepararon para ello, pero por medio de la oración, de querer redimirse y redimirnos como hizo finalmente y que celebramos estos días...

¡Pero Jesús no se fue de parranda noche sí y otra también empalmando ambas y empalmándose Él y sus apóstoles!

¡Jesús y sus apóstoles no dijeron, ni siquiera llegaron a pensarlo, en aprovechar esos días de martirio y pasión para coger las chanclas, la cámara de fotos e irse a esos caminos de Dios para hacer turismo de bocadillo y actividades gratuitas!

¡Jesús no se lanzó a la piscina o a la mar disfrutando ociosamente!

¡Y es que vosotros, mis queridos feligreses, no vivís la Semana Santa! ¡Preferís perder el tiempo haciendo el notas en cruceros o parques naturales! ¡Preferís holgazanear como si trabajar con incertidumbre de futuro y cobrar menos de lo merecido os diera derecho al asueto!

¡Descarriados, que sólo sois un atajo de descarriados!

Aprovechar el tiempo, rezar, ir a las procesiones y mirar las películas, atendiendo a sus directrices, de cadenas de televisión y radio católicas, apostólicas y romanas. Dejaros del jolgorio e incluso del fornicio...
¡Cómo osáis anteponer placeres carnales a sufrimientos psicológicos que os hagan buscar el amparo de Dios!

¡Ya os lo dije antes y os lo repito ahora: descarriados, que sois un atajo de descarriados!

Id en paz hijos míos y recapacitar, pensar que el sufrimiento conduce al martirio y éste al Señor, no como los protestantes y musulmanes que se dejan llevar por el fanatismo y no comprenden que darse latigazos, ser costalero e ir encapuchado con riesgo de lesiones irreversibles sólo es manifestar nuestro amor por Cristo...

AMEN

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