Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
¡Jorge Javier dice de
Kiko Rivera que es un ser despreciable!
(¿Qué
coño le pasa a Jorge Javier?)
Mira
que nos gusta la buena mierda televisiva y mira que he admirado y
aplaudido al mejor presentador de televisiva mierda que no es,
empieza a ser era, otro que ese ayatolá del plató, el rey de los
tempos televisivos para atraer la atención de los televidentes, el
puto amo a la hora de escarbar y sonsacar para deleite de las masas
consumistas de baja estofa...
El
escenario era inmejorable para otra dosis de buena mierda televisiva: la presencia de la petarda sin
personalidad de Belén Esteban que volvía por sus fueros y aforada
tras su espeluznante paso por GH Vip
para rendir cuentas y enfrentarse a sus compis de plató. Al final
fue lo de siempre, con todos y todas reculando y una Belén que
vuelve como siempre que regresa tras irse, no reconoció que su
estancia en la casa fue delirante, se trajo aprendidos trucos
gesticulantes de manos para no perderse en sus papeles y finalmente
invitó a todos a una mariscada. Viene más delgada gracias a su
dieta de verduras y coliflor y nuevamente descompuesta casi,
emocional y supongo que con la dieta algo bastante flatulenta, tras
dejarla su última pareja sentimental...
¡Anda
que no tendría que aguantar el choteo de sus kameraden de curro!
Ya
notaba a Jorge Javier algo raro esta temporada, como si ser escritor
y actor hubiera despertado al adulto ya sin retorno a la inocencia y
se cree que está capacitado para dar sermones. Con Belén estuvo
hora y media intentando que reconociese que su comportamiento fue
anómalo mientras la Esteban seguía erre con erre. Hasta hace poco,
Jorge Javier hubiera dejado la táctica directa para dar un rodeo y
hacer que la culpable confesara su culpa, pero no lo hizo y siguió
obstinado como un mulo en querer hacer que Belén entonara su mea
culpa y lo que hizo fue mearse en su cara y él ni siquiera fue capaz
de reaccionar...
El
Jorge Javier que nos gusta, ese escarbador en las neuronas del
invitado u invitada de turno para sonsacar mierda e higadillos que
tanto enganchan y convierten en placer ver mierda televisiva, se está
difuminando a cada semana que pasa. Jorge Javier era el mejor, era un
soplo de aire fresco, improvisando sobre la marcha con destreza de
reflejos a la hora de reaccionar cuando le vacilaban, artero en el
arte del birli y birloque argumental que desquicia a su antagonista,
era en suma nuestro avatar que siempre nos sorprendía con sus
habilidades...
Pero
el Jorge Javier de esta temporada es un tipo que tiene arte y oficio
en lo suyo pero que sabe que es el mejor, que se permite dar
lecciones de moralina a personajes que se la suda, ya no les desnuda
y les hace caer en incoherencias. El Jorge Javier del pasado Deluxe
era un palmero que se plegó a
la entrevistada y nos dio la turra más de hora y media...
Y
ha tocado fondo y ha perdido mi amor, espero que temporalmente,
cuando súbitamente dio paso a un telepredicador, a un inquisidor de
origen converso y a un Nerón que se cree con derecho a incendiar lo
que se le antoje: llamó ser despreciable a Kiko Rivera.
La
despreciabilidad de Kiko Rivera como personaje de la mierda rosa es
un dogma en las masas espectadoras desde aquel antológico reportaje
que le seguía durante unos días para mostrar su faceta de pincha
discos, de sus pintas de jabalí con auriculares y demás
parafernalia que le rodea, pero como persona merece todos los
respetos, personales y constitucionales pasando por los jurídicos.
Belén largó por la boca que el Paquirrín tildó de maricón a
Jorge Javier, embarcado hace años en acabar con el estigma de la
sociedad hacia homosexuales y lesbianas...
Pero
lo que hizo fue ponerse al mismo nivel que el Kiko pincha discos, ya
no tan mozuelo de cortas aptitudes intelectuales a la hora de
articular argumentos, un tipo que se jacta de follar y que por tanto
siente el rechazo de todo macho alfa follador hacia sus congéneres
del mismo sexo que no lo son. Interrumpió con mohín de indignación
la dinámica, cogio el micro y se dedicó a dar rienda suelta a su
rabia y su ira para terminar haciendo una parodia de comunicador
mientras escupía en primer plano que el señor Kiko Rivera es un ser
despreciable.
La
importancia del asunto no radica en su juicio sobre la persona sino
en que Jorge Javier es un comunicador de éxito al que mucha gente
tiene en cuenta a la hora de elaborar un criterio. Lo hecho con
alevosía y en horario de nocturnidad por Jorge Javier ha sido un
linchamiento, un llamamiento a las masas para despreciar a una
persona cuando estaba ejerciendo de maestro de ceremoniaas en un
programa de máxima audiencia.
El
estigma, sea el que sea, se combate siendo cabal y demostrando que no
hay motivo para estigmatizar. Kiko Rivera muestra sus carencias
intelectuales y de formación como persona en el empleo de adjetivos
hacia las mujeres y los gays tales como puta y maricón. Es cierto
que afortunadamente ya hay generaciones educadas en la igualdad de
géneros pero esos términos aunque ya no se utilizan públicamente
siguen vigentes en ciertos ambientes de ocio tipo lupanares y garitos
de pijos con presencia de famosos como el Kiko Rivera.
¿Qué
coño te ocurre Jorge Javier que ya no enamoras, que haces vivir del
recuerdo ante la realidad de tu presente como presentador?
Queremos
que vuelvas a ser el mismo, el que se tragaba su ira y la canalizaba
para humillar sanamente al entrevistado de turno sin importar quién
fuera para dejarle a si mismo en fuera de juego. No nos gustan los
inquisidores como fuiste con Kiko Rivera porque eres un profesional
que sabe que todo es un circo y no un juez que utiliza el púlpito
para dejar salida a su rabia contenida...
Desde
un punto de vista mierdoso ha sido una gran mierda como espectáculo,
pero no me gusta ese Jorge Javier comunicador y preferimos en la tele
al Jorge Javier presentador, más que nada porque no hay recambio en
lontananza.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org/
theadversiterchronicle@hotmail.es
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