The Adversiter Chronicle

martes, 1 de julio de 2025

"Manual del Buen Comer", por el profesor T. A. Rambaina

Con la colaboración del profesor T. A. Rambaina
en exclusiva para The Adversiter Chronicle

PATÉ DE HÍGADO DE CERDO ENLATADO

Hoy toca hablar de un clásico de nuestra vida gastronómica de alimentos enlatados como es el paté de hígado de cerdo que despierta odios y pasiones. Quienes vivieron el lanzamiento del formato aún recuerdan la fascinación y la ilusión que despertaba ver una lata de paté de hígado de cerdo, un alimento nuevo e innovador que pronto pasó a formar parte de la lista de la compra hasta el día de hoy donde ya es un clásico más del arsenal de la despensa donde siempre, se quiera o no, hay al menos una lata cuando no un lote de tres. Nadie mejor que nuestro asesor científico para hablarnos de tan suculento alimento para unos y repudiado por algunos...

-¿Estamos ante un alimento, un enlatado u ambas tres?

-Estamos ante un completo alimento cuyo formato enlatado se hizo popular nada más salir a la venta. Es cierto que hay personas cuyos casos particulares les impidan gozar de una rebanada tostada con un poco de paté de hígado de cerdo, pero en consumidores sin contraindicaciones comerse una lata de paté de hígado de cerdo es similar a comerse un huevo: técnicamente nos estamos comiendo un pollo y por tanto técnicamente nos estamos comiendo un cerdo. Cuchufletas aparte, los ingredientes no engañan a nadie porque tenemos hígado de cerdo, tocino de cerdo, papada de cerdo, carne magra de cerdo, proteína de cerdo y además harina de arroz, fibra vegetal, sal, aromas naturales y el reconfortante nitrito sódico como conservador. Todo ello en un formato ideal para dos comensales, antes llegaba para cuatro pero no aumentar el precio conlleva disminuir el contenido. Como alimento no tiene reproche en su categoría y como enlatado es ya un clásico de la gastronomía de alimentos procesados industrialmente y enlatados.

-Ejerce una fascinación fascinante, nunca mejor dicho, en todo tipo de consumidores...

-Es otro alimento que pasa de generación en generación. A la infancia les encanta porque es uno de los primeros alimentos que surgen cuando se deja de ser un bebé y se pasa a ser infancia porque coger una tostadita y untar el paté de hígado de cerdo es algo que se recuerda siempre. En tiempos de servicio militar obligatorio fue a la soldadesca acuartelada lo que las latas de atún para el obrero, parte imprescindible de la dieta y mucha gusa se calmó con laterío de paté en noches cuarteleras. Y el bucle se repite siempre dando a la infancia que luego serán adultos consumidores que pasarán a su vez a la siguiente generación el gusto por el paté. Ahora hay paté en laterío de distintas clases, formas y sabores, pero quien más y quien menos alguna vez en su vida prueba una lata de paté clásica, de la misma forma que los sibaritas del laterío están dispuestos a pagar más por exóticos patés en vistosos envases de cristal, pero el paté de hígado de cerdo es lo que es y el resto son adornos, vistosos y llamativos, pero sólo adornos que desvían la atención del auténtico paté de hígado de cerdo, ya sea enlatado u encerrado en un tarro de cristal.

-¡Y se puede comer a cucharadas!

-Es mejor untarlo bien que lo mismo enriquece al humilde pan que a la burguesa tostada. Desde luego que devorarlo a cucharadas conlleva que se gasten las latas de manera endiablada. Tenga en cuenta que es un alimento complementario y que no puede servirse de primer plato, no queda bien a la vista de los comensales y es mejor camuflarlo de entremés, una leve capa sobre la superficie del pan o la tostada. Comerlo en bocadillo untando el paté de hígado de cerdo como si fuera crema de cacahuete puede conllevar ligeras flatulencias y en estómagos delicados auténticas arcadas nada más verlo, aunque toque disimular si se come en sociedad como en saraos, bodas, bautizos y convites en el tanatorio. Lo importante es saber qué se come y no hay que engañarse de que el paté enlatado es cosa de unos pocos, es un alimento universal que en un momento dado tienta, otra cosa es que luego repitas o se opte por aborrecerlo y tenerlo lejos de la alacena, pero siempre suele haber una lata de paté de hígado de cerdo se quiera o no.

-¡Pues está muy rico y la lata sirve luego de cenicero, oiga


The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org




theadversiterchronicle@hotmail.es 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Powered By Blogger