The Adversiter Chronicle

sábado, 12 de julio de 2025

"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre

Suplemento cinematográfico cutre de The Adversiter Chronicle

EL CUERVO (1994)
  (The Crow)

Hay películas que se vuelven míticas cuando se convierten en el último trabajo de un actor, se da menos en actrices, que fallece prematuramente. Es lo ocurrido con este título de 1994 que se basa en un célebre cómic de James O´Barr, dirigida por el australiano Alex Proyas que ya tenía oficio de trabajos anteriores de menor calado y que demostró a los productores que era competente a los fogones, con guion trepidante que no deja ver fisuras firmado a dos bandas por David J. Schow y John Shirley. Aunque el protagonista para la historia sería Brandon Lee que rodando una escena se encontró con una inesperada bala de verdad, y no de atrezo, en su cuerpo y obligando a tirar de lo último en efectos especiales y de doble para acabar de rodar la película. La muerte de Brandon Lee ya hizo que se creara una aureola mítica y el público respondió mitad por morbo y mitad porque la película merecía la pena. Y decíamos que pese al protagonismo de Brandon Lee se trata de una película coral con un excelente reparto plagado de actores secundarios que dan enjundia al resultado final.

La película narra una historia gótica, de amor eterno que traspasa la frontera de la muerte buscando una venganza, una historia digna del romanticismo donde una joven pareja es asesinada durante la Noche Infernal que sucede una vez al año y donde los criminales de una ciudad gris y lluviosa se dedican a incendiar edificios. El joven retornará un año después de la muerte buscando venganza y matando uno por uno a los malotes que le tiraron por la ventana de un sexto piso y apalearon y violaron a su prometida hasta dejarla moribunda. Contará con la ayuda de un cuervo que es su vínculo entre el mundo de los vivos y de los muertos en plan dron de observación y de ataque si se tercia, una adolescente amiga de la pareja y de un inspector de policía degradado a patrullero como le recuerda constantemente siempre que tiene ocasión el tocapelotas de su superior. De antagonistas un villano muy villano, su hermanastra y compañera de juegos erótico festivos y su lugarteniente. Los asesinos trabajaban para el villano, que no le hace ascos al mundo de los hechizos y lo sobrenatural, y la venganza obligará al resucitado protagonista y al villano enfrentarse a muerte. Todo ello salpicado de pequeñas dosis de acción, romanticismo, humor socarrón y el añadido del morbo de ver al Brandon Lee en su último papel...

La película fue alabada por la crítica, queda la duda de si sería igual de no haber fallecido el protagonista, y descansa en el papel en los personajes. Michael Wincot está soberbio de villano donde sabe interpretar con sus gestos faciales, miradas y gestos. Ernie Hudson lo borda en un personaje que es serio y bufo a la vez, la escena con la gorra puesta vestido de camiseta y calzoncillos para andar por casa o sus diálogos con el superior son casi hilarantes pese a su simplicidad. Y así el resto de personajes que van desfilando en un guion que mezcla escenarios de otros géneros y vistos mil veces, pero bien engarzados en la historia resultando una película atemporal como toda buena historia gótica del romanticismo. Otro aspecto a destacar es el de los efectos especiales y unos platós de rodaje que ya no se dan.

Película mítica que en condiciones normales no pasaría de un excelente cómic cinematográfico que daría lugar a infumables secuelas. Hay que disfrutar de la historia y del humor socarrón, lo de la tumba reventada con el ataúd en vertical y que ninguna visita a sus difuntos lo note y dé la voz de alarma ya es un cachondeo soterrado. Alguien podrá decir que el equipo de cata cinematográfica siempre afirmamos que películas con niño y perro no, gracias; pero aquí tenemos cuervo y niña que no es lo mismo. El encanto de la película una vez despejada de misticismo reside en la historia eterna y universal de la venganza, las maquetas y decorados junto a la fotografía a cargo de Dariusz Wolski y todo ello bellamente engarzado. Lo de ser película de culto ya depende del gusto de cada cual, pero hay que verla al menos una vez en la vida y tiene ese morbo imperecedero de saber que el Brandon Lee falleció en pleno rodaje por una bala perdida...

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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