"Butaca de patíbulo", suplemento cinematográfico cutre
Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
EL CUERVO (1994)
(The
Crow)
Hay películas que se vuelven míticas cuando se
convierten en el último trabajo de un actor, se da menos en
actrices, que fallece prematuramente. Es lo ocurrido con este título
de 1994 que se basa en un célebre cómic de James O´Barr, dirigida
por el australiano Alex Proyas que ya tenía oficio de trabajos
anteriores de menor calado y que demostró a los productores que era
competente a los fogones, con guion trepidante que no deja ver
fisuras firmado a dos bandas por David J. Schow y John Shirley.
Aunque el protagonista para la historia sería Brandon Lee que
rodando una escena se encontró con una inesperada bala de verdad, y
no de atrezo, en su cuerpo y obligando a tirar de lo último en
efectos especiales y de doble para acabar de rodar la película. La
muerte de Brandon Lee ya hizo que se creara una aureola mítica y el
público respondió mitad por morbo y mitad porque la película
merecía la pena. Y decíamos que pese al protagonismo de Brandon Lee
se trata de una película coral con un excelente reparto plagado de
actores secundarios que dan enjundia al resultado final.
La película narra una historia gótica, de amor eterno
que traspasa la frontera de la muerte buscando una venganza, una
historia digna del romanticismo donde una joven pareja es asesinada
durante la Noche Infernal que sucede una vez al año y donde los
criminales de una ciudad gris y lluviosa se dedican a incendiar
edificios. El joven retornará un año después de la muerte buscando
venganza y matando uno por uno a los malotes que le tiraron por la
ventana de un sexto piso y apalearon y violaron a su prometida hasta
dejarla moribunda. Contará con la ayuda de un cuervo que es su
vínculo entre el mundo de los vivos y de los muertos en plan dron de
observación y de ataque si se tercia, una adolescente amiga de la
pareja y de un inspector de policía degradado a patrullero como le
recuerda constantemente siempre que tiene ocasión el tocapelotas de
su superior. De antagonistas un villano muy villano, su hermanastra y
compañera de juegos erótico festivos y su lugarteniente. Los
asesinos trabajaban para el villano, que no le hace ascos al mundo de
los hechizos y lo sobrenatural, y la venganza obligará al resucitado
protagonista y al villano enfrentarse a muerte. Todo ello salpicado
de pequeñas dosis de acción, romanticismo, humor socarrón y el
añadido del morbo de ver al Brandon Lee en su último papel...
La película fue alabada por la crítica, queda la duda
de si sería igual de no haber fallecido el protagonista, y descansa en el papel en los personajes. Michael Wincot está soberbio de villano
donde sabe interpretar con sus gestos faciales, miradas y gestos.
Ernie Hudson lo borda en un personaje que es serio y bufo a la vez,
la escena con la gorra puesta vestido de camiseta y calzoncillos
para andar por casa o sus diálogos con el superior son casi
hilarantes pese a su simplicidad. Y así el resto de personajes que
van desfilando en un guion que mezcla escenarios de otros géneros y
vistos mil veces, pero bien engarzados en la historia resultando una
película atemporal como toda buena historia gótica del
romanticismo. Otro aspecto a destacar es el de los efectos especiales
y unos platós de rodaje que ya no se dan.
Película mítica que en condiciones normales no pasaría
de un excelente cómic cinematográfico que daría lugar a infumables
secuelas. Hay que disfrutar de la historia y del humor socarrón, lo
de la tumba reventada con el ataúd en vertical y que ninguna visita
a sus difuntos lo note y dé la voz de alarma ya es un cachondeo
soterrado. Alguien podrá decir que el equipo de cata cinematográfica
siempre afirmamos que películas con niño y perro no, gracias; pero
aquí tenemos cuervo y niña que no es lo mismo. El encanto de la
película una vez despejada de misticismo reside en la historia
eterna y universal de la venganza, las maquetas y decorados junto a
la fotografía a cargo de Dariusz Wolski y todo ello bellamente
engarzado. Lo de ser película de culto ya depende del gusto de cada
cual, pero hay que verla al menos una vez en la vida y tiene ese
morbo imperecedero de saber que el Brandon Lee falleció en pleno
rodaje por una bala perdida...
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido Salt Lake
City, Utah Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV http://theadversiterchronicle.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario