Suplemento
viajero cutre de The Adversiter Chronicle
Viaje en autobús de
línea
El
viajero llega al andén donde ya hay tres viajeros haciendo cola,
observa la destartalada estación que parece apuntalada. Hay cinco
andenes con un trasiego casi constante de autobuses que entran y
salen de la estación. Una pareja de mochileros despistada trata de
encontrar su autobús y un trio de agradables señoras pregunta a la
cola si alguien sabe dónde está su autobús...
Llega
el autobús del viajero, tiene buena pinta su exterior y el conductor
sale a estirar las piernas y desaparece a la vista del viajero que
mira su reloj para ver que faltan siete minutos para la hora de
salida. Supone el viajero que el conductor apura sus minutos de
descanso y recuerda ocasiones en que él mismo apuraba esos minutos
en el trabajo. La cola ha crecido detrás del viajero que observa al
conductor abrir las portezuelas para el equipaje, sube al autobús y
recibe sentado a los viajeros. La mayoría muestra el móvil, pero el
viajero no confía en depositar todo en la cartera digital que
depende de tener batería y conexión a Internet, ha imprimido el
billete en su ordenador y se lo da al conductor que lo pasa por un
lector. Se sienta el viajero en la segunda fila, en el asiento de
ventanilla y se ata el cinturón de seguridad. Contempla por la
ventanilla el trajín de viajeros entre los andenes y barrunta el
viajero para sus adentros que ya es verano, unos van a un sitio,
otros a otro y algunos en tránsito a lejanos destinos desde lejanos
puntos de partida...
El
viajero mira el reloj, la duración estimada del viaje es de media
hora sin paradas, pero ya casi ha pasado un cuarto de hora desde que
salió el autobús de la estación y aún están saliendo del centro
de la ciudad. No le disgusta al viajero este retraso, según sus
entendederas, y disfruta viendo la ciudad pasar por la ventanilla,
vistas distintas unas y comunes otras al trayecto en autobús
municipal. El autobús está por fin saliendo de la ciudad y el
viajero observa el cambio de paisaje urbano a rural, hace una mañana
soleada con algo de nubes blancas que parecen de algodón y el reloj
marca ya veinte minutos de viaje cuando por fin el autobús toma la
entrada a la autovía. Aquí el autobús coge velocidad de crucero,
el viajero piensa que vivió tiempos de rutas de largo recorrido
porque es cómodo, casi confortable y dispone de un televisor y hasta
un baño en la mitad del pasillo. Ahora es un autobús de línea y el
lento trayecto urbano ha dejado paso a la constancia de la autovía.
El viajero se recrea al paso por un viaducto que atraviesa un
paradisiaco valle entre montes, se abre de forma majestuosa a la vista
del viajero que goza el momento...
El
viajero despierta de su ensoñación paisajística porque ya enfila
el autobús la salida de la autovía. Vienen recuerdos al viajero al
ver los familiares paisajes aunque la localidad tiene cambios
urbanos, edificios que no estaban, una rotonda y hasta la estación
de autobús, coqueta y funcional. El autobús sigue ruta cuando el
viajero apura el cigarro en el andén, le han invitado a comer y
vienen a recogerle. Camina hacia la salida y reconoce el coche que le
llevará a...
Pero
ése, ya es otro viaje.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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