Uno
de los grandes misterios de nuestra sociedad es quién es el
protagonista de uno de los refranes y dichos más usados a lo largo
de una vida y que todos hemos dicho al menos una docena de veces
antes de estirar la pata. Dicho a quien ha triunfado, es motivo de
orgullo por el acierto en elegir el buen árbol; y dicho a quien ha
fracasado, sirve de reproche contundente por nuestra mala cabeza en
elegir amistades. Entrevistamos a Palmiro Badanes, ejemplo de acierto
en elegir un buen árbol de mejor sombra para que nos ilustre sobre
su desconocida existencia...
-Por
supuesto. La vida en sí es una metáfora y al igual que el refrán
sirve para todo tipo de casos donde puede ser utilizado
metafóricamente, al vivirlo de protagonista esa metáfora pasa a
tener también un plano existencial. Es algo instintivo que no todo
el mundo desarrolla como en mi caso. Empieza en la niñez cuando nos
arrimamos a quien nos mima y satisface nuestros caprichos, sigue en
la adolescencia con las amistades que se forjan y en la vida adulta
la metáfora existencial abarca todos los planos de nuestra vida,
desde el doméstico al laboral pasando por lo vacacional. Reitero que
no todo el mundo alcanza esa metáfora existencialista que nacemos
con ella pero la perdemos a medida que vamos creciendo, casi a la par
de la pérdida de la inocencia. Por fortuna yo he mantenido y
desarrollado la metáfora existencialista.
-Sí,
sí, lo es sin lugar a la duda. En realidad el buen árbol metafórico
es universal porque se aplica a todos los aspectos de la vida. Un
buen árbol de pareja, con familia de buenos caudales y contactos que
nos facilitan un trabajo donde la plantilla sabe que se está bien
cobijado y evitan tener problemas. Lo digo por experiencia, y mire
que mi esposa es realmente inaguantable, pero es un árbol cojonudo,
bueno, qué digo árbol... ¡Su familia es un auténtico bosque
metafórico de sombra cojonuda! Es que sería un muerto de hambre de
no haberme casado, aunque de carácter mi señora es un zarzal de
puntiagudas espinas más que un árbol, aunque su grosor vaya camino
se ser una secuoya, qué quiere que le diga.
-¡El
árbol metafórico existencial no se limita a un simple acto! ¡Es
necesario cuidarlo para que no deje de tener buena sombra de cobijo!
¿Acaso soy culpable de querer prosperar como todo hijo de vecino?
Aceptemos que pegué el braguetazo con mi amada secuoya, porqué
motivo debería renunciar a que su padre me metiera en la empresa, que
su tía nos pague las vacaciones, es sólo buena sombra, elegir un
buen árbol debería ser aplaudido y no inquisitorialmente juzgado. Y
si tengo un puesto bueno ganado en base a mi esfuerzo en el desempeño
de mis funciones como es cambiar dos veces al año la hora en los
relojes de la empresa, si disfrutar de 363 días de vacaciones y
saber vivir la vida es un delito, soy culpable, pero no más que el
resto de los mortales.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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