Suplemento
viajero cutre de The Adversiter Chronicle
Viaje por la
`urgencias´ ambulatoria
El
viajero entra en el edificio, un gran centro de salud durante el día
y con servicio de `urgencias´ poco urgentes que sólo requieren una
consulta al médico de turno y que éste valore si basta con recetar
algo, derivarlo a un especialista o hacer pruebas médicas. Para el
viajero el edificio tiene su pequeña historia cuando él era pequeño
y sólo se podía acudir allí, con salas de espera abarrotadas y
esperar un tiempo que se hacía eterno a que llamara el médico. Se
ha conservado la estructura pero el edificio ha sido completamente
remodelado por dentro...
El
viajero va de acompañante por una urgencia a esa hora maldita en que
el cuerpo pide una buena cena. Tras ir su acompañante al mostrador
la sanitaria les manda a la sala de espera. El viajero calcula a ojo
de buen cubero que hay al menos tres personas, todas acompañadas,
por delante de su acompañante. Es además la hora del cafelito para
el turno de guardia, deduce el viajero porque ve salir y entrar a
personal sanitario de las salas con la puerta cerrada...
El
viajero toma asiento y observa el entorno de `urgencias´, su
acompañante tiene la garganta tomada y no da lugar a conversación.
Si tiene conversación por el móvil una pareja de mujeres, puede que
madre con su hija ya talludita. Tienen una apasionante conversación
poniendo a parir a alguien que el viajero trata de ignorar, incluso
piensa en cambiar de asiento, pero el tono perceptible para el
viajero y la sala de espera es lo suficientemente bajo para no causar
una llamada de atención del personal del mostrador. El viajero trata
de ignorar la cháchara observando el interior, que no conserva nada
de la distribución que el viajero conserva en su memoria. Le cuesta
orientarse mentalmente, le resulta evidente que han añadido espacios
redistribuyendo los tabiques, queda muy funcional y con sensación de
amplitud...
Dos
filas adelante de la fila de asientos del viajero hay una pareja de enamorados adolescentes. La chica debe tener algún problema
urinario porque se levanta cinco veces al baño hasta que la llaman
para consulta. Finalmente llaman a su acompañante y el viajero se
queda solo. No le agobia la espera y espera a su vez que receten algo
que palie la dolencia gripal y no les deriven a las urgencias del
hospital...
El
viajero se levanta cuando su compañía sale de consulta y se dirigen
a la salida. Se percata el viajero de la presencia de un vigilante de
seguridad, un auténtico armario de ancho y alto que ojea la sala de
espera y se pone a dar palique a la sanitaria del mostrador. La
compañía del viajero muestra algo de contrariedad, un analgésico
de probada ineficacia en otros trancazos y con mandato de pedir
consulta al médico de cabecera. Ha dejado de llover en la calle y
tampoco se ven taxis, así que deciden ir caminando. El viajero mira
el oscuro cielo nocturno y las calles antes de emprender el camino a...
Pero
ése, ya es otro viaje.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario