Una sección del
padre I. N. Mundicia en
exclusiva para The Adversiter Chronicle
Se suspende la
actividad de bolos en el local parroquial
Queridos
feligreses, sé por el confesionario que la actividad que se
proyectaba llevar a cabo en el local parroquial, un viernes al mes, de
bolos ha levantado cierta polémica y creo mi obligación hacer las
oportunas aclaraciones. He de remontarme meses atrás cuando el
párroco auxiliar, padre Genaro, se hizo cargo de gestionar las
actividades parroquiales a lo largo del año. Bien, el párroco
auxiliar recibió la propuesta de Paco el del almacén de piensos
para celebrar un viernes de cada mes una actividad de bolos, noble
deporte y que yo en mi mocedad practiqué en la modalidad de petanca
y no era manco, tampoco muy diestro, pero nada manco. El caso es que
acepté de buen grado la propuesta porque se garantizaba que la
actividad del bingo parroquial no se vería interrumpida u
entorpecida ya que el material de bolera era desmontable. Incluso la
tienda parroquial adquirió para su venta accesorios para la práctica
de los bolos como bolas estampadas, zapatos y hasta guantes...
¡Pues
lo ocurrido el pasado viernes que se estrenaba la actividad
parroquial de los bolos, con invitaciones al alcalde, al veterinario
y al arzobispado, que afortunadamente no acudieron, uno por ateo, el
otro porque no atiende fuera del horario laboral y el arzobispo no
tenía hueco en su agenda, sólo puede tildarse de putiferio de baja
estofa; y al Paco más le vale no asomar la jeta por la iglesia porque
le corro a zurriagazos hasta que suplique penitencia, el muy cabrito!
¡No había bolera, no había bolos y sí una muchedumbre de juventud
con profusión de alcohol, cuerpos semidesnudos bailando frotándose
los glúteos, vestimentas minúsculas en las féminas, súcubos,
íncubos, ropajes femeninos en cuerpos masculinos y un tipo con un
micrófono que más que cantar miagaba para delirio de la masa!
¡Y de
la misa prometida tras los bolos ni hablar, no apareció nadie, lo
cual no me extraña porque el parte de la Guardia Civil es claro en
su descripción y específica `altercados en un bolo´, aquí debe
haber una errata porque lo correcto sería decir en `los bolos´.
¡Pues ni bolos ni bolo ni Dios que lo fundó! ¡Se suspende la
actividad! ¡Y si Paco quiere montar un burdel de baja estofa, que se
busque un local propio!
No
quiero finalizar sin comentar que el párroco auxiliar ha despertado
del coma etílico, estoy seguro que algún Barrabás le añadió algo
de orujo a su ponche de leche condensada con arándanos, y se
muestra aún obnubilado por haber visto una criatura de Satán según sus alteradas entendederas. El
padre Genaro ya sabéis que es algo botarate para las cosas mundanas
y ha sido el monaguillo quien me ha aclarado lo ocurrido. El padre
Genaro estaba consumiendo su ponche, afirma el monaguillo que iba
por el quinto de la velada, cuando se vio en medio del baile, danzas
tribales primitivas en época de apareamiento más bien como puede
verse en el vídeo que circula por Internet según le consta al
monaguillo, fue con su móvil pero dice que lo han pirateado. Bien,
estaba el padre Genaro en pleno centro de la danza y frotamientos
cuando se le acerca una moza que no es que tuviera senos prominentes,
aquello eran ubres y no pechos, pues el padre Genaro se trastornó,
ayudado sin duda por el orujo en su ponche y la visión de las citadas ubres. Al menos la Guardia Civil
fue permisiva por respeto a la sotana del padre Genaro que acabó
siendo subastada mientras el botarate del párroco auxiliar hacía
los coros al majadero del micrófono. Así que muerto el perro se
acabó la rabia y paso a ser yo personalmente quien programe las
actividades a celebrar en el local parroquial. Ir en paz y aclaradas
vuestras inquietudes no sin antes recordaros rezar por la salud de
Francisco, al que espero que no le llegue a su conocimiento y
visionado el vídeo protagonizado por el padre Genaro. ¡Pero como me
llegue una amonestación vaticana, por San Cucufato que le corto los
cojones al Paco! ¡Le corto los cojones!
AMEN
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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