The Adversiter Chronicle

viernes, 20 de diciembre de 2024

"TELEMIERDA INC.", suplemento televisivo cutre

Suplemento televisivo cutre de The Adversiter Chronicle

GH 2024: Juan rompe las apuestas y gana con las botas puestas tras una semana anodina y una final con sordina

Ha finalizado, por fin, una edición de GH con concursantes anónimos de la plebe que fue esperada con ansia y esperanza por amantes del formato ya saturados de sucedáneos con famosos, famosetes y famosillos con sus pendencias de afuera que tenían altavoz en la convivencia con estridencias, entretenido al principio y saturado al final. Se esperaba una edición recuperando la fiesta de juventud sin importar la edad que era GH, y hablamos en pasado porque la cosa fue rara desde el inicio, concursantes que se conocían del exterior con rollito pasado como Violeta y Luis, el tono de Jorge Javier de inquisidor del reino que tuvo su clímax en la expulsión por la audiencia de Mayte, condenada al ostracismo mientras que un expulsado por motivos de comportamiento de macho alfa patriarcal y nada progresista del Adrián que estuvo en la gala de la final y hasta se le permitió soltar discurso tras su draconiana expulsión, algo inédito en expulsadas y expulsados antaño por motivos disciplinarios. Qué decir de que ha ganado un concursante expulsado dos veces por la audiencia y repescado por Adrián a cambio de que si ganaba uno de los dos verían reducido el premio, que haya ganado Juan es la prueba irrefutable de una edición rara de bemoles por alterar lo que era GH con gente de la plebe sazonando la misma de lo peorcito de las ediciones con famosos, famosetes y famosillos, alteraciones que deconcertaban a los propios concursantes avezados y duchos del formato desde que tenían chupete en la boca...

La última semana de convivencia en la casa con los cuatro finalistas fue completamente anodina con Óscar ora consolando a Violeta, ora tocando los bemoles a Juan con la sonrisa autocomplaciente de Ruvens cual titiritero con su marioneta, la chicha estuvo en debates y galas con los familiares y estirando de relleno, tal era la falta de contenidos, las tramas de Nerea, Luis y las madres que los parieron, en sentido literal. La primera expulsión de finalistas recayó en Violeta que sólo ansiaba salir para encontrarse con su amorcito, el cantamañanas televisivo del Edi. Violeta cagó su concurso cuando quedó obnubilada por Edi, idiotizada con las turras y siendo el avatar de Edi cuando se enconaba con Daniela o Maica, la verdad es que no se entendía mucho su presencia en la final porque la pobre llevaba sin vivir su concurso hace casi dos meses para desespero de su santa madre. Y el caso es que Violeta nos hace empatizar, su dulce rostro que enamora a la cámara, su hechura de mujer y sin embargo con esa sensualidad en el tránsito de joven a adulta, siempre que se la mire de cintura para arriba...
Muy mona pero hizo el mono por culpa de Edi.

Y llegó el jueves con la gala final que tuvo como principal atractivo y atracción de feria de tercera, el descubrimento por parte de GH para paliar la sequía de la España profunda y convertir secarrales en fértiles campos de cultivo, de pastos y bien regados por agua de lluvia: los municipios interesados sólo deben contratar a Vanessa y a Jorge porque mano de santo, oiga, auténtica mano de santo, ni la danza apache a Manitou o los aviones chinos soltando ioduro de plata en las nubes, Jorge y Vanessa ponen a la sequía tiesa. ¿Pero quien tuvo la ocurrencia de poner a estos dos de banda sonora a grito pelado y puesta en escena de prime time televisivo en la URSS del camarada Chernienko?; digno colofón birrioso y cutre a una edición ídem. Luego la presencia en plató de Adrián, que siempre se condenaba al ostracismo a quien era expulsado por motivos disciplinarios y que huele a evitar demanda por su parte al programa por daños y tal. Jorge Javier actuando tarde mal y nunca atento a lo que había que hacer y una gala final de lo más simple que se ha visto...

Ruvens dio la sorpresa cuando ya se mascaba que la final finalísima sería entre él y Óscar, pues se quedó con la miel en los labios y se rompió más de una apuesta con su expulsión y quedar tercero. De Ruvens ya hemos dicho en anteriores crónicas que es muy inteligente, deconcertado en ocasiones por los giros en el programa nunca vistos por alguien que se ha tragado todas las ediciones y que tiene una personalidad cuando menos peculiar. Al principio crucificó a Óscar a terminos casi de sanción, pero es un estratega y vio que era una táctica errónea. Le manipuló y disfrutaba observando las trifulcas, haciendo el ganso hedonista en las conexiones con las galas y debates, ínfulas de director de cine, manicuras de estrella locutora radiofónica y concursante genuino de GH con gente de la plebe que vivió su concurso a sus maneras, que fue expulsado, repescado y se plantó en la final. Aunque no quiso aparentarlo, estaba en shock porque en su fondo interior se veía disputando la final con su perrillo faldero...
Hala, coge el móvil y rueda algo; si es cuesta abajo y a trompicones, mejor que mejor, salao.

Y llegó la hora de la verdad, en plató gritos de ánimo a Óscar que disfrutaba como ha hecho todo el concurso, hay que reconocerlo, en otro concursante genuino que perdió las opciones de los votos de la audiencia al no percatarse de que se hizo el pelele de Ruvens, que él no lo ve así, a lo mejor si tiene la santa paciencia de ver como espectador la edición se cae de la burra como se cayó del pedestal quedando segundo. Óscar es un caballero y es un espíritu alegre, dicharachero, que quiere ser un truhan pero es un señor y un caballero. Nadie ha entendido que estaba en su casa y hablaba de todos con todos y casi todas. Lo malo es que por obra y gracia de Ruvens pues se encabronó sin muchos motivos y casi ninguna razón con el resto a medida que iban pasando las semanas, lo de esta última semana con Juan era completamente desquiciante y sin venir mucho a cuento. En condiciones normales se hubiera medido en la finalísima en duelo mortal con Maica, la gran ausente de la final...
Fue un buen concursante y un mal pelele.

Juan se alzó con el triunfo final rompiendo casi todas las quinielas y siendo el gran tapado de la edición. Mueble estoico durante gran parte de la edición, un adulto entre tardo-adolescentes disfrutando en parque de atracciones, casi enigmático su rostro imperturbable, que tuvo de Sancho Panza al patán del Adrián y la charla siempre amigable de Jorge, maná suficiente para soportar la convivencia de corral que le rodeaba. Fue el primer sorprendido de que fuera expulsado por segunda vez por la audiencia y a los diez minutos estaba de nuevo concursando, le ha costado tijeretazo del premio en metálico, siendo para casi todos y casi todas una incógnita su victoria sobre dos pesos pesados de la edición como Óscar y Ruvens. Las tres última semanas es verdad que ya andaba algo desquiciado y a la vez sorprendido de que iba librando de la terna de expulsiones por la audiencia. El equipo de cata televisiva estamos convencidos de que ni él mismo se creía con opciones y el intríngulis de su victoria estriba en que se llevó el voto de quienes no querían ni gustaban de Óscar y Ruvens con sus movidas en la recta final del concurso. Por otra parte la mayoría vio a Óscar en su parte de víctima y otra parte como pelele, lo cual hizo que el voto de castigo dando la victoria a Juan rompiera todas las cábalas. ¿Si en vez de Juan fuera otro u otra el tercero en discordia? Pues hubiera sido más lógico que Violeta entrara en el trío del podio, pero para joder a Ruvens qué mejor que dar la victoria al rival que más ha temido y nunca seducido en la casa como ha sido Juan, siendo además culpable de las fobias últimas hacia Óscar que hubiera sido el justo ganador por puntos. Pues ganó el Juan que, como dijo alguien con dulce voz melodiosa de trino en primavera sobre un junco chino, nadie se acordará de quién era...
¡Y menos mal que no se le salió un zapato en sus bailes porque se carga el cámara fijo!

Y se echa el telón de una edición muy ansiada que desde luego ha sido única, dudamos que la próxima sea tan cutre, con un elenco un poco más variopinto que den vidilla y no en bucle día tras día. De Jorge Javier no decimos nada porque es lo de siempre, una sombra del presentador que era y con vaivenes donde tan pronto sonreía y reía cuchufletas con Mayte y cuando sale la recibe en plató como si hubiera matado a su burro en el jardín. Casi estuvo más animado el rollo de los familiares en plató, lo de las madres de Luis y Nerea merece hacer una serie de comedia bufa, y no entendemos lo del Adrián y tampoco dan explicaciones...
Edición decepcionante, sin más.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org


 


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