Suplemento
televisivo cutre de The Adversiter
Chronicle
GH 2024: Juan rompe las
apuestas y gana con las botas puestas tras una semana anodina y una
final con sordina
Ha
finalizado, por fin, una edición de GH con concursantes anónimos de
la plebe que fue esperada con ansia y esperanza por amantes del
formato ya saturados de sucedáneos con famosos, famosetes y
famosillos con sus pendencias de afuera que tenían altavoz en la
convivencia con estridencias, entretenido al principio y saturado al
final. Se esperaba una edición recuperando la fiesta de juventud
sin importar la edad que era GH, y hablamos en pasado porque la cosa
fue rara desde el inicio, concursantes que se conocían del exterior
con rollito pasado como Violeta y Luis, el tono de Jorge Javier de
inquisidor del reino que tuvo su clímax en la expulsión por la
audiencia de Mayte, condenada al ostracismo mientras que un expulsado
por motivos de comportamiento de macho alfa patriarcal y nada
progresista del Adrián que estuvo en la gala de la final y hasta se
le permitió soltar discurso tras su draconiana expulsión, algo
inédito en expulsadas y expulsados antaño por motivos
disciplinarios. Qué decir de que ha ganado un concursante expulsado
dos veces por la audiencia y repescado por Adrián a cambio de que si
ganaba uno de los dos verían reducido el premio, que haya ganado
Juan es la prueba irrefutable de una edición rara de bemoles por
alterar lo que era GH con gente de la plebe sazonando la misma de lo
peorcito de las ediciones con famosos, famosetes y famosillos,
alteraciones que deconcertaban a los propios concursantes avezados y
duchos del formato desde que tenían chupete en la boca...
La
última semana de convivencia en la casa con los cuatro finalistas
fue completamente anodina con Óscar ora consolando a Violeta, ora
tocando los bemoles a Juan con la sonrisa autocomplaciente de Ruvens
cual titiritero con su marioneta, la chicha estuvo en debates y galas
con los familiares y estirando de relleno, tal era la falta de
contenidos, las tramas de Nerea, Luis y las madres que los parieron,
en sentido literal. La primera expulsión de finalistas recayó en
Violeta que sólo ansiaba salir para encontrarse con su amorcito, el
cantamañanas televisivo del Edi. Violeta cagó su concurso cuando
quedó obnubilada por Edi, idiotizada con las turras y siendo el
avatar de Edi cuando se enconaba con Daniela o Maica, la verdad es
que no se entendía mucho su presencia en la final porque la pobre
llevaba sin vivir su concurso hace casi dos meses para desespero de
su santa madre. Y el caso es que Violeta nos hace empatizar, su dulce
rostro que enamora a la cámara, su hechura de mujer y sin embargo
con esa sensualidad en el tránsito de joven a adulta, siempre que se
la mire de cintura para arriba...
Muy
mona pero hizo el mono por culpa de Edi.
Y
llegó el jueves con la gala final que tuvo como principal atractivo
y atracción de feria de tercera, el descubrimento por parte de GH
para paliar la sequía de la España profunda y convertir secarrales
en fértiles campos de cultivo, de pastos y bien regados por agua de
lluvia: los municipios interesados sólo deben contratar a Vanessa y
a Jorge porque mano de santo, oiga, auténtica mano de santo, ni la
danza apache a Manitou o los aviones chinos soltando ioduro de plata
en las nubes, Jorge y Vanessa ponen a la sequía tiesa. ¿Pero quien
tuvo la ocurrencia de poner a estos dos de banda sonora a grito
pelado y puesta en escena de prime time televisivo en la URSS del
camarada Chernienko?; digno colofón birrioso y cutre a una edición
ídem. Luego la presencia en plató de Adrián, que siempre se
condenaba al ostracismo a quien era expulsado por motivos
disciplinarios y que huele a evitar demanda por su parte al programa
por daños y tal. Jorge Javier actuando tarde mal y nunca atento a lo
que había que hacer y una gala final de lo más simple que se ha
visto...
Ruvens
dio la sorpresa cuando ya se mascaba que la final finalísima sería
entre él y Óscar, pues se quedó con la miel en los labios y se
rompió más de una apuesta con su expulsión y quedar tercero. De Ruvens ya hemos dicho en anteriores crónicas que es muy inteligente,
deconcertado en ocasiones por los giros en el programa nunca vistos
por alguien que se ha tragado todas las ediciones y que tiene una
personalidad cuando menos peculiar. Al principio crucificó a Óscar
a terminos casi de sanción, pero es un estratega y vio que era una
táctica errónea. Le manipuló y disfrutaba observando las
trifulcas, haciendo el ganso hedonista en las conexiones con las
galas y debates, ínfulas de director de cine, manicuras de estrella
locutora radiofónica y concursante genuino de GH con gente de la
plebe que vivió su concurso a sus maneras, que fue expulsado,
repescado y se plantó en la final. Aunque no quiso aparentarlo,
estaba en shock porque en su fondo interior se veía disputando la
final con su perrillo faldero...
Hala,
coge el móvil y rueda algo; si es cuesta abajo y a trompicones,
mejor que mejor, salao.
Y
llegó la hora de la verdad, en plató gritos de ánimo a Óscar que
disfrutaba como ha hecho todo el concurso, hay que reconocerlo, en
otro concursante genuino que perdió las opciones de los votos de la
audiencia al no percatarse de que se hizo el pelele de Ruvens, que él
no lo ve así, a lo mejor si tiene la santa paciencia de ver como
espectador la edición se cae de la burra como se cayó del pedestal
quedando segundo. Óscar es un caballero y es un espíritu alegre,
dicharachero, que quiere ser un truhan pero es un señor y un
caballero. Nadie ha entendido que estaba en su casa y hablaba de
todos con todos y casi todas. Lo malo es que por obra y gracia de
Ruvens pues se encabronó sin muchos motivos y casi ninguna razón
con el resto a medida que iban pasando las semanas, lo de esta última
semana con Juan era completamente desquiciante y sin venir mucho a
cuento. En condiciones normales se hubiera medido en la finalísima
en duelo mortal con Maica, la gran ausente de la final...
Fue
un buen concursante y un mal pelele.
Juan
se alzó con el triunfo final rompiendo casi todas las quinielas y
siendo el gran tapado de la edición. Mueble estoico durante gran
parte de la edición, un adulto entre tardo-adolescentes disfrutando
en parque de atracciones, casi enigmático su rostro imperturbable,
que tuvo de Sancho Panza al patán del Adrián y la charla siempre
amigable de Jorge, maná suficiente para soportar la convivencia de
corral que le rodeaba. Fue el primer sorprendido de que fuera
expulsado por segunda vez por la audiencia y a los diez minutos
estaba de nuevo concursando, le ha costado tijeretazo del premio en
metálico, siendo para casi todos y casi todas una incógnita su
victoria sobre dos pesos pesados de la edición como Óscar y Ruvens.
Las tres última semanas es verdad que ya andaba algo desquiciado y a
la vez sorprendido de que iba librando de la terna de expulsiones por
la audiencia. El equipo de cata televisiva estamos convencidos de que
ni él mismo se creía con opciones y el intríngulis de su victoria
estriba en que se llevó el voto de quienes no querían ni gustaban
de Óscar y Ruvens con sus movidas en la recta final del concurso.
Por otra parte la mayoría vio a Óscar en su parte de víctima y
otra parte como pelele, lo cual hizo que el voto de castigo dando la
victoria a Juan rompiera todas las cábalas. ¿Si en vez de Juan
fuera otro u otra el tercero en discordia? Pues hubiera sido más
lógico que Violeta entrara en el trío del podio, pero para joder a
Ruvens qué mejor que dar la victoria al rival que más ha temido y
nunca seducido en la casa como ha sido Juan, siendo además culpable
de las fobias últimas hacia Óscar que hubiera sido el justo ganador
por puntos. Pues ganó el Juan que, como dijo alguien con dulce voz
melodiosa de trino en primavera sobre un junco chino, nadie se
acordará de quién era...
¡Y
menos mal que no se le salió un zapato en sus bailes porque se carga
el cámara fijo!
Y se
echa el telón de una edición muy ansiada que desde luego ha sido
única, dudamos que la próxima sea tan cutre, con un elenco un poco
más variopinto que den vidilla y no en bucle día tras día. De
Jorge Javier no decimos nada porque es lo de siempre, una sombra del
presentador que era y con vaivenes donde tan pronto sonreía y reía
cuchufletas con Mayte y cuando sale la recibe en plató como si
hubiera matado a su burro en el jardín. Casi estuvo más animado el
rollo de los familiares en plató, lo de las madres de Luis y Nerea
merece hacer una serie de comedia bufa, y no entendemos lo del Adrián
y tampoco dan explicaciones...
Edición
decepcionante, sin más.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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