He decidido dejar de
quejarme y tras observar el panorama disponible para medrar y hacer
fortuna pues decido que quiero llegar a ser conseguidor, de esos de
grandes ganancias por conseguir sin que hagan muchas preguntas, de
codearse en saraos y garitos con el poder, de tener una vida como la
de los conseguidores que salen en la tele, cierto que puedo acabar
entre rejas, pero aprenderé de sus errores para ser el jodido amo de
los conseguidores...
Lo primero que hice fue
buscar dónde formarme de conseguidor y sólo encontré sitios que me
animaban a conseguir lo que quiero, conseguir lo que anhelo,
conseguir lo que sueño, conseguir a lo que aspiro, conseguir lo que
deseo e incluso conseguir lo que ni siquiera sé que conseguir
ahora...
Al final sólo conseguiría
que me birlasen los cuartos que no tengo y que me empujan a querer
ser conseguidor y los folletos tampoco garantizan prebendas ni
regalías...
Así, que al final, me
quedé como estoy, no consigo gran cosa salvo pequeñas cosas sin
valor material que valen mucho para mí, creo que somos mayoría los
que nunca conseguirán ser conseguidores, pero conseguimos dormir
tranquilos sin perder el sueño por el miedo a no conseguir algo de
conseguidor...
Me queda la lotería, no
soy de juegos de azar salvo que sepa de antemano que voy a ganar y
por eso tal vez sea que no gano nunca. Pero es Navidad y su gordo de
lotería, no es plan de que toque el número del quiosco, del garito
del cafelito, del peluquero y del compromiso con quienes me regalan
una participación. No me alcanza para tanto décimo, lo reconozco y
lo sufro, pero menudo cachondeo por lo bajinis si voy a por el
cafelito y todo el mundo en el garito gritando, saltando y brindando,
qué decir del peluquero y su filosofía con retranca o ese supuesto
amigo que no insistió en que cogiera un décimo y me lo echará en
cara con sorna y cachondeo de nuevo rico y de la quiosquera no digo nada que es más educada y no se regocijaría en mi pesadumbre de quedarme sin mi décimo premiado...
Siempre puedo conseguir un
bombo de lotería en los chinos y montar mi lotería donde siempre me
toque al menos la pedrea...
O comprar un décimo y
frotarlo en una chepa...
Consiguiendo permiso del dueño, por supuesto.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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