Me debo de estar quedando
obsoleto, no antigualla o vejestorio, obsoleto...
Lo digo porque ahora en fechas navideñas mis amistades, conocidos y allegados, no falta alguna conocida y más o menos allegada; recibo, digo, felicitaciones navideñas y tengo que reconocer que me acojona un poco. Las hay auténticas joyas con ayuda de inteligencia artificial, pero tiene algo de sintético en lugar de navideño. Es verdad que a un primer vistazo sorprende los movimientos, la cara dulce de un bebé contoneándose a ritmo de la música, pero cuando me fijo es casi macabro, como ver movimientos imposibles salvo que sea un cadáver...
Igual soy yo de natural tétrico y veo texturas inquietantes en lugar de disfrutar de la maravilla creada como felicitación navideña, igual soy yo...
Luego viene el problema de contestar, soy clásico amén de obsoleto porque como mucho un icono entre la frase, la frase típica pero tampoco hay otras, quiero decir que el `¡Feliz Navidad! No tiene sustituto, `fiestas´ puede ser reemplazado por `celebraciones´, `fastos´, `jarana´ por poner tres ejemplos que complementado con `navideñas´ pues queda hasta resultón y original, casi chic y todo...
Al final es un comienzo como cada 31 de diciembre y un final como cada 1 de enero, primero despedir el año con propósitos de enmienda y comenzar el año renegando de los negativo del año anterior. Creo que escuché alguna vez recomendar hacer una lista de propósitos de enmienda para el nuevo año y otra con lo negativo que lastra del finiquitado, no debe funcionar demasiado bien porque lo repiten cada año sesudas colaboraciones televisivas y radiofónicas...
Confieso que me gusta ver como se va el año, fundiéndose en la memoria con otros años idos, suspirando un segundo por los venideros...
Lo mágico es que un año se compone de millones de años, tantos como seres humanos. Los resúmenes de los medios de comunicación reflejan el año informativo, de los hechos que ya son historia, luego está el año personal de cada cual y cada quien, plenos de matices personales...
Es curioso como hace rucar las neuronas que te regalen un calendario.
Lo digo porque ahora en fechas navideñas mis amistades, conocidos y allegados, no falta alguna conocida y más o menos allegada; recibo, digo, felicitaciones navideñas y tengo que reconocer que me acojona un poco. Las hay auténticas joyas con ayuda de inteligencia artificial, pero tiene algo de sintético en lugar de navideño. Es verdad que a un primer vistazo sorprende los movimientos, la cara dulce de un bebé contoneándose a ritmo de la música, pero cuando me fijo es casi macabro, como ver movimientos imposibles salvo que sea un cadáver...
Igual soy yo de natural tétrico y veo texturas inquietantes en lugar de disfrutar de la maravilla creada como felicitación navideña, igual soy yo...
Luego viene el problema de contestar, soy clásico amén de obsoleto porque como mucho un icono entre la frase, la frase típica pero tampoco hay otras, quiero decir que el `¡Feliz Navidad! No tiene sustituto, `fiestas´ puede ser reemplazado por `celebraciones´, `fastos´, `jarana´ por poner tres ejemplos que complementado con `navideñas´ pues queda hasta resultón y original, casi chic y todo...
Al final es un comienzo como cada 31 de diciembre y un final como cada 1 de enero, primero despedir el año con propósitos de enmienda y comenzar el año renegando de los negativo del año anterior. Creo que escuché alguna vez recomendar hacer una lista de propósitos de enmienda para el nuevo año y otra con lo negativo que lastra del finiquitado, no debe funcionar demasiado bien porque lo repiten cada año sesudas colaboraciones televisivas y radiofónicas...
Confieso que me gusta ver como se va el año, fundiéndose en la memoria con otros años idos, suspirando un segundo por los venideros...
Lo mágico es que un año se compone de millones de años, tantos como seres humanos. Los resúmenes de los medios de comunicación reflejan el año informativo, de los hechos que ya son historia, luego está el año personal de cada cual y cada quien, plenos de matices personales...
Es curioso como hace rucar las neuronas que te regalen un calendario.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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