The Adversiter Chronicle

miércoles, 25 de diciembre de 2024

CUENTO DE NAVIDAD

El presidente de la comisión tomo asiento y los congregados, una decena de asesores del ministerio, fueron apagando las voces y se arrimaron a la mesa donde se afanaban unos de sacar sus portátiles y otros apuraban con sus vecinos de mesa los últimos comentarios. El presidente de la comisión carraspeó, tocó el micrófono con los dedos y le dio un par de golpecitos, no sabía el motivo de hacerlo pero siempre lo había visto hacer...


-Bien, como saben, se va a celebrar una semana dedicada a Velázquez y se me ha encomendado elegir uno de sus cuadros expuestos en el museo para hacerlo en representación viviente, es decir, que alguien ha tenido la ocurrencia de que el cuadro de `Las Meninas´ sea representado y tengo la misión encomendada desde las más altas esferas de que sea adecuado a los tiempos, sin que sea una cosa propagandística de la derecha, es por ello...


-Disculpe presidente – dijo interrumpiendo un tipo sentado al fondo- ¿Hay alguna directriz de que no sea tampoco una cosa propagandística de la izquierda?


El presidente de la comisión se quedó mirando al asesor y tras una rápida ojeada en su carpeta, carraspeó de nuevo...


-Lo cierto es que no he recibido ninguna indicación en ese aspecto...


-Si no hay una prohibición, por así llamarlo, deberíamos tener en cuenta que quizás esperan cierto aire de izquierda a la representación viviente del cuadro, creo que habría que considerarlo, señor presidente – Dijo alzando la voz otro asesor- No creo que duden de que será una representación viviente de tono progresista. Representar el cuadro de forma viviente tal cual lo pintó Velázquez sería posible causa de que acusaran a la comisión y su presidente de retrógrados fascistas.


Todos los presentes miraron atónitos al asesor, al lado del anterior que había hablado. El presidente se aflojó la corbata y bebió un sorbo del vaso con agua mineral...


-¿Fascistas? No entiendo a qué se refiere exactamente...- Dijo el presidente de la comisión mirando fijamente al asesor y todos los cuellos giraron para clavar sus miradas en el asesor.


-Bien, permítame que analicemos ese cuadro: las actuales leyes aprobadas por este gobierno y alguno anterior hacen imposible reproducir de forma viviente el cuadro, tenemos un chucho, un felpudo con patas que si se fijan en su postura, teniendo en cuenta que según la información suministrada la representación dura todo el horario de apertura, unas ocho u diez horas estimo, la ley prohíbe tener un perro así por tiempo ilimitado. Están protestando los agros porque no pueden atar el perro para vigilar sus fincas según la ley, si ponemos un chucho habrá que sedarlo y se nos puede echar encima el movimiento animalista. Luego tenemos menores en el cuadro y hasta una persona con enanismo... ¡Señor presidente, no podemos permitir que un escándalo de este tipo, escándalos con la protección de animales, con la protección de la infancia y con las personas que padecen de enanismo! Y respecto a Velázquez, no me cabe la menor duda de que la prensa progresista acusará al ministerio y su responsable de apología del fascismo y del colonialismo español, pura leyenda negra porque era virreinatos, pero a nadie le importa, mi sobrino en bachiller ignora qué es la Batalla de Lepanto, hemos de aprovechar esta ignorancia para erradicar, y que salpique al ministerio, la apología del fascismo.


Se hizo un silencio sepulcral en la reunión. El presidente hundió la mirada en sus papeles. Le habían dado el cargo y renunciado temporalmente a su plaza de profesor de arte, por sus aptitudes profesionales, pero esto escapaba a sus entendederas. Tampoco podía ir en contra de los asesores que se los habían asignado para esta ocasión y se supone que saben más que él.


-No veo la forma de hacer una representación viviente de `Las Meninas´ sin ser fiel al cuadro. Si nos ponemos así, la infanta rubia parece albina...


-¡Exacto señor presidente! ¡Si sus ojos ven una albina, qué no verá la oposición! ¡Hay que tomar una decisión acorde y ésta pasa por quitar el cuadro!- dijo el asesor levantándose de su asiento


-¿Suspender la representación viviente?- preguntó extrañado el presidente de la comisión


-Señor presidente, hay que retirar el cuadro de la exposición del museo y archivarlo temporalmente en los sótanos. Hace falta que sea sustituido por una obra que no sea apología fascista y tampoco apología comunista, pero sí progresista.


El presidente de la comisión se limpió las gafas y escudriñó a los asesores, todos hombres aún jóvenes, bien vestidos. Y sin embargo eran un atajo de cretinos, no era capaz de ver apología de nada ni atentados contra colectivos sociales y animales...


-Proponen entonces que se quite el cuadro de la exposición pública del museo, se le archive en los sótanos y quieren que sea sustituido por una obra ni de tal ni de cual pero progresista... ¿Alguna propuesta para que sea la sustitución del cuadro?


Hubo un murmullo y por fin un asesor se levantó para exponer la propuesta de los asesores...


-Señor presidente, proponemos que se eleve una propuesta de esta comisión para clausurar temporalmente el museo hasta purgar el mismo de apologías, sean de derechas o de izquierdas. Como actividad para mantener el museo abierto, se hará una exposición de los titiriteros en la Guerra Civil, colectivo olvidado, con fotos, testimonios y obras pictóricas referentes al tema, no faltaría concurso internacional de titiriteros, una exposición ambulante por el Estado durante un año y publicidad en medios de comunicación. Con poco más que la mitad de lo presupuestado para mantenimiento y conservación de los cuadros a sustituir se pueden contratar los servicios de empresas especializadas, contratistas del ministerio, ahorrando sueldo funcionarial.


-¿Quieren cerrar el museo y sustituirlo con una exposición de títeres? ¿Están locos?


Todos se quedaron mirando al presidente con caras serias, sabían que era el final de su carrera aunque no fuera un político, desde luego no sabía serlo, pensaban para sus adentros y comenzaron a recoger sus portátiles. Uno a uno fueron saliendo de la sala de reuniones, el último en hablar se acercó al presidente y arrimó una silla a su lado...


-Escuche, no va a comer las uvas en su puesto. Mañana cuando el ministerio vea el acta y las propuestas, van a por su cabeza. Hoy en día los votos van para los titiriteros y no para el artista y su obra.


El asesor se levantó y se fue meneando la cabeza. El presidente de la comisión miró el cuadro de nuevo en la pantalla. Sólo veía la genial obra pictórica de un artista como Velázquez.


-Pensaba que ser progresista era querer progresar y resulta que es ser titiritero...


Estalló en una carcajada y sin embargo las lágrimas se deslizaban por sus mejillas. Sólo veía un cuadro y al pensar esto con más ganas se reía y más lágrimas afloraban ante la atenta mirada del cuadro que parecían compadecerse del presidente de la comisión

FIN

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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