Nombrarle
es sinónimo de vago y maleante, que se decía antaño, y actualmente
se aplica a consortes masculinos que viven a expensas de su esposa,
famosetes televisivos que venden sus miserias y a personas
inadaptadas a los cánones laborales. Es el momento de conocer a
Jacinto Chambón, él mismo se declara sin oficio ni beneficio y
nadie mejor para conocer la auténtica vida de quien no tiene ni
oficio ni beneficio...
-Jodido,
me siento jodido. Es muy duro, diría que hasta traumático y digno
de demanda judicial, estar tomando algo, paseando por el parque, en
cualquier sitio y circunstancia y escuchar a alguien que se dirige a otra persona con
tono de asco y menosprecio metafísico que no tiene ni oficio ni
beneficio. Y ver como la muchedumbre apoya esa tesis en reuniones
familiares, de empresa o de plato del día cuando a lo mejor la
persona a la que tildan sin oficio ni beneficio es alguien con un
buen trabajo y mejor sueldo. Es muy indignante y es insultante para
el colectivo, no ya para mi persona que también. Ya le digo que es
jodido pero no por serlo, que a mucha honra, sino por el tono, el
tonito de asco que emplean para decirle a alguien que no tiene oficio
ni beneficio.
-¡Eh,
quieto parao! Yo no he dicho que no tenga ingresos, no tengo oficio
ni beneficio pero no vivo del aire, como se puede suponer. Aunque
tengo conocimientos generales básicos de albañilería, pintura y
desescombro, trabajos nocturnos en locales de dudosa reputación y
reparaciones con martillo y alicates; siempre digo que lo que no se
solucione con martillo y alicates requiere llamar a un técnico. Yo
soy representante de la ciudadanía en las instituciones, locales en
este caso. Se cobra poco pero se gana mucho en servir a la
ciudadanía.
-¿Lo
ve? ¿Lo ve? ¡Ese tono de profundo asco y desprecio, sin pensarlo
dos veces! ¿Ve lo que tengo que aguantar? Y sucede lo mismo a la
salida de los plenos, cuando voy a un acto e incluso cuando me
reconocen en el autobús... ¡Que se lo digan al gerifalte del
partido que corresponda! ¡Que no me toquen los cojones, que ya está
bien! ¡Pues claro que soy político! ¡Ya quiera ser empresario,
amado líder de la neoprogresía o millonario! ¡Pues no, pues no!
¡Si no tengo oficio ni beneficio es mi personal circunstancia y si
ello implica talento para medrar políticamente y ayudar a la
ciudadanía, me gano el sueldo... ¡Me gano el sueldo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario