Una sección de
F. O. Roffön en exclusiva
para The Adversiter Chronicle
El racismo eclipsa la
última jornada con derrota en casa
Por
fin se acabó una temporada para olvidar, la derrota en El Molinón
ante el descendido colista es el último bofetón, y que será
recordada como la de la transición entre el final de una época y el
inicio de otra con el Grupo Orlegi a los mandos accionariales.
Reconforta, aunque sean dolorosas realidades, que el míster afirmó
que llevar el club a los niveles que requiere el fútbol profesional
del siglo XXI llevará tiempo. Reconforta porque no es el agradable
discurso con las palabras que nos gustan a los parroquianos del
Sporting, que si seremos candidatos al ascenso, que si los fichajes
son la repanocha y demás ilusiones para tontos de los cojones que
terminaban con cese del entrenador de turno y fiasco competitivo. Por
dos temporadas consecutivas somos del furgón de cola y sudando
sangre para librar del descenso. Adiós a Cuellar y a Jony, el primero
no compensa con sus reflejos sus pifias y el segundo era apuesta
personal del cesado Abelardo que ha sido un fiasco total, a ver si se
deja de fichar a quienes se fueron a triunfar y regresan ya talludos
o cojitrancos...
El
partido ante Ponferradina fue el típico con ambos equipos sin
jugarse nada salvo la honrilla y algunos dineros en el caso
sportinguista. El míster dio titularidad a suplentes habituales con
el habitual despiste en estos casos que el rival aprovechó para una
goleada que salva su honor pese a su descenso de categoría. Al
inicio no faltó pancarta contra el racismo en los estadios de fútbol
tras la movida que se armó en Valencia con el jugador del Real
Madrid, Vinicius. Esto se arregla pronto y rápido si en los partidos
el árbitro avisa dos veces y a la tercera se finaliza el partido con
derrota para el equipo local responsable de las gradas. Hace décadas
que se permite que en los estadios de fútbol profesionales se
utilice la política, inevitable si se quiere, pero el racismo hay
que atajarlo desde ya porque todos somos responsables y si sabemos
que nuestro equipo perderá los tres puntos, se clausura el estadio
tres jornadas consecutivas y se impone una multa, cuando algún
elemento grite consignas racistas seremos los propios aficionados
quienes facilitemos la identificación a la seguridad del estadio, si
además se imponen penas legales, en diez jornadas se acaba con el
problema. Porque energúmenos siempre habrá y la afición debe
reaccionar como haría ante la perpetración de un delito y el
racismo lo es.
Finalizar con Fernando Alonso que quedó segundo en Mónaco y devuelve la
ilusión de disfrutar de la Fórmula 1 con un coche y escudería
competitivos, sin olvidar al español piloto de Ferrari. Así que a
descansar un poco porque hay que realizar mucho trabajo en el club y
se agradece a Ramírez que sea sincero y realista, hay mimbres y
parece que el máximo accionista no es el típico inversor que
rescata el club del cataclismo y termina huyendo como está
ocurriendo en algunos clubs con máximos accionista del extranjero.
Desear que se diga en cuanto sea certeza que ser sede mundialista era
un bonito sueño con un gran proyecto sin que nos vendan la moto de
la ilusión hasta que sea inevitable el brusco despertar. El Real
Sporting no es el club que era en el Mundial 82 y trabajar para
reverdecer aquellos gloriosos laureles se logra a base de trabajo,
paciencia, resultados y no de vender ilusiones, ya sean de inmediato
ascenso, de sede mundialista o de campo nuevo. Hay que apañarse con
lo que hay, que hay mucho y bueno.
F.
O. R.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
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theadversiterchronicle@hotmail.es
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