Una sección de
F. O. Roffön en exclusiva
para The Adversiter Chronicle
Derbi asturiano digno
de Primera con empate que no asegura, matemáticamente, en Segunda la
permanencia
Los
derbis son una de las magias del fútbol donde se quedan en segundo
plano la diferencia en la clasificación o los derroteros del equipo
en la competición. Por unos días, se vive una rivalidad donde se
juega la honrilla de no perder ante el eterno rival y, por supuesto,
hacerles morder el polvo aunque sea de penalti injusto en el último
minuto. En el caso asturiano, la rivalidad entre Real Sporting y el
Real Oviedo ha estado emponzoñada hasta la pasada temporada por la
mala relación entre las directivas que contagiaba a las aficiones
empañando la gran fiesta del fútbol. Quien lo paga suelen ser
quienes se desplazan acompañando y animando a su club y se entienden
las quejas que provocan las medidas para partidos catalogados de alto
riesgo por ídem de trifulcas entre aficionados. Esta vez tocó queja
de las peñas oviedistas por imponerles estar dos horas antes del
encuentro en las gradas e inconvenientes como no llevar bocadillos. Es
un tema competencia de la autoridad correspondiente pero que a nivel
institucional se lleven bien ambos clubs repercute en todos los
aspectos y se lograría que en futuros derbis el riesgo de trifulcas
no sea tal salvo los cuatro cabestros de siempre que en todas partes
y aficiones hay...
El
Molinón se vistió de gala con aforo completo, colorido de las
aficiones en banderas, camisetas y bufandas, climatología soportable
sin lluvia y la interpretación de la canción Asturias
a cargo de Víctor Manuel que hermanó en sana comunión de vecindad
y paisanos de la misma tierra al respetable. Comenzó la primera
parte con el Real Sporting achuchando y los carbayones firmes y
sobrios aunque llegados a la media hora de juego el Real Oviedo se
sacudió la presión rojiblanca hilvanando entradas por los laterales
en la defensa sportinguista como un cuchillo al rojo vivo en la
mantequilla con fallos de ambos conjuntos a la hora del remate o pase
final, pero fue Enrich quien adelantó a los ovetenses al filo del
descanso en bello gol que fue una ducha de agua helada en la afición
rojiblanca y ponía por delante a los visitantes. El comienzo del
segundo tiempo parecía más de lo mismo hasta que en el minuto
cincuenta Djuka sufrió un agarrón de camiseta en el área ovetense
que fue claro en el BAR aunque el árbitro tuvo que tirar del VAR
pitando penalti que marcó el propio Djuka poniendo fin a su sequía
goleadora. El resto del encuentro fue vistoso y pasaba el tiempo con
juego de contención y tratando de encontrar la ocasión de poner la
puntilla. El árbitro sacó un total de cinco tarjetas pero estuvo
acertado en castigar con severidad para cortar las ansias de los
contendientes.
Ha
sido un gran derbi con un estadio precioso y dos equipos que dieron
un espectáculo de fútbol digno de dos primeras aunque se sigue sin
asegurar la permanencia de forma matemática aunque el colchón de
puntos, salvo desgracia total, es para respirar y jugar con cierta
serenidad. Sobre todo cuando toca rendir visita la próxima jornada
al siempre peligroso Éibar metido en la lucha por el ascenso mientras
que los carbayones pueden mirar de reojo los puestos de lucha por
ascender. Alegría contagiosa de Djuka que servirá para que coja de
nuevo confianza y en el momento necesario, que lograra el gol en el
derbi es un premio añadido a un jugador clave en el equipo que ha
pasado una mala racha de sequía goleadora con lesión como
penitencia final. Desear que las directivas den ejemplo de buena y
sana rivalidad que permita que las aficiones no encuentren trabas
para desplazarse en los derbis al campo rival...
F.
O. R
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
theadversiterchronicle@hotmail.es
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