Oigo hablar de
aplicaciones para el teléfono móvil donde hay gente que pone su
ropa, usada o no, a la venta y que hay otra gente que las compra,
facilitando una segunda vida a las prendas, algo que es muy
ecológico...
El caso es que, movido por
una incontrolable ansiedad de quien se lanza a lo desconocido, me
puse a mirar el armario. En el fondo del armario no encontré nada
digno de vender, cosas que no me sirven o ya no gasto a las que coges
cariño. En las perchas tengo más ganchos de las mismas que ropa en
ellas y ésta es la que uso así que no vi mucho material vendible...
Supongo que soy de los
tipos raros que compran lo que necesitan y no puede permitirse
comprar cosas que no use para, tras una temporada en el armario,
ponerlas a la venta en Internet. Me pregunto si mi falta de mercancía
me conducirá a estados depresivos, sin ánimo al verme aislado de la
aldea global interconectada en la que no tengo nada para vender. No
soy el único, pero tampoco tengo para comprar, que siempre parece
que da más satisfacción que vender...
Igualico, igualico que ocurre con
los Leopard 2 para Ucrania.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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