Suplemento
cinematográfico cutre de The Adversiter
Chronicle
TOP GUN: MAVERICK
(2022)
Nada
mejor para empezar el año, cinematográficamente hablando, que con
una película de reciente estreno, estrella de Hollywood de
protagonista y segunda parte, como mandan los cánones clásicos de
las segundas partes, de un título mítico de los 80´s que terminó
de convertir en estrella a su protagonista, el Tom Cruise. Y es que
las segundas partes deben contar algo diferente de la misma forma que
en la primera, ofreciendo al público lo que encandiló y en ese
sentido esta segunda parte nos cuenta algo diferente pero de la misma
forma. El bar, la moto corriendo mientras despega un caza y, en
definitiva, los mismos lugares siendo la diferencia la misión y la
tragedia griega sobre la relación del protagonista con el hijo, ya
hecho todo un piloto de élite, del que era su navegante y que moría
en la primera parte. Al menos la madre ya había fallecido y la
recordamos con la belleza que tenía entonces Meg Ryan, porque si
llega a salir hubiera sido terrorífico verla con su nuevo rostro a
golpe de cirugía plástica...
La
crítica ha sido benévola y la han elogiado, al equipo de cata
cinematográfica nos parece que si vivisteis su estreno y toda la ola
de popularidad que generó, es una segunda parte donde te lo pasas
bien mas para generaciones digitales puede que sea un auténtico
bodrio. Sin captar los guiños y el cachondeo que se traen con la
primera parte, la cosa pierde un poco el sentido. Acierto del guion
al mostrarnos a un Maverick atormentado y renunciando a los ascensos,
siempre buscando otra misión para morir como su copiloto y quedar en
paz consigo mismo. Con Putin tocando los cojones, adquiere todo su
valor como producto de propaganda mostrando una Arcadia de vida
militar donde todo es compañerismo, sana rivalidad y un mundo de
aventuras siendo la élite de los pilotos, con menos seriedad que la
primera y destacar el cachondeo con el tema de los aviones de quinta
generación del enemigo comparados con los F-18, como recriminando a
los políticos que no aprueben presupuesto para ponerse a la par.
La
trama es sencilla, Maverick es convocado por sus superiores a la
academia que los pilotos de caza denominan Top Gun.
Ponen a su disposición a un grupo de jóvenes pilotos, incluyendo
una mujer, todos ellos y ella de élite; deberá instruirlos para
destruir mediante un bombardeo de precisión, homenaje solapado a la
Guerra de Las Galaxias
cuando destruyen la Estrella de La Muerte, una planta de
procesamiento de plutonio en Irán aunque no se nombre el país pero
sí que disponen para la defensa, entre otros cachivaches, de
venerables F-14 lo que indica que es Irán el malo. De paso y a la
par que los adiestra, deberá ponerse en paz consigo mismo, recuperar
a la chica y ganarse el respeto de la hija de la chica y tener los mínimos encontronazos posibles con sus superiores cuando su
salvavidas, su viejo camarada Iceman,
fallece y se queda sin enchufe en las altas esferas del alto mando
naval.
Tom
Cruise se ríe de sí mismo logrando arrancar sonrisas de nuevo pero
sin dejar de interpretar a un hombre atormentado. Val Kilmer está
genial y lo del pelo como si siguiera jugando al balón volea cuando
está ya en las últimas, es de un gracejo sarcástico. Otro acierto
del guion es la especial relación que siguió al abrazo final en la
primera parte. Y acierto es poner en su lugar a Glen Powell, que sin
la magia que tenía en el rostro Val Kilmer, logra que odiemos su
sonrisa de gilipollas engreído igual que se odió en su momento la
chulería engreída de Val Kilmer. Era difícil interpretar ese papel
sin copiar el original y Glen Powell sale airoso porque logra a base
de sonrisa que iirita le odiemos con personalidad propia. Y Milles
Teller logra también una gran interpretación como el hijo del amigo
del protagonista. Destacar a Jennifer Connelly aunque no acabamos de
verla en el personaje, más que nada por verla en otro tipo de género
pero sigue enamorando a la cámara y eclipsando al resto en el
plano...
Teníamos nuestras reservas a la hora de aparcar los
trastos de faena y visionar esta segunda parte y hay que reconocer
que nos lo hemos pasado bien y entretenido, viendo lo nuevo,
recordando lo viejo y disfrutando de esos detalles que homenajean a
la primera parte treinta años después. Una segunda parte que
cumple su función de dar más de lo mismo que tanto gustó en su
estreno pero acertando en ser una película más coral que la
primera. Otra cosa es que seas nativo digital y terminarás
bostezando porque sin captar el cachondeo y la retranca con la
primera, se queda en un mero producto protagonizado por Tom Cruise...
No es que sea mejor que la primera, es que es distinta
siendo igual.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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