Quién, al menos un mes en su vida, no ha sufrido llegar a fin de mes sin un céntimo de aurelio en el bolsillo. Entrevistamos a Doroteo Sablazo que afirma que no llegar a fin de mes le sucede a un alto número de ciudadanía que precisa de medidas progresistas para su solución. Nadie mejor que Doroteo para que nos ilustre sobre los misterios de no llegar a fin de més...
-No
sólo no llego sino que casi ni alcanzo. No soy yo solo, oiga, no soy
yo solamente. Compañeras y compañeros ciudadanos sufren lo que empieza a
ser un estigma social, un colectivo surgido de las miserias del
capitalismo que comienzan a levantar la mano y hacerse oír. Este
problema social requiere de propuestas progresistas que desemboquen
en propuestas políticas elevadas a los más altos niveles del
sistema para cambiar las cosas. ¡No me avergüenza no llegar a fin de
mes y no me avergüenza por ese motivo dejar pufos en el banco!
¡Fueron rescatados sin dilación pero a la ciudadanía no la rescata
nadie, desde un punto de vista de llegar a fin de mes!
-Bueno ya ha soltado el rollo, pero ahora Doroteo se
deja de rollos y nos cuenta cómo se apaña para no llegar a fin de
mes, bite.
-Qué
quiere que le diga, no llego. He reducido costes como el coche, salgo
menos y hasta me he metido en eso del rollo progresista, no por
convicción sino por necesidad pura y dura, por si ganaban y llegaban
a gobernar y estar a lomos de caballo vencedor. Pues gobiernan y no
me han solucionado nada. Lo que no se puede pretender es que sólo
para comer, alojamiento y luz deje de lado otras actividades que me
hacen sentir realizado como persona, suscripciones que me permiten
disfrutar del ocio. Tampoco es cuestión de privarse de comprar,
somos capitalistas y comprar es una necesidad de primer orden, una
cosa es comer un día a base de anchoa de relleno en aceitunas y otra
no tener Internet ni redes sociales ni hostias digitales.
-Hay
varias maneras. Una es a crédito bancario pero resulta que estás
debiendo hasta después de muerto. Una alternativa es tirar de
sablazos a familiares, conocidos y allegados, puede resultar una
opción interesante por la cercanía en el trato pero se acaban
enterando. La tercera es trabajar, que conlleva una cuarta porque el
sueldo no llega. Y aunque lo de la política y el progresismo no da
para vivir salvo que seas de la jefatura en algún nivel, sí he
tenido tiempo para pensar y meditar largo y tendido sobre este asunto
y he llegado a una conclusión que ya he elevado a las máximas
instancias progresistas para su aplicación inmediata.
-Analicemos
los diferentes factores que nos llevan por si solos a la conclusión.
El problema es que el mes es largo y el sueldo corto. Puesto que el
Sistema no quiere ni oír hablar de sueldos altos acordes a la
duración del mes y subir los mismos, lo mejor y progresista es
acortar el mes. Unos pequeños cálculos con mis finanzas, que se
pueden extrapolar al resto del colectivo, me ofrece el resultado
categórico de que es necesario acortar los meses de la treintena de
días a una decena. De esta forma no se funde el sueldo, por supuesto
los recibos se siguen pagando mensualmente pero aún así nos queda
el doble de sueldo de los veinte días restantes. Una ley que obligue
a las eléctricas a facturar sólo diez días del mes logra el
resultado casi mágico de que habremos ganado el triple de poder
adquisitivo, suficiente para pagar servicios y aún nos quedan dos
tercios del sueldo mensual de diez días si pasamos mentalmente al
mes de treinta días. ¡Y los permisos de maternidad y
paternidad serían la antesala de pasar a pensionista dados los
nuevos meses de diez días, sumando bajas laborales, permisos por
entierros de familiares, vacaciones y días de gripe!
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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