Ya cantaba el poeta que
sólo se puede saber que a un fin de semana sigue un lunes otra vez,
yo me atrevo a añadir que tras una navidad sigue un enero otra
vez...
Todo vuelve a la jodida
normalidad, ya sin ñoñeces navideñas que ponen más triste a
quienes estaban tristes. Y vuelven, cómo no, esos eruditos consejos
que escupen radio y televisión, sin olvidar suplementos dominicales
de prensa escrita, donde una erudita mente nos da sabios consejos
para volver a la jodida rutina, volver al curro, volver a la escuela
y recuperar tono digestivo tras fanfarrias gastronómicas. Al menos
no son tan taladrantes como los sabios consejos que nos dan al
comienzo y al final del verano...
Esa pesadumbre que invade
el cuerpo, esa aspereza al regreso de la rutina, todo ello y más
forma parte de las navidades. Qué sentido tendría, más allá del
religioso, que las navidades y festividades en general no supusieran
cambio respecto a la rutina diaria y que volver a la misma formara
parte a su vez de la mismamente...
Creo que hay personas que
sinceramente creen que la bondad, el amor, la concordia y el espíritu
ñoño de la navidad se impregnará en el resto de meses sin
percatarnos de que es el final y conlleva un comienzo, no una
continuidad...
Es enero, eso indica que
hemos sobrevivido otro año más u otro año menos...
Depende de como se mire,
supongo.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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