Suplemento
literato cutre de The Adversiter
Chronicle
Autor:
Casimiro García-Abadillo
Editorial:
La Esfera de los Libros, S.
L.
Edición:
Séptima edición, octubre
de 2004
España
estaba en plena campaña electoral el 11 de marzo de 2004. El
presidente Aznar ha pasado el relevo a Mariano Rajoy que se enfrenta
a Zapatero, candidato del PSOE. Unas elecciones reñidas tras el
paso dado por Aznar de aliarse con EEUU y Reino Unido para invadir
Irak y derrocar el régimen de Sadam, lo cual ha provocado una oleada
de indignación en la ciudadanía que la izquierda trata de convertir
en votos y ganar el Gobierno al Partido Popular. Esa mañana parecía
una jornada laboral más cuando pasadas las siete de la mañana y en
distintas estaciones, hacen explosión una serie de bombas colocadas
en distintos vagones de cercanías en Madrid. ETA, la
banda terrorista vasca, es señalada desde el primer instante como la
autora de los atentados, se parte de la base de que en días
anteriores se desarticularon operativos etarras para cometer
atentados con explosivos. Sin embargo, mientras toda la sociedad
española, incluyendo la vasca y sus representantes políticos
condenaban sin paliativos a ETA, los investigadores en las escenas
del atentado descubren que el explosivo empleado no es el habitual de
ETA en sus crímenes con bomba y sí el utilizado en España en
minería. La propuesta de hoy es la investigación periodística de
aquellos días donde los atentados lo condicionaron todo, incluyendo
el resultado de las elecciones generales...
Casimiro
García-Abadillo Prieto (La Solana, Ciudad real, 1957), licenciado en
Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, completó su
formación con diversos cursos de especialización en temas
económico-financieros. Comenzó su trayectoria profesional en el
diario económico Cinco
Días
(1981) y, tras un largo periplo en el que trabajó para el semanario
económico Mercado
-como responsable del área de empresas-, el semanario de información
general El Globo
-Grupo Prisa- y el matutino Diario
16,
se integró en el equipo fundador de El
Mundo(1989)
como redactor jefe y corresponsal económico. En 1997 fue nombrado
adjunto al director de El
Mundo
y, desde julio de 1999, es director adjunto y responsable de
información del diario. En su trayectoria periodística ha sacado a
la luz asuntos de relevancia nacional, como el caso Filesa o el caso
Ibercorp, y, más recientemente, Gescartera o las cuentas secretas
del BBVA. Es, así mismo, comentarista de temas económicos y
políticos.
Datos
sacados de la contraportada y actualizados al año de edición, pero
en Internet podéis encontrar información actualizada del autor. Y
sin más, unas breves reseñas que os inciten a su interesante
lectura:
Un
jueves laboral más...
“Aunque
la campaña electoral no había sido demasiado excitante, en los días
finales el debate político predominaba claramente en los medios de
comunicación. Aquel jueves los dos grandes periódicos nacionales
abrían sus ediciones con sendas entrevistas con el secretario
general del Partido Socialista. `El cambio es diálogo y
transparencia. No más mentiras´, rezaba el titular de El País;
`Gane o pierda, yo soy el futuro´, titulaba El Mundo. Había
mensajes sobre educación, impuestos, regeneración democrática,
derechos civiles, modelo de Estado y muy poco sobre terrorismo.
Afortunadamente el avance en la lucha contra ETA había relegado a un
segundo plano la discusión sobre el terror. En otro titular, su
contrincante, Mariano Rajoy, que había protagonizado junto a Josep
Piqué un mitin en Barcelona el día anterior, aseguraba que, si
ganaba, quería `hacer un poco más y un poco mejor que Aznar´. La
mañana del 11 de marzo, el líder del PP había quedado con Luis del
Olmo para hacer una entrevista en Onda cero, a las nueve de la
mañana. Había también durante esos días una fuerte pugna sobre la
Constitución europea. El Gobierno de José María Aznar se resistía
a perder lo logrado en la cumbre de Niza y condicionaba su apoyo al
proyecto constituyente a mantener un cierto poder que no relegase a
España al segundo plano de la escena política continental. Sin
embargo, no sólo se hablaba de politica. Zidane, de nuevo el mago
Zizu, encandiló con su magia en el Bernabéu al lograr el gol de la
victoria frente al Bayern de Munich. El equipo blanco, el club de los
`galácticos´, había logrado el pase a cuartos de final de la
Champions League y se perfilaba ya como campeón de Europa.
Probablemente del triunfo del Madrid, que había hecho acostarse un
poco más tarde de lo normal a la mayoría de los madrileños, era de
lo que más iban hablando la mayoría de los miles de personas que
cada día cogen los trenes de cercanías del corredor del Henares
para ir a Madrid a trabajar o a estudiar.”
Identificación
de las víctimas mortales...
“Los
cadáveres iban llegando metidos en bolsas negras. De allí pasaban a
la sala de autopsias, donde se practicaban las intervenciones en las
nueve camillas dispuestas para ello. Cuando los forenses terminaban
su labor, los cadáveres pasaban a manos de la Policía Científica,
que procedía a su identificación. Se les hacían dos fotos
(normalmente de algún rasgo distintivo de su físico o bien de algún
objeto, como pendientes, anillos, etcétera). Era una labor lenta. La
Policía cruzaba la información con los datos de sus archivos. No
podían cometer ni un error. El desastre del Yacolev 42 estaba muy
cerca y nadie quería que aquello se volviera a repetir. Identificar
bien los cadáveres (algunos de ellos irreconocibles) era necesario
para que los familiares recibieran los cuerpos de sus allegados y
también vital para intentar descubrir alguna pista. No se descartaba
que alguno de los cuerpos mutilados pudiera pertenecer a uno de los
responsables de la matanza. Un centenar de agentes de Policía
Científica participaron en esa tarea. A veces era imposible proceder
a la identificación por métodos convencionales. El estado del
cadáver era tan lamentable que sólo a través de una prueba de ADN
se podía verificar su identidad. Begoña Martín Baeza de
veinticinco años, murió en El Pozo y su madre ni siquiera pudo ver
los restos de su hija porque apenas quedó nada de ella. Tuvo que dar
muestras de ADN para identificarla. Y esto por no hablar de los
miembros desperdigados entre las vías y los vagones, y que se fueron
metiendo en un total de siete bolsas. Mientras tanto, una legión de
psicólogos atendía a los familiares, que esperaban llorando en
silencio alguna novedad sobre sus seres queridos.”
Se
presiente la derrota electoral...
“La
reunión del Consejo de Ministros fue especialmente breve aquel día.
Apenas si duró hora y media, y eso que era el último presidido por
José María Aznar. No hubo palabras de despedida. En el plan de
trabajo constaban algunos asuntos importantes que tenían que
abordarse, como la renovación del Tribunal Constitucional, pero no
se habló de otra cosa que del atentado. El Presidente informó
puntualmente de las pesquisas que estaba llevando a cabo la Policía
y de los datos relacionados con la aparición de la furgoneta con los
detonadores y la cinta con versos coránicos. Caras serias. Todo el
mundo estaba afectado por lo ocurrido. Muchos ministros habían
pasado ya por los hospitales y tenían previsto acercarse ese mismo
día a los tanatorios. Algunos de los fallecidos eran funcionarios y
había que estar cerca de las familias. El vicepresidente primero del
Gobierno, Rodrigo Rato, insistió machaconamente en ello: `Tenemos
que estar con las víctimas, la gente nos tiene que ver cerca de los
que sufren. Hay que estar en la calle y abandonar los despachos.´
Las únicas decisiones que se adoptaron tenían que ver con los
atentados del día anterior: concesión de nacionalidad española a
las víctimas extranjeras en situación ilegal y a sus familias y
disposición de una indemnización de 140 millones de euros para
todos los afectados. El copetín que se servía siempre tras cada
reunión del Consejo se suspendió el viernes 12. Algunos ministros,
cuando abandonaron ese día el complejo de La Moncloa, tuvieron la
sensación de que todo estaba perdido, de que en esas circunstancias
era ya imposible ganar las elecciones.”
No
era otra matanza de ETA...
“Efectivamente,
en el CNI a esas alturas ya casi nadie creía que ETA podía estar
detrás de los atentados. Los analistas del centro habían dado
absoluta credibilidad al comunicado de ETA del día anterior. Una vez
se supo que el explosivo utilizado era Goma 2 y no Titadine y que en
la furgoneta de Alcalá se había encontrado una cinta con versos
coránicos, la orientación de sus hipótesis había cambiado
radicalmente respecto al primer informe que se remitió al Gobierno a
las 15:30 del jueves. El sábado a última hora los analistas del CNI
concluyeron que todos los indicios apuntaban ya claramente al
terrorismo islámico; es decir, que se desechaban casi por completo
las tesis que había mantenido el ministro en su rueda de prensa. Sin
embargo Aznar no podía permitir que en los medios de comunicación
se difundiera que los servicios de inteligencia opinaban de forma
diferente a como lo estaba haciendo el Gobierno. Poco después d
edarse la nociticia en la Cadena Ser, el secretario de Estado de
Comunicación, Alfredo Timermans, llamó por teléfono al director
del centro, Jorge Dezcallar: `¿Has oído la Cadena Ser? Están
diciendo que el CNI descarta la tesis de ETA en un 90 por ciento. Eso
no puede ser. Tienes que salir a desmentir esa noticia y lo tienes
que hacer en televisión. Te transmito una decisión del
Presidente.´. Dezcallar no salía de su asombro. El CNI,
precisamente por ser un servicio secreto, nunca suele desmentir
ninguna información, al igual que tampoco suele emitir comunicados.
Lo lógico, argumentó Dezcallar, es que, de hacerlo, tendría que
ser el Ministerio de Defensa (del que depende orgánicamente el CNI)
el que difundiera el desmentido. Y lo que era aún más inaudito es
que se le pidiera una comparecencia al director del centro ¡por
televisión!”
Persiste
el riesgo de más atentados en abril...
“Sin
embargo, la noticia de ese día no era el golpe fatal que se había
propinado a la dirección de ETA, sino la aparición a las 11.00 de
un paquete con 12 kilos de Goma 2 en el kilómetro 61 (entre las
localidades toledanas de Mocejón y Algodor) de la vía del tren de
alta velocidad que une Madrid con Sevilla. Un operario de RENFE había
encontrado de forma casual una bolsa de plástico de una red de
supermercados bajo la vía. De ella salía un cable de 136 metros de
largo. La noche anterior había llovido bastante, pero la bolsa
estaba seca, lo que evidenciaba que los terroristas la habían
colocado esa misma mañana y que probablemente pretendían hacer
explotar la bomba de forma manual al paso del tren que salía de
Madrid a las once de la mañana. Al otro extremo del cable que salía
de la bolsa de plástico, donde estaba conectado al detonador, tenía
que haber un iniciador, pero los terroristas, seguramente
sorprendidos en plena preparación de su macabra acción, huyeron
dejando así inerte la carga explosiva. Aunque a esas horas la
Guardia Civil no se había pronunciado sobre la posible autoría de
la colocación del artefacto -que de haber hecho explosión habría
causado decenas de muertos- el ministro estaba seguro de que se
trataba de los mismos que habían hecho temblar Madrid el 11 de
marzo.”
Motivos
de los atentados...
“El
empecinamiento de algunos grupos políticos en la Comisión de
Investigación del 11-M y de ciertos medios de comunicación en poner
el foco (o la explicación del porqué) de los atentados en la
participación de España en la coalición liderada por Estados
Unidos y en la imprevisión del Gobierno de Aznar al no calcular
adecuadamente las amenazas que dicha aventura implicaba, no sólo
carecen de rigor, sino que, subliminalmente tratan de justificar el
vuelco electoral del 14 de marzo. El catedrático de Ciencia Política
de la Universidad Rey Juan Carlos, Fernando Reinares (poco sospechoso
de afinidad con el PP), señala en el libro ' El nuevo terrorismo
islamista. Del 11-S al 11-M': `Afirmar que los terroristas islámicos
cuyas bombas han ensangrentado Madrid e intentan seguir conmocionando
a la sociedad española sólo están ejecutando represalias por haber
contribuido con nuestras tropas a la campaña de Irak es una gran
simplificación.´. La guerra de Irak fue para los terroristas del
11-M tan sólo la excusa para llevar a cabo la matanza. Como lo
hubiera sido también para posteriores atentados la intervención
española en Afganistán o la añorada recuperación de Al -Andalus
(a la que se hace referencia en el fax rtemitido a ABC y en el vídeo
localizado en Leganés). Aceptar que el 11-M fue la respuesta ante la
`injusticia´ que representó la la invasión de Irak puede resultar
rentable electoralmente, pero significa dar una baza política al
terrorismo y, sobre todo, contribuye a alimentar la ficción de que
la retirada de las tropas españolas disminuye las probabilidades de
que se produzcan nuevos ataques. Al-Qaeda, o en un sentido amplio el
terrorismo islámico, es un peligro real y poderoso para España y
para todos los países occidentales.”
Crónica
de unos días donde el terror islámico sacudió a la sociedad
española y los movimientos en el ámbito político, policial y
social que se sucedieron tras el atentado del 11-M. La crónica
periodística es atemporal y supera ideologías, es la crónica de
los hechos, las palabras y los gestos. Lectura ideal para
convalecencias hospitalarias, lectura nocturna y para quien guste de
saber qué sucedió a nivel político como consecuencia de los
atentados. La lectura se complementa con fotos, documentos y croquis
de las bombas utilizadas y los móviles empleados para activarlas...
También
un homenaje a las víctimas su lectura.
The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt
Lake City, Utah
Director
Editorial: Perry Morton Jr. IV
http://theadversiterchronicle.org
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