The Adversiter Chronicle

martes, 17 de enero de 2023

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre

Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle

Libro:
11-M La venganza
Autor: Casimiro García-Abadillo
Editorial: La Esfera de los Libros, S. L.
Edición: Séptima edición, octubre de 2004

España estaba en plena campaña electoral el 11 de marzo de 2004. El presidente Aznar ha pasado el relevo a Mariano Rajoy que se enfrenta a Zapatero, candidato del PSOE. Unas elecciones reñidas tras el paso dado por Aznar de aliarse con EEUU y Reino Unido para invadir Irak y derrocar el régimen de Sadam, lo cual ha provocado una oleada de indignación en la ciudadanía que la izquierda trata de convertir en votos y ganar el Gobierno al Partido Popular. Esa mañana parecía una jornada laboral más cuando pasadas las siete de la mañana y en distintas estaciones, hacen explosión una serie de bombas colocadas en distintos vagones de cercanías en Madrid. ETA, la banda terrorista vasca, es señalada desde el primer instante como la autora de los atentados, se parte de la base de que en días anteriores se desarticularon operativos etarras para cometer atentados con explosivos. Sin embargo, mientras toda la sociedad española, incluyendo la vasca y sus representantes políticos condenaban sin paliativos a ETA, los investigadores en las escenas del atentado descubren que el explosivo empleado no es el habitual de ETA en sus crímenes con bomba y sí el utilizado en España en minería. La propuesta de hoy es la investigación periodística de aquellos días donde los atentados lo condicionaron todo, incluyendo el resultado de las elecciones generales...

Casimiro García-Abadillo Prieto (La Solana, Ciudad real, 1957), licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, completó su formación con diversos cursos de especialización en temas económico-financieros. Comenzó su trayectoria profesional en el diario económico Cinco Días (1981) y, tras un largo periplo en el que trabajó para el semanario económico Mercado -como responsable del área de empresas-, el semanario de información general El Globo -Grupo Prisa- y el matutino Diario 16, se integró en el equipo fundador de El Mundo(1989) como redactor jefe y corresponsal económico. En 1997 fue nombrado adjunto al director de El Mundo y, desde julio de 1999, es director adjunto y responsable de información del diario. En su trayectoria periodística ha sacado a la luz asuntos de relevancia nacional, como el caso Filesa o el caso Ibercorp, y, más recientemente, Gescartera o las cuentas secretas del BBVA. Es, así mismo, comentarista de temas económicos y políticos.
Datos sacados de la contraportada y actualizados al año de edición, pero en Internet podéis encontrar información actualizada del autor. Y sin más, unas breves reseñas que os inciten a su interesante lectura:

Un jueves laboral más...
Aunque la campaña electoral no había sido demasiado excitante, en los días finales el debate político predominaba claramente en los medios de comunicación. Aquel jueves los dos grandes periódicos nacionales abrían sus ediciones con sendas entrevistas con el secretario general del Partido Socialista. `El cambio es diálogo y transparencia. No más mentiras´, rezaba el titular de El País; `Gane o pierda, yo soy el futuro´, titulaba El Mundo. Había mensajes sobre educación, impuestos, regeneración democrática, derechos civiles, modelo de Estado y muy poco sobre terrorismo. Afortunadamente el avance en la lucha contra ETA había relegado a un segundo plano la discusión sobre el terror. En otro titular, su contrincante, Mariano Rajoy, que había protagonizado junto a Josep Piqué un mitin en Barcelona el día anterior, aseguraba que, si ganaba, quería `hacer un poco más y un poco mejor que Aznar´. La mañana del 11 de marzo, el líder del PP había quedado con Luis del Olmo para hacer una entrevista en Onda cero, a las nueve de la mañana. Había también durante esos días una fuerte pugna sobre la Constitución europea. El Gobierno de José María Aznar se resistía a perder lo logrado en la cumbre de Niza y condicionaba su apoyo al proyecto constituyente a mantener un cierto poder que no relegase a España al segundo plano de la escena política continental. Sin embargo, no sólo se hablaba de politica. Zidane, de nuevo el mago Zizu, encandiló con su magia en el Bernabéu al lograr el gol de la victoria frente al Bayern de Munich. El equipo blanco, el club de los `galácticos´, había logrado el pase a cuartos de final de la Champions League y se perfilaba ya como campeón de Europa. Probablemente del triunfo del Madrid, que había hecho acostarse un poco más tarde de lo normal a la mayoría de los madrileños, era de lo que más iban hablando la mayoría de los miles de personas que cada día cogen los trenes de cercanías del corredor del Henares para ir a Madrid a trabajar o a estudiar.”

Identificación de las víctimas mortales...
Los cadáveres iban llegando metidos en bolsas negras. De allí pasaban a la sala de autopsias, donde se practicaban las intervenciones en las nueve camillas dispuestas para ello. Cuando los forenses terminaban su labor, los cadáveres pasaban a manos de la Policía Científica, que procedía a su identificación. Se les hacían dos fotos (normalmente de algún rasgo distintivo de su físico o bien de algún objeto, como pendientes, anillos, etcétera). Era una labor lenta. La Policía cruzaba la información con los datos de sus archivos. No podían cometer ni un error. El desastre del Yacolev 42 estaba muy cerca y nadie quería que aquello se volviera a repetir. Identificar bien los cadáveres (algunos de ellos irreconocibles) era necesario para que los familiares recibieran los cuerpos de sus allegados y también vital para intentar descubrir alguna pista. No se descartaba que alguno de los cuerpos mutilados pudiera pertenecer a uno de los responsables de la matanza. Un centenar de agentes de Policía Científica participaron en esa tarea. A veces era imposible proceder a la identificación por métodos convencionales. El estado del cadáver era tan lamentable que sólo a través de una prueba de ADN se podía verificar su identidad. Begoña Martín Baeza de veinticinco años, murió en El Pozo y su madre ni siquiera pudo ver los restos de su hija porque apenas quedó nada de ella. Tuvo que dar muestras de ADN para identificarla. Y esto por no hablar de los miembros desperdigados entre las vías y los vagones, y que se fueron metiendo en un total de siete bolsas. Mientras tanto, una legión de psicólogos atendía a los familiares, que esperaban llorando en silencio alguna novedad sobre sus seres queridos.”

Se presiente la derrota electoral...
La reunión del Consejo de Ministros fue especialmente breve aquel día. Apenas si duró hora y media, y eso que era el último presidido por José María Aznar. No hubo palabras de despedida. En el plan de trabajo constaban algunos asuntos importantes que tenían que abordarse, como la renovación del Tribunal Constitucional, pero no se habló de otra cosa que del atentado. El Presidente informó puntualmente de las pesquisas que estaba llevando a cabo la Policía y de los datos relacionados con la aparición de la furgoneta con los detonadores y la cinta con versos coránicos. Caras serias. Todo el mundo estaba afectado por lo ocurrido. Muchos ministros habían pasado ya por los hospitales y tenían previsto acercarse ese mismo día a los tanatorios. Algunos de los fallecidos eran funcionarios y había que estar cerca de las familias. El vicepresidente primero del Gobierno, Rodrigo Rato, insistió machaconamente en ello: `Tenemos que estar con las víctimas, la gente nos tiene que ver cerca de los que sufren. Hay que estar en la calle y abandonar los despachos.´ Las únicas decisiones que se adoptaron tenían que ver con los atentados del día anterior: concesión de nacionalidad española a las víctimas extranjeras en situación ilegal y a sus familias y disposición de una indemnización de 140 millones de euros para todos los afectados. El copetín que se servía siempre tras cada reunión del Consejo se suspendió el viernes 12. Algunos ministros, cuando abandonaron ese día el complejo de La Moncloa, tuvieron la sensación de que todo estaba perdido, de que en esas circunstancias era ya imposible ganar las elecciones.”

No era otra matanza de ETA...
Efectivamente, en el CNI a esas alturas ya casi nadie creía que ETA podía estar detrás de los atentados. Los analistas del centro habían dado absoluta credibilidad al comunicado de ETA del día anterior. Una vez se supo que el explosivo utilizado era Goma 2 y no Titadine y que en la furgoneta de Alcalá se había encontrado una cinta con versos coránicos, la orientación de sus hipótesis había cambiado radicalmente respecto al primer informe que se remitió al Gobierno a las 15:30 del jueves. El sábado a última hora los analistas del CNI concluyeron que todos los indicios apuntaban ya claramente al terrorismo islámico; es decir, que se desechaban casi por completo las tesis que había mantenido el ministro en su rueda de prensa. Sin embargo Aznar no podía permitir que en los medios de comunicación se difundiera que los servicios de inteligencia opinaban de forma diferente a como lo estaba haciendo el Gobierno. Poco después d edarse la nociticia en la Cadena Ser, el secretario de Estado de Comunicación, Alfredo Timermans, llamó por teléfono al director del centro, Jorge Dezcallar: `¿Has oído la Cadena Ser? Están diciendo que el CNI descarta la tesis de ETA en un 90 por ciento. Eso no puede ser. Tienes que salir a desmentir esa noticia y lo tienes que hacer en televisión. Te transmito una decisión del Presidente.´. Dezcallar no salía de su asombro. El CNI, precisamente por ser un servicio secreto, nunca suele desmentir ninguna información, al igual que tampoco suele emitir comunicados. Lo lógico, argumentó Dezcallar, es que, de hacerlo, tendría que ser el Ministerio de Defensa (del que depende orgánicamente el CNI) el que difundiera el desmentido. Y lo que era aún más inaudito es que se le pidiera una comparecencia al director del centro ¡por televisión!”

Persiste el riesgo de más atentados en abril...
Sin embargo, la noticia de ese día no era el golpe fatal que se había propinado a la dirección de ETA, sino la aparición a las 11.00 de un paquete con 12 kilos de Goma 2 en el kilómetro 61 (entre las localidades toledanas de Mocejón y Algodor) de la vía del tren de alta velocidad que une Madrid con Sevilla. Un operario de RENFE había encontrado de forma casual una bolsa de plástico de una red de supermercados bajo la vía. De ella salía un cable de 136 metros de largo. La noche anterior había llovido bastante, pero la bolsa estaba seca, lo que evidenciaba que los terroristas la habían colocado esa misma mañana y que probablemente pretendían hacer explotar la bomba de forma manual al paso del tren que salía de Madrid a las once de la mañana. Al otro extremo del cable que salía de la bolsa de plástico, donde estaba conectado al detonador, tenía que haber un iniciador, pero los terroristas, seguramente sorprendidos en plena preparación de su macabra acción, huyeron dejando así inerte la carga explosiva. Aunque a esas horas la Guardia Civil no se había pronunciado sobre la posible autoría de la colocación del artefacto -que de haber hecho explosión habría causado decenas de muertos- el ministro estaba seguro de que se trataba de los mismos que habían hecho temblar Madrid el 11 de marzo.”

Motivos de los atentados...
El empecinamiento de algunos grupos políticos en la Comisión de Investigación del 11-M y de ciertos medios de comunicación en poner el foco (o la explicación del porqué) de los atentados en la participación de España en la coalición liderada por Estados Unidos y en la imprevisión del Gobierno de Aznar al no calcular adecuadamente las amenazas que dicha aventura implicaba, no sólo carecen de rigor, sino que, subliminalmente tratan de justificar el vuelco electoral del 14 de marzo. El catedrático de Ciencia Política de la Universidad Rey Juan Carlos, Fernando Reinares (poco sospechoso de afinidad con el PP), señala en el libro ' El nuevo terrorismo islamista. Del 11-S al 11-M': `Afirmar que los terroristas islámicos cuyas bombas han ensangrentado Madrid e intentan seguir conmocionando a la sociedad española sólo están ejecutando represalias por haber contribuido con nuestras tropas a la campaña de Irak es una gran simplificación.´. La guerra de Irak fue para los terroristas del 11-M tan sólo la excusa para llevar a cabo la matanza. Como lo hubiera sido también para posteriores atentados la intervención española en Afganistán o la añorada recuperación de Al -Andalus (a la que se hace referencia en el fax rtemitido a ABC y en el vídeo localizado en Leganés). Aceptar que el 11-M fue la respuesta ante la `injusticia´ que representó la la invasión de Irak puede resultar rentable electoralmente, pero significa dar una baza política al terrorismo y, sobre todo, contribuye a alimentar la ficción de que la retirada de las tropas españolas disminuye las probabilidades de que se produzcan nuevos ataques. Al-Qaeda, o en un sentido amplio el terrorismo islámico, es un peligro real y poderoso para España y para todos los países occidentales.”

Crónica de unos días donde el terror islámico sacudió a la sociedad española y los movimientos en el ámbito político, policial y social que se sucedieron tras el atentado del 11-M. La crónica periodística es atemporal y supera ideologías, es la crónica de los hechos, las palabras y los gestos. Lectura ideal para convalecencias hospitalarias, lectura nocturna y para quien guste de saber qué sucedió a nivel político como consecuencia de los atentados. La lectura se complementa con fotos, documentos y croquis de las bombas utilizadas y los móviles empleados para activarlas...
También un homenaje a las víctimas su lectura.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido

Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV
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