Tras
el fin de la cantilena de que España es franquista y el fracaso de
la estrategia consiguiente de querer cambiar la Historia creando una
nueva Transición, el señor Pedro Sánchez y sus socios de PODEMOS
junto a sus apoyos parlamentarios de nacionalistas periféricos,
ahora la nueva cantinela será que en las elecciones de mayo próximo,
España está como en 1931 donde la victoria de las izquierdas llevó
al exilio del Rey y la proclamación de la II República. No se
entiende que el Gobierno y el oficialismo del PSOE quieran seguir el
juego de la demagogia populista de su socio de gobierno y los apoyos
de quienes buscan debilitar al Estado salvo ganar tiempo y recuperar
votos. El PSOE da por hecho que en mayo habrá que pagar peaje
electoral pero que se podrá recuperar para las elecciones generales
de 2023...
Es
lícito en democracia defender las tesis, aunque se basen en saltarse
las mismas, las reglas y los mecanismos. Que se acate lo que diga el
Tribunal Constitucional es un deber y ningún partido, ideología o
político está por encima de la Constitución. La España que trata
de pergeñar el señor Pedro Sánchez, y si realmente apuesta por
eso, debería dejarlo a elección de la ciudadanía convocando
elecciones generales anticipadas. No lo hará porque no le interesa,
su socio de Gobierno tampoco tiene interés en someter a elecciones
la propuesta y los apoyos parlamentarios van a lo suyo que es
instalarse y mantenerse a costa de caudales públicos diciendo lo que
sus engañados votantes han sido instruidos para escuchar: demagogia
disfrazada de independencia. Si la ciudadanía pudiera expresarse en
unas elecciones generales donde el señor Pedro Sánchez llevara en
su programa electoral alterar la democracia, la respuesta sería la
misma como cada vez que la democracia ha estado en peligro desde 1978 y no es
otra que defendiendo la legalidad constitucional.
Además
el señor Pedro Sánchez comienza a gobernar para las minorías
díscolas con la legalidad constitucional. Se les conceden prebendas,
se les otorgan perdones y se toleran sus ataques verbales sin que
haya lealtad institucional o un mínimo de decencia política, van a
lo suyo y apoyarán todo lo que debilite al Estado, la Constitución
y la separación de poderes. El señor Echenique y compañía se
tildan de progresistas cuando son regresistas utilizando a las
personas para aspirar a tener su orden, seguramente con
reconocimiento inmediato de Rusia y sus países satélites en el
continente americano. Es un nuevo formato de despotismo ilustrado
donde todo se hace por voluntad del pueblo pero sin contar con el
pueblo. No son aristócratas, son urbanitas nacidos y criados en
democracia y prosperidad que lejos de buscar las claves del pasado
las utilizan ante la ignorancia de los españoles de su propia
historia más reciente. La Arcadia republicana que aspiran no es la
II República de 1931, es la de 1937 cuando la democracia se echó en
brazos del comunismo apoyado por la URSS ante la indiferencia de las
democracias de su entorno a la intervención del fascismo nazi e
italiano en apoyo de los militares rebeldes a la II República.
El
señor Pedro Sánchez perderá las generales por embustero político,
puede que gobierne si sus socios y apoyos logran votos que
neutralicen la victoria en mismos del Partido Popular, salvo que
logre mayoría absoluta por sí mismo sin tener que depender de la
demagogia populista de derechas de VOX. Porque si llamamos fascista a
VOX hay que llamar comunistas stalinistas a PODEMOS, con tácticas
leninistas de sus dirigentes igual que con técnicas fascistas los
dirigentes de VOX. Pero son etiquetas caducas que deberían llevar al
electorado a preguntarse qué están votando, la mayoría de votantes
de ambas formaciones ni son fascistas ni comunistas, es el fenómeno
común a toda época convulsa de crisis económica y guerra como
desenlace, es el momento histórico en que se hacen las revoluciones.
Pero ahora somos una sociedad planetaria y comunicada en tiempo real.
Todas y todos los protagonistas políticos de esta época acabarán en
el olvido y como materia de estudio porque el mundo está cambiando
de nuevo y surgirá el orden geopolítico del siglo XXI. Es un parto
múltiple y doloroso, para Europa, para el mundo árabe, para las
repúblicas americanas y para Asia. Se está decidiendo, de nuevo,
entre la democracia y el totalitarismo. Y el señor Pedro Sánchez
comienza a subir su apuesta política a favor del totalitarismo,
llámese independentista o nacionalista...
Así
de simple y así de complicado.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido Salt Lake
City, Utah Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV http://theadversiterchronicle.org
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