Una sección de
F. O. Roffön en exclusiva
para The Adversiter Chronicle
Una gran Argentina se
impone a una gran Francia en una gran final de un gran Mundial
Dos
grandes pesos pesados del fútbol mundial se medían en el duelo
final, los albicelestes con trompicones en cada partido y la desilusionante derrota de inicio mientras que los franceses llegaban con
la vitola que da ser el vigente campeón y que llegaron a la final de
manera solvente. Estrellas en ambas escuadras siendo para Messi, en
teoría, su último Mundial y se resarce de sinsabores varios con la
selección argentina. Una gran final donde hubo de todo y para todos,
selecciones, público y aficionados ante el televisor o las
pantallas, emoción a raudales con angustia y suspense hasta consumir
prórroga y penaltis donde la serenidad argentina se impuso en
aciertos a la ineficacia en los penaltis de Francia. Ambas aficiones
pueden estar orgullosos de la final disputada, de esas que se guardan
en la videoteca para volver a disfrutarlas cada diez o quince años...
Se
apagan las luces del Mundial y volverá el sistema político con sus
injusticias y abusos para coordenadas occidentales porque las voces
indignadas se apagan cuando se apagan las cámaras, micrófonos y
luces del espectáculo. Se tuvo toda una década para indignarse y
cambiar el país anfitrión. Hubo reportajes de distintas
televisiones durante esa década que mostraban y denunciaban las
condiciones laborales, la poca libertad de la mujer donde una cabra
es más libre y está más valorada, pero nadie de los que han
gritado indignados hizo nada, seguramente porque ni sabían que el
Mundial sería en Qatar. Es un Mundial histórico por ser el último,
en teoría, del ya citado Messi y del Cristiano Ronaldo. Ha visto el
ascenso en competitividad de selecciones como Japón y Marruecos,
ésta última selección haciendo historia y sin duda la revelación
del torneo. La implantación plenamente operativo del VAR, capaz de
ver lo que el ojo no capta como bien sabemos la afición española
que ocurrió contra los nipones. El fracaso del sistema de Luís
Enrique por rigidez de planteamientos y la falta de remate pese al
goleador inicio frente a Costa Rica. Y se han notado ausencias
queridas para el orbe hispano como Chile, Colombia y, la gran
ausente, Italia...
Porque
en vísperas de la final se pudo escuchar a varios periodistas
argentinos afirmar que la afición española estaba en contra de
Argentina, seguramente ignorantes de que ver morder el polvo a
Francia siempre es agradable aunque sea a las chapas. La afición
española es muy afortunada porque además de la propia tiene afición
cuando compiten países hispanos y europeos. Hemos llorado con La
Roja, sufrido con Argentina, ilusionados con Marruecos y sufrientes
con Portugal. Hay catetos y paletos en todas partes y el fútbol no
es una excepción. Y no hay aficiones más paletas y catetas que la
de merengues y culés. Se ve que se enzarzaron que si Messi o Mbappé por las redes sociales,
llevando al Mundial las engarradas de clubs. El Mundial es para
disfrutar de las mejores selecciones con sus mejores planteles y el
aficionado, tirando siempre a sus colores nacionales, vive la fiesta
de ver fútbol. Así que una final a recordar de un Mundial
inolvidable por diversos motivos...
Se me
olvidaba algo...
¡Ah,
sí! Que nos ganó el Real Oviedo en el derbi, pero ya se sabe, que
una vez hasta un burro tocó una flauta...
F.
O. R.
The
Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake
City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr.
IV
http://theadversiterchronicle.org
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